Arte plumario: reflejo de la cosmovisión indígena

En su Historia del arte en México, José Juan Tablada calificó al arte plumario como el arte más genuinamente mexicano de todos los artes plásticos . Bajo una premisa lindante, el simbolismo y utilización de las aves en los rituales y la vida cotidiana de las culturas indígenas contemporáneas son revelados a través de 376 piezas etnográficas en la exposición Alas del mundo indígena, en el Museo Nacional de Antropología.

Esta segunda parte de la exposición El vuelo de las imágenes -la primera se encuentra en el Museo Nacional de Arte-, fue definida por Diana Magaloni, directora del MNA, como una visión amplia y plural sobre el arte de las culturas indígenas contemporáneas, que representan la riqueza más importante del país; una exhibición que refiere sobre la relación de las aves con estas sociedades, y el uso de las plumas reflejado en objetos, mitos y rituales .

Alas del mundo indígena representa a 34 culturas indígenas de México, entre ellas la cora, chichimeca, rarámuri, totonaca, tzeltal, tzotzil, yaqui y zapoteca , indicaron en conferencia Alejandro González Villarruel, subdirector de Etnografía del museo, y los antropólogos Arturo Gómez y Catalina Rodríguez, curadores de la muestra.

La exhibición está constituida por seis módulos: Aves pródigas , Aves en los mitos , Aves míticas , Aves danzantes , Danzantes guerreros y Ofrenda y sacrificio .

Un tercio de las piezas fueron adquiridas recientemente por el Museo Nacional de Antropología. Entre los objetos obtenidos, indicó Catalina Rodríguez, se encuentra un huipil blanco, brocado con hilos de algodón de colores, de la localidad tzotzil de Santa María Magdalena, Aldama, Chiapas. Entre los tzotziles esta prenda es utilizada por las esposas de los hombres que ocupan el cargo de alférez -aquel que preside actos durante las fiestas religiosas de la comunidad-. Los diseños poseen un gran simbolismo, ya que hacen alusión al universo, el cielo, la tierra, el inframundo, animales y plantas y al agua que les da vida, además de la serpiente emplumada .

También incluyen un huipil perteneciente a los amuzgos del municipio de Ometepec, Guerrero, hecho en 1965. Fue realizado con algodón café -que únicamente se cultiva en algunas regiones- por lo que no requiere ser teñido. Su motivo principal es también la serpiente emplumada y la acompañan representaciones de gallinas, aves frecuentes en la indumentaria de mujeres de esta cultura , dijo Rodríguez.

En la muestra se incluyen objetos de distintos materiales, como barro, bejuco, madera, piedra, papel amate y tule que tienen representaciones de diversas aves míticas.

Un error de atribución

Alas del mundo indígena expone un huipil que hace décadas se atribuyó a La Malinche, mujer que sirvió de traductora a los conquistadores españoles en el siglo XVI. Se trata de una prenda de algodón con plumas, hecha en telar de cintura, que tiene como diseño la representación del águila bicéfala. Catalina Rodríguez aseveró que el huipil recibió dicho título por la similitud con el que fue utilizado por La Malinche, de acuerdo con ilustraciones de algunos códices como el Lienzo de Tlaxcala y el Florentino. Se consideraba que su antigüedad era del siglo XVI, sin embargo al realizarle estudios se determinó que data de entre 1770 y 1800 d.C. .

También se presentará la muestra fotográfica El vuelo de las imágenes en Chapultepec, en las rejas del Bosque. Incluye 150 imágenes que dan testimonio de la belleza y complejidad de la técnica plumaria, sus orígenes mesoamericanos, su desenvolvimiento novohispano, su impacto internacional y su continuidad de producción hasta nuestros días . (Con información del INAH)

Alas del mundo indígena expone un huipil que hace décadas se atribuyó a La Malinche. Se trata de una prenda de algodón con plumas, hecha en telar de cintura, que tiene como diseño la representación del águila bicéfala.

Alas del mundo indígena

Museo Nacional de Antropología

Paseo de la Reforma y calzada Gandhi s/n.

Horarios: martes a domingos de 9:00 a 19:00 horas.

Admisión: $51.

agarcia@eleconomista.com.mx