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ATF no apoya a México contra tráfico de armas
Los responsables de la ATF desalientan a sus agentes que quieren realizar investigaciones contra los miembros de alto nivel de organizaciones de traficantes.
La agencia estadounidense ATF, encargada de detectar las armas que llegan ilegalmente a México, no coopera con su vecino del sur a pesar de un claro aumento de sus investigaciones e incautaciones, según un informe divulgado este martes.
La agencia estadounidense, encargada del contrabando de alcohol, tabaco, armas y explosivos, no comparte sistemática y coherentemente informaciones con sus aliados mexicanos y con algunas de sus agencias asociadas en Estados Unidos , explicó el informe interno del Departamento de Justicia sobre el Proyecto Gunrunner (Traficante de Armas), que se inició en el 2005.
El gobierno mexicano ha detectado cuatro rutas que utilizan los traficantes para la introducción ilegal de armas en México, de acuerdo con la respuesta que la Pocuraduría General de la República (PGR) dio a la solicitud de información 0000400013410, la zona del Pacífico, Centro, Golfo y Sur de la República, son las áreas por donde la delincuencia traslada armas, municiones, cartuchos, explosivos y materiales de uso exclusivo del ejército.
En el documento del gobierno mexicano se detalla que existen 19 cruces de paso formales para esta actividad ilícita, considerada la segunda más lucrativa después del narcotráfico, y tan sólo cuatro de ellos se encuentran en Chihuahua, así como innumerables cruces informales a lo largo de los 3,152 kilómetros que existen de frontera.
Mientras que el informe del Departamento de Justicia estadounidense resalta que en los últimos tres años, entre junio del 2007 y junio del 2010, el Proyecto Gunrunner ha intensificado sus esfuerzos ante la oleada de violencia criminal en México.
La Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF, por sus siglas en inglés), con poco más de 5,000 funcionarios, incrementó el número de inspecciones de vendedores de armas en la frontera suroeste 133%, ésto aumentó en un 37% el número de detenidos en California, Arizona, Nuevo México y Texas.
Pero al mismo tiempo, los agentes de la Agencia a menudo no comparten datos entre sí ni tampoco con otras importantes oficinas de lucha contra el crimen organizado como la Agencia Antidrogas (DEA, por su sigla en inglés), a pesar de que las organizaciones criminales no distinguen entre el tráfico de armas, de drogas o de personas.
Hallamos que 68% de los casos abiertos por el Proyecto Gunrunner son casos individuales, y que algunos responsables de la ATF desalientan a los agentes que quieren llevar a cabo las investigaciones de alta complejidad, que se requieren contra los miembros de alto nivel de organizaciones de traficantes , asegura el texto.
La ATF incrementó el número de agentes permanentes en México hasta ocho y ha entrenado a centenares de policías en el país; sin embargo, los intentos de extender el rastreo de armas en México no han sido fructíferos , explica.
El número de peticiones de rastreo de armas desde México ha aumentado de forma explosiva desde el 2005, pero no siempre con éxito, explica el texto.
En el 2005 la ATF atendió un total de 1,518 peticiones de identificación de armas desde México y pudo satisfacer 44% de ellas. En el 2009 fueron más de 21,000 las peticiones, pero solamente 31%, unas 6.000, tuvieron éxito.
Las peticiones para que se identifique al vendedor de origen del arma confiscada a un criminal mexicano no acostumbran a prosperar porque tardan mucho y los investigadores mexicanos no consideran que sea un método realmente útil, critica el informe.
Existen 19 cruces de paso de armas entre México y estados Unidos para esta actividad ilícita.
La modalidad de los traficantes de armas es comprarlas a ciudadanos estadounidenses o residentes legales, a cambio de una fuerte suma de dinero.
El tráfico de armas es considerada la segunda más lucrativa después después del tráfico de drogas
La mayor parte del arsenal son introducidas al país por medio de vehículos terrestres, escondidos en las llantas de refacción, en los respaldos de los asientos o en algunos huecos.
El tipo de armas que ingresan al país son: Colt, Marlin Firearms, Bushmaster, Beretta, de origen estadounidense; Norinco procedente de China, Pietro Beretta, italiana, Browning proveniente de Bélgica, Alemania, Italia, EU y Japón.
El valor de las armas en el mercado ilegal fluctúa en un rango de 800 y 2,000 dólares, dependiendo de la oferta y la demanda.
En el 2008 se decomisaron 21,021 armas, mientras que en el 2009 fueron 7,410.