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México puede consolidarse como jugador clave en industria de semiconductores
El mercado de semiconductores en México está en crecimiento, con inversiones recientes de empresas como T-note, QSM Semiconductores y Micron, y se espera un aumento en ingresos a 76,830 millones de dólares para 2029.
En un contexto global donde la demanda de semiconductores está en constante aumento, México se posiciona como un país estratégico para esta industria, con proyectos que buscan fortalecer su presencia en el mercado global.
Uno de estos desarrollos es el proyecto de T-Note, una empresa respaldada por inversionistas árabes, que ha puesto en marcha una iniciativas dentro del sector de semiconductores: la construcción de una planta de fabricación de microchips en Querétaro.
T-Note ha estructurado su expansión en tres fases clave: integración de soluciones de ciberseguridad, fabricación de productos relacionados, y la producción de microchips.
Esta última fase es la más ambiciosa y compleja, con una proyección de desarrollo de entre cinco y siete años. Abelardo Lara, director de T-note en México, destacó que la construcción de la planta en Querétaro, la cual comenzó recientemente con la colocación de la primera piedra, representa un paso crucial para la empresa y para la industria tecnológica del país.
Inversión
La magnitud de la inversión necesaria para la planta de microchips es considerable. Según Lara, se estima un costo inicial de 1,500 millones de dólares, una cifra que podría aumentar dependiendo de las necesidades específicas de producción.
Sin embargo, el directivo enfatizó que el desafío no es solo financiero. La colaboración con gobiernos y la creación de alianzas estratégicas con empresas a nivel global serán esenciales para asegurar el éxito de la planta, que operará de manera continua, 24 horas al día, los 365 días del año.
“La construcción de una planta de microchips no es solo una cuestión de dinero, sino de contar con el soporte y apoyo de los gobiernos, así como de satisfacer las necesidades específicas de los clientes”, comenta Lara.
La decisión de T-Note de incursionar en la producción de semiconductores no es fortuita. La pandemia y las tensiones económicas entre China y Estados Unidos han exacerbado la demanda global de chips, creando una escasez que ha afectado a diversas industrias, desde la automotriz hasta la electrónica de consumo. México, con sus reservas de silicio en estados como Sonora, y su ubicación geográfica estratégica, emerge como un actor clave para satisfacer esta creciente demanda.
“México es uno de los países con mayores reservas de silicio en el mundo, lo que lo convierte en un lugar estratégico para la producción de microchips”, señala Lara, subrayando la importancia de la planta en Querétaro.
Mercado de semiconductores en México
El proyecto de T-Note no es un caso aislado. En los últimos meses, empresas como QSM Semiconductores y Micron han anunciado inversiones millonarias en el país, reforzando su papel en la cadena global de suministro de semiconductores. Según datos de Statista, se espera que el mercado de semiconductores en México genere 47,120 millones de dólares en ingresos en 2024, con una tasa de crecimiento anual compuesta del 10.27% hasta 2029, cuando alcanzará los 76,830 millones de dólares.
Este crecimiento está respaldado por una serie de desarrollos recientes que destacan la importancia de México en la industria global. En mayo de 2024, QSM Semiconductores anunció una inversión de 9 millones de dólares en Querétaro, seguida por Micron, que reveló sus planes para construir un centro de ingeniería de chips en el país.
Además, en julio, la Asociación Mexicana de la Industria de Tecnologías de Información (Amiti) informó que hasta el 30% de la inversión en manufactura en México se destina a tecnologías de la información, incluyendo la producción de semiconductores.
rodrigo.riquelme@eleconomista.mx