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Supervisor financiero suizo pide más competencias tras la quiebra de Credit Suisse
Credit Suisse estuvo a punto de implosionar meses antes de su eventual rescate, dijo el regulador financiero suizo en su primer informe detallado de la crisis, al tiempo que abogó por mayores poderes para supervisar a los prestamistas en el futuro.
Credit Suisse estuvo a punto de implosionar meses antes de su eventual rescate, dijo ayer 19 de diciembre, el regulador financiero suizo en su primer informe detallado de la crisis, al tiempo que abogó por mayores poderes para supervisar a los prestamistas en el futuro.
El regulador, FINMA, que ha sido objeto de críticas por su supervisión del banco, defendió su papel en el colapso que finalmente desencadenó el mayor rescate de un banco desde la crisis financiera mundial del 2008-2009.
El regulador señaló haber tomado medidas “de gran alcance e invasivas” para rectificar las deficiencias detectadas en Credit Suisse cuando los clientes, presas del pánico, retiraron enormes cantidades de efectivo tras una serie de pérdidas y escándalos.
Sin embargo, la FINMA dijo que sus medidas de liquidez no pudieron evitar la quiebra inminente del banco a mediados de marzo.
“La FINMA uso todas las herramientas a su disposición e identificó el riesgo de una posible desestabilización de Credit Suisse en una fase temprana”, dijo Thomas Hirschi, jefe de la unidad de crisis.
“Aunque sus acciones surtieron efecto, fueron incapaces de superar las causas de la pérdida de confianza, como las deficiencias en la aplicación de la estrategia y en la gestión del riesgo”.
El regulador realizó 108 revisiones in situ en Credit Suisse entre el 2018 y 2022, donde encontró 382 “puntos que requerían acción”, 113 en los que el riesgo se consideró alto o crítico. “Estas cifras y medidas ilustran que la FINMA agotó sus opciones y poderes legales”, señaló.
El regulador quiere poderes más fuertes, incluida la capacidad de imponer multas y la opción de publicar los detalles de los procedimientos de ejecución.