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Arte e Ideas

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Casi listo el detector mexicano del Gran Colisionador

Registrará, por primera vez, las colisiones difractivas y podría llevar hacia una nueva física.

El Gran Colisionador de Hadrones (LHC) es el dispositivo experimental más impresionante de la historia: un anillo de 27 kilómetros de circunferencia, a 100 metros bajo tierra, donde se hacen chocar protones con la finalidad de analizar las partículas resultantes mediante una serie de detectores de alta tecnología. En cada evento se hacen colisionar 600 millones de protones por segundo; sin embargo, sólo 400 millones de éstos contactos son estudiados porque en ellos se destruyen en su totalidad las micropartículas.

Con el propósito de analizar los 200 millones de colisiones por segundo restantes, científicos mexicanos encabezados por Gerardo Herrera Corral, investigador del Departamento de Física del Cinvestav, propusieron el diseño, construcción e instalación de un nuevo detector en el experimento ALICE, (A Large Ion Collider Experiment), dedicado a recrear el origen del universo.

Este nuevo detector denominado Alice Difractive (AD), está compuesto de dos segmentos y analizará un tipo de interacción de los protones que no se habían estudiado antes, en la que no se presenta una colisión de manera frontal, sino que se da de manera rasante generando radiación, sin llegar a destruir los protones.

Las dos partes de este nuevo detector ya fueron instaladas por el equipo mexicano, donde también participa Ildefonso León Monzón, de la Universidad de Sinaloa.

En este momento, todas las partes del detector se encuentran en la fase de conexión con la electrónica para empezar a realizar las pruebas de lectura y tener listo todo el equipo al momento que reinicie su operación el LHC en marzo, después de su paro técnico por mantenimiento.

En el 2009, los físicos del Cinvestav empezaron el proyecto y para el 2014 se sumaron 11 grupos, con un total de 27 científicos.

La propuesta del grupo mexicano medirá las colisiones difractivas que representan 30% del total de colisiones generadas en cada evento del LCH.

Mucha gente piensa que aquí se pude manifestar física nueva , explicó Herrera Corral, y añadió que existe la posibilidad de producir el Bosón de Higgs en los choques difractivos.

A decir de Herrera Corral, conseguir este propósito sería una expectativa muy novedosa y revolucionaria, con la ventaja de que aparecería un Higgs limpio, sin la radiación aparecida en las colisiones frontales.

El grupo mexicano en ALICE es la principal participación de Latinoamérica en el Gran Colisionador, tenemos propuestas propias funcionado, es algo que no tiene precedente en la historia de la ciencia en el país , sostuvo.

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