Lectura 3:00 min
Conmemoran 52 aniversario luctuoso de Diego Rivera
La hija del destacado pintor, Guadalupe Rivera Marín, pugnó porque se retome la obra, tanto de su padre, como de Orozco y Siqueiros.
México.- En vísperas del Bicentenario de la Independencia y Centenario de la Revolución, Guadalupe Rivera Marín, hija del destacado pintor Diego Rivera (1886-1957), pugnó porque se retome la obra de los tres grandes del movimiento muralista mexicano (Rivera, Orozco y Siqueiros) 'como modelo para dar a conocer de lo que queremos ser'.
Durante una ceremonia cívica por el 52 aniversario luctuoso de quien fuera uno de los artistas plásticos más representativos del llamado nacionalismo mexicano, Rivera Marín mostró preocupación por la actual situación que vive el país y que ha dado de qué hablar en América Latina.
Acompañada por autoridades del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), Marín recordó que tras las luchas de 1810 y 1910, México es una nación que debería estar entre las más importantes del planeta.
'Me parece que hoy es un buen momento para que las figuras de David Alfaro Siqueiros (1896-1974), José Clemente Orozco (1883-1949) y Diego Rivera (1886-1957) sean retomadas y se analice qué hicieron por el país', indicó.
En su opinión, 'debemos tomar el ejemplo de quienes han viajado por el mundo como estos tres muralistas, para dar a conocer lo que somos y sus obras que son reconocidas ampliamente y valoradas porque en ellas hay un discurso que habla de libertad e independencia para América Latina.
Rivera Marín recordó que estas tres figuras engrandecieron a México y reiteró que sus murales deben ser retomados como modelo para salir de la mala situación por la que se atraviesa.
Por su parte, Alejandra Peña Gutiérrez subdirectora de patrimonio artístico del INBA, recordó a Diego Rivera como uno de los artistas más prolíficos de la historia del arte mexicano.
Mencionó que el guanajuatense fue uno de los creadores con más talento y sensibilidad artística que han nacido en México y al mismo tiempo figura fundamental en la conformación y consolidación de la historia política, social y cultural de la nación.
Lo calificó también como un genio del pincel y del lápiz, que logró captar un amplio espectro temático con los más variados lenguajes formales: pintor de caballete, retratista, acuarelista, ilustrador, arquitecto, decorador, coleccionista, promotor y crítico de arte.
Refirió que detrás de la gran capacidad artística del gigante del muralismo mexicano está un proyecto cultural y la ideología del artista.
A la par de José Clemente Orozco y David Alfaro Siqueiros, Diego Rivera hizo de los muros, no sólo testimonios elocuentes de una gran época de transformaciones políticas, sociales, económicas y culturales radicales, sino también, creaciones que se constituyeron con el paso de los años en pilares del patrimonio artístico mexicano, subrayó.
Tras el acto, amigos, familiares y autoridades del INBA, montaron las respectivas guardias de honor y depositaron arreglos florales y decenas de alcatraces.
BVC