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Amar una "literatura menor"
El agente literario alemán Michael Gaeb y los escritores Stefan Kiesbye, Sasa Stanisic y Peter Stamm conversan sobre sus lecturas de la tradición de escritores de este lado del Atlántico.
El chileno Roberto Bolaño es el último gran referente de la literatura latinoamericana conocido en el mundo entero. El fenómeno Bolaño es reciente y sucede muchos años después de los años del boom de la literatura latinoamericana, en los años 60 y 70 del siglo pasado, cuando Julio Cortázar, Carlos Fuentes o Gabriel García Márquez se convirtieron en los emisarios de la literatura latinoamericana en el mundo entero. El año pasado tomó el tren un poco rezagado otro de los autores de aquella generación: Mario Vargas Llosa.
Interesados por conocer qué llama la atención de la literatura latinoamericana en Europa, nos acercamos a algunos europeos invitados a la edición pasada de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara para preguntarles. Éste es el resultado.
LATINOAMÉRICA SIEMPRE HA SIDO LA VANGUARDIA TOTAL
Michael Gaeb es mitad mexicano, mitad alemán. Desde hace 10 años acude religiosamente a la FIL de Guadalajara como agente literario en busca de autores latinoamericanos que promover en Europa. Conoce bien la literatura latinoamericana. Se ha encargado de publicar en alemán a autores como Guillermo Fadanelli o Sergio Pitol. Sabe que la literatura de estos lares tiene una excelente reputación e intenta estar alerta para poder llevar al otro lado del Atlántico autores importantes. Nos habla sobre los pros y contras de nuestra literatura en el mercado alemán:
Desde los años del Boom, todo lo que viene de América Latina se considera bueno, aunque sí es difícil para jóvenes autores colocarse en el mercado. Normalmente un autor que viene con su nuevo libro a Alemania, no vende más de 1,500 ejemplares, a menos que suceda algo extraordinario. En el caso de la literatura latinoamericana se necesita un empuje mayor pero nada extraordinario.
Aquí en México he hablado con editores que me dicen que han vendido 1,500 ejemplares de una primera novela o ni siquiera 1,000. Y eso me da la impresión de que la gente siempre se queja y creen que en Alemania es diferente pero no lo es. En Alemania, una primera novela alemana, si tiene muy buena prensa, no vende más de 1,500 ejemplares.
América Latina siempre ha sido un continente con una literatura muy innovadora. Los grandes nombres de la literatura latinoamericana siempre fueron la vanguardia total porque han inventado formas de escritura que no se conocían antes en ningún lugar del mundo.
Por eso es que los lectores alemanes, europeos, y creo que también los de Estados Unidos, buscan escritores latinoamericanos, no por sus temas. Digamos que en los 70 y 80, todo era político: las dictaduras y la crisis económica. Para los europeos era una pantalla de proyección para las nostalgias revolucionarias.
Pero hoy, creo que lo que la gente busca es nuevas formas de narrar. Si uno se acuerda de Borges, García Márquez, Bolaño, son tres ejemplos que cubren más o menos los últimos 70 años. Todos han inventado algo que no existía antes. Lo que la gente admira de autores como Bolaño o César Aira es que inventan algo que no ha existido antes , comenta el agente.
Un autor europeo que es consciente de que lo latinoamericano no son sólo señores durmiendo la siesta en las calles ni mujeres que se escapan por el cielo sujetas a una sábana o hilitos de sangre que recorren un pueblo, es el suizo Peter Stamm, quien dice:
Yo en verdad no los leo porque sean de algún país o de alguna región. Leo autores latinoamericanos por la calidad de su escritura. Entre ellos cuento a Bioy Casares, Juan Rulfo o Roberto Bolaño. El realismo mágico no me gusta , opina Stamm.
Con un poco menos de conocimiento que Stamm, otros dos autores jóvenes europeos conocen algunos autores clásicos y también han sido atrapados por el embrujo de lo fantástico, aquello que el escritor cubano Alejo Carpentier llamó lo real maravilloso americano .
Sasa Stanisic, autor bosnio que escribeen alemán es uno de estos autores. En entrevista comenta: En Europa se conoce bastante la literatura latinoamericana. El estilo latinoamericano se conoce como un poquito más fantasioso y eso encanta en Europa, le encanta al lector y le encanta también a los escritores. Aunque muchos escritores europeos no se atreven a escribir en este estilo.
Yo en lo personal he escrito algunos pasajes que sí rayan de repente en lo fantástico. Hablando de latinoamericanos, uno de mis grandes maestros y mi inspiración para escribir mi novela Cómo el soldado repara el gramófono (Alfaguara) es Eduardo Galeano. Yo creo que sin él no habría podido escribir este libro. Y creo que el mercado latinoamericano de la literatura es un mercado muy fructífero para el mercado europeo , opina.
Por su parte, otro autor joven, el alemán Stefan Kiesbye, cuya primera novela Al lado vivía una niña (Almadía) se encuentra traducida al español y ha sido recientemente publicada, comenta:
Me encanta Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez. Soy gran admirador de Borges, también. Lo que me gusta de la literatura latinoamericana que he leído es que son mucho más poéticos y no se avergüenzan de eso. Tienen su mundo muy particular y no les da vergüenza ser muy literarios, mostrar que saben mucho de literatura o deslizarse a la filosofía , comentó el alemán, quien se confundió al nombrar a un escritor de novela negra que había leído recientemente y que es muy famoso.
La confusión es comprensible porque las más grandes novelas de este escritor se desarrollan en fuerte medida en México. El autor del que Kiesbye no recordaba el nombre es Roberto Bolaño.
aflores@eleconomista.com.mx
BVC