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Papandreou, la cabeza que la crisis hizo rodar
Heredero de una dinastía de grandes dirigentes griegos, Giorgos Papandreou abandonó la jefatura del gobierno barrido por una batalla titánica contra la deuda, los mercados financieros y su opinión pública.
El ex primer ministro, de 59 años, que comparó la economía griega con un barco hundiéndose cuando pidió ayuda a sus socios europeos en abril de 2010, la deja ahora más o menos como el Titanic tras colisionar con el iceberg, según comentaristas y analistas.
Sin embargo, este socialdemócrata reformista, nacido y educado en Estados Unidos y poco sospechoso de corrupción, comenzó de forma impecable cuando tomó el poder en octubre de 2009, atacando el déficit y las deudas acumuladas por sus predecesores.
Tercero de su linaje en dirigir Grecia, Giorgos Papandreou prometió entonces una reactivación económica y "poner orden" en el Estado, en donde reinaba el clientelismo y la corrupción.
Desde mayo de 2010, cuando se acordó el primer plan de rescate de la UE y el FMI para Grecia, Papandreu luchó por encontrar la cuadratura del círculo: satisfacer a los acreedores del país, que pedían cada vez más austeridad, y satisfacer a un electorado cada vez más indignado por los recortes, que no tardó en echarse a las calles y organizar huelgas generales.
Sin embargo, el primer plan de rescate no resultó suficiente para reducir una deuda de más de 300.000 millones de euros (superior al 150% del PIB del país), y las medidas de austeridad no sirvieron más que para acentuar la recesión.
Tras la concreción de un segundo plan europeo de rescate en la madrugada del 27 de octubre, Papandreu cometió un error decisivo al proponer someterlo a referendo.
El anuncio generó un pánico generalizado en los mercados, y la cólera de sus socios, ya que la incertidumbre de la consulta es incompatible con el pago de los nuevos tramos de ayuda financiera.
Tras emplear parte del capital político que conlleva ser el heredero de una gran dinastía política para luchar contra la deuda heredada, perdió la credibilidad que le quedaba sacándose este as de la manga. El fracaso y abandono de la iniciativa lo obligaron a negociar un gobierno de coalición con su irreductible enemigo, el líder de la derecha Antonis Samaras.
Nieto y homónimo del gran dirigente centrista de la posguerra, Giorgos Papandreou inició su carrera política a los 29 años a la sombra de su padre, Andreas, fundador del Movimiento Socialista Panhelénico (PASOK) en 1974. Siguió luego una trayectoria similar, entre ruptura filial y explotación de la legitimidad familiar.
Mayor de una fratría de cuatro, Giorgos, que nació en 1952 en Saint-Paul, en Minnesota, comenzó su carrera ocupando puestos secundarios en los gobiernos de su padre (1981-1989 y 1993-1996).
Sociólogo de formación, marcado por la experiencia de la socialdemocracia escandinava, le dio la espalda en los años 1990 a la vieja guardia populista del Pasok.
Adhirió entonces al campo modernista de Costas Simitis, primer ministro de 1996 a 2004. Este último le confió la cartera de Exteriores. Reputado por su amabilidad y su sentido del compromiso, Giorgos Papandreou fue uno de los arquitectos en 1999 de la distensión diplomática con Turquía y sus vecinos de los Balcanes.
A pesar del virulento sentimiento antiestadounidense de los griegos, Papandreu mantuvo buenas relaciones transatlánticas y durante la crisis recibió numerosas muestras de apoyo del presidente Barack Obama.
apr / Con información de AFP