El diálogo detrás de las cámaras

Habla Joanna Larequi, la protagonista de Las hijas de Abril, la cinta con la que por tercera vez Michel Franco triunfó en Cannes.

Las hijas de Abril significa mucho. Es la tercera vez que un cineasta mexicano joven Michel Franco no llega ni a 40 años se gana a Cannes. La cinta es uno de los estrenos más codiciados de las próximas semanas (está programada para el 30 de junio, pero los estrenos en México son caprichosos).

Joanna Larequi (Ciudad de México, 1979), una de las protagonistas de la cinta, dio a El Economista una breve entrevista donde platicamos del método de trabajo de Franco, la oscuridad de la historia y del feminismo existente o no en la película.

Se debe ver varias veces

La crítica en Cannes se rindió ante Las hijas de Abril, llamándola una oscura mirada a la maternidad . Joanna Larequi no está de acuerdo con esa mirada oscura . La primera vez que la ves puede resultar oscura, pero es una película tan rica que puedes verla varias veces y descubrirle nuevas cosas. Son cuatro puntos de vista, no sólo el de Clara (el personaje de Larequi) y el de Abril (la madre, interpretada por la actriz Emma Suárez). Está, por ejemplo, el punto de vista de Valeria, que no se deja comer por la madre. Es una película muy compleja y no me parece tan oscura .

La cinta cuenta la historia de dos hermanas que viven solas en ?Puerto Vallarta. Valeria (Ana Valeria Becerril), de 17 años, está embarazada. Clara, la media hermana mayor, lleva la mayor parte del sostén de la casa, pero no puede más con los gastos y el costo emocional.

Sólo por eso se atreven a pedir la ayuda de Abril, la madre de la que están distanciadas. A lo largo de la historia: Nos iremos dando cuenta por qué, para sobrevivir, las hermanas habían escapado de Abril. Mi personaje, Clara, vive en confrontación con su madre. Mucho de su modo de ser está influido por la relación con Abril, por ejemplo, su sobrepeso es como una respuesta emocional a todo eso .

Una preparación vivencial

Sobre cómo se trabaja con Michel Franco, Joanna no tiene sino buenas palabras para él: Es un director que te escucha, que le gusta dialogar con el actor, tiene muy claro quién trabaja en qué y es muy respetuoso de eso. Él dice, y yo estoy de acuerdo, que primero va la historia, luego los actores y después la cinematografía. Esos son sus tres pilares.

Es muy preciso con las palabras y eso lo agradeces como actor, sabe qué pedir y cómo, desde el trabajo previo hasta el trabajo ya en el set, donde le gusta tener mucha intimidad, que haya sólo la gente necesaria. Es muy perfeccionista y eso me gusta , dice Joanna.

Para hacer la película las tres actrices tuvieron una preparación vivencial. Nos encerramos una semana juntas en la casa de Puerto Vallarta para apropiarnos del espacio y aprender a relacionarnos. Por eso lo que ves en pantalla es una relación muy honesta. Yo misma me sorprendí cuando vi la película y vi, por ejemplo, que Emma hacía un movimiento de hombros y después yo hacía lo mismo y era algo completamente inconsciente .

Lo que más le gusta a Larequi de Las hijas de Abril es su guión. Tiene, dice, unas vueltas de tuerca bien logradas, además de que es una historia de mucha contención emotiva que no trata de tomar partido, son cuatro puntos de vista (los de las tres mujeres y el del novio de ?Valeria), cuatro capas muy cuidadas de historia .

¿Es Las hijas de Abril una cinta feminista como podría pensarse por la sinopsis? Si hablamos del feminismo como equidad, no, la cinta no va por ahí , dice Joanna, pero sí visibiliza la problemática de las mujeres, cómo somos enjuiciadas de modo distinto a los hombres, o somos criadas diferentes. Es la historia de tres mujeres muy distintas entre sí y ésa es una de sus riquezas .

concepcion.moreno@eleconomista.mx