Discos que llegaron para quedarse

1. Viva la Vida c/Prospekts March (Coldplay) La reinvención de Coldplay requirió la participación de Brian Eno en la producción, pero también la completa inmersión de la banda en redefinirse lejos de sus éxitos previos. Si Viva la vida por sí solo hubiera ocupado este sitio, el lanzamiento a finales de año de un volumen adicional con ocho pistas nuevas (Prospekts March) lo consolidó como una obra mayor. Poco importa si los compraste por separado o en la edición conjunta, es pista por pista el disco más sólido, deslumbrante y conmovedor del año pasado.

2. Only by the Night (Kings of Leon) Sería un error decir que el sonido de Kings of Leon se sofisticó en sus últimos discos. La banda de los Followill encontró aun así una evolución sonora que marca una distancia que antes no existía con el resto del rock sureño de EU. Del ritmo contagioso de Crawl a los coros sublimes Be somebody , la voz de Caleb Followill invoca una suerte de trance que nos envuelve con su pasión y emociones crudas.

3. One Kind Favor (B.B. King) Llega un momento en que todo músico consagrado pierde por completo

el temor a desnudar su alma. King, que había dedicado los últimos años a construir duetos estupendos con quien le daba la gana, lanza ahora, para sorpresa de su público, esta vuelta al sonido puro del blues. Canciones nuevas, emociones puras, One Kind Favor podría ser el cierre

perfecto para una de las más grandes carreras musicales de nuestra era, si sólo no nos dejara queriendo más.

4. Miedo Escénico (Beto Cuevas) El exvocalista de La Ley se tomó su tiempo para su primer esfuerzo solista, un tiempo que se aprecia en la complejidad de los arreglos, en la selección y orden de las pistas y la sofisticación del sonido. Cuevas supera todas las expectativas, desde la poderosa Vuelvo hasta la desoladora No me queda nada . Por encima de lo que dejaba ver en La Ley.

5. Rockferry (Duffy) Algunos la desprecian como una versión rubia, desteñida y limpia de Amy Winehouse; los que la hemos escuchado, sabemos que esta pequeña intérprete de Gales es lo mejor que ha salido de las islas británicas desde el resurgimiento del soul. Del disco puede destacar el memorable hit retro de Mercy , pero es en Syrup & Honey y Warwick Avenue donde se esconde el espíritu de este clásico instantáneo.

6. Day & Age (The Killers) Con letras que bordean lo sublime y lo ridículo ( Human ) y un sonido tan desmesurado e inventivo como espectacular, The Killers nos obliga a poner atención a sus payasadas, gracias al completo despliegue de su estilo y personalidad. En algún momento, Brandon

Flowers y compañía dejaron de sonar como discípulos virtuosos de New Order y encontraron una voz propia, contagiosa e imprescindible.

7. HAARP Live (Muse) Esta edición conjunta de CD y DVD recuperó lo que fue premiado como mejor

acto en vivo del 2007, un concierto espectacular en Wembley durante la gira de promoción para Black holes & revelations. La asombrosa calidad sonora hace de éste un documento esencial para congelar en la memoria a Muse en la cima de su sonido y talento.

8. Rain (Joe Jackson) Dejando atrás la reunión con su banda del disco anterior, Jackson se vale de un trío complementado con el bajista Graham Maby y Dave Houghton en las percusiones, para lograr su disco más refinado y elegante en años (casi desde Night and day). No se trata del Jackson experimental, ni de su faceta más pop, Rain es un disco equilibrado que permite al músico desplegar sus mejores cualidades como compositor y vocalista, llenándonos tanto de nostalgia como de simple deleite.

9. Dig out your soul (Oasis) El amor es una máquina del tiempo canta Liam, con la poderosa y nasal voz que ha logrado el milagroso contacto con nuestras fibras más sensibles. Quizá lo único que queremos de Oasis es que nos acompañe toda la vida, sonando como siempre ha sonado, pero nuevo. Dig out your soul con todo y la segunda parte dispareja, tiene algunas de las mejores canciones de los niños terribles del pop rock británico.

10. Our bright future (Tracy Chapman) Cuando empiezan los primeros acordes de la tierna Sing for You , nos damos cuenta que la voz de Chapman y su estilo musical nos han acompañado durante los 20 años desde Fast Car . Es como si sus temas de justicia social, sus himnos a la fe y su portentosa sinceridad estuvieran en un universo aparte, donde el tiempo no pasa más que para dejarnos invadir

por su cálida sensibilidad.