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El concierto somos todos, dice Enrique Diemecke
El ex director de la Sinfónica Nacional, de visita en México, ve una nación en franco desarrollo, aunque en el exterior tiene una imagen de violencia .
Para el maestro Enrique Arturo Diemecke (México, 1955) ha sido un encuentro maravilloso trabajar con la Orquesta del IPN ahora que regresa al país para dirigir el Concierto conmemorativo por el 55 aniversario de la Unidad Profesional Adolfo López Mateos, Zacatenco, que tendrá lugar hoy 14 de mayo en el Palacio de Bellas Artes, a las 20:00 horas.
El maestro Diemecke, quien actualmente es director artístico de la Filarmónica de Buenos Aires, la Orquesta Sinfónica de Long Beach y de la Orquesta Sinfónica de Flint, en Estados Unidos, está de paso por México, su patria, a la que ve en franco desarrollo con una ciudad capital muy hermosa, aunque desgraciadamente en el exterior México tiene una imagen de violencia .
DE NIÑO PRODIGIO ?A MAESTRO PLATICADOR
Enrique Arturo es compositor y violinista, creció en el seno de una familia de origen alemán. Fue de esos niños prodigio que a los seis años comenzó a tocar el violín, a los nueve el corno francés y el piano. Recordamos su trabajo de dirección orquestal en Bellas Artes que tenía la peculiaridad de su gran acercamiento con el público. Dejaba la batuta y desde el podio señalaba detalles, indicaba a los asistentes en qué parte poner atención. Contaba anécdotas. También respondía preguntas y, claro, reprendía por las malas conductas de los asistentes.
El maestro sigue siendo así, un músico al que le encanta dialogar: Eso no se puede desaparecer ni quitar en uno, sobre todo si la idea era acercarse al público, era buscar el entendimiento de que el concierto somos todos... que el público es parte del concierto. Si no, no hay concierto. Para mí siempre ha sido importante ese contacto, aunque la música sea muy dramática y uno pueda llorar, tiene que haber esa entrega, esa alegría de producir, esa alegría de dar, de compartir .
La Orquesta Sinfónica del IPN interpretará, bajo la dirección del maestro Diemecke, la Novena sinfonía coral de Beethoven y la obertura Festival académico de Brahms.
La idea de la primera obra surge porque hay que estar acorde con este aniversario. Refiere el maestro: Como es un festejo de una institución educativa, busqué una obra que fuera precisamente escrita para una institución educativa, el Festival académico de Brahms, que escribió este maestro con motivo de un honoris causa que le dieron en Inglaterra y esa vez escoge -aparte de otros himnos- el Himno Internacional del Estudiante. Por eso es que esta obra tiene una característica muy especial hacia el estudiante, la academia, el instituto, la universidad; hacia la enseñanza y el aprendizaje. Muy apropiado el tema .
Agrega que la segunda obra es una sinfonía de grandes vuelos, la Novena sinfonía de Beethoven, que aparte de tener los hermosos movimientos que son de lo mejor que se ha escrito en la literatura musical, cierra con un movimiento que incorpora la letra de la Oda a la alegría escrita por el poeta Friedrich von Schiller .
Participarán en este magno concierto el Coro del Teatro de Bellas Artes y el Coro Alpha Nova del IPN; el tenor José Luis Ordóñez, miembro de la Coordinación Nacional de Música y Ópera de Bellas Artes. Así como la soprano Margarita Estrada, la mezzosoprano Oralia Castro y el barítono Óscar Velázquez, estos últimos miembros del Estudio de la Ópera de Bellas Artes, creado recientemente por el tenor mexicano Ramón Vargas.