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El mecanismo: una muestra de la corrupción latinoamericana
La serie brasileña que indignó al expresidente Lula da Silva gira en torno a la operación Lava Jato, un escándalo de corrupción que puso en jaque al gobierno de Dilma Rousseff.
El mecanismo es una serie que genera encono. No porque esté mala, al contrario, sino porque expone un pedacito de realidad capaz de tocar fibras sensibles. ¿El tema? La terrible corrupción que afecta a los gobiernos latinoamericanos.
La serie brasileña El mecanismo está basada en el caso conocido como operación Lava Jato, que destapó un terrible caso de corrupción que involucró a la empresa Petrobras, así como a diversos funcionarios del gobierno de Brasil. Se descubrieron sobornos millonarios para obtener beneficios en licitaciones públicas y omitir irregularidades, así como lavado de activos.
Las responsabilidades llegaron hasta la presidencia de Brasil, de tal manera que la presidenta Dilma Rousseff fue suspendida de sus funciones, mientras que el expresidente Lula da Silva, quien ya se entregó a las autoridades y fue condenado a 12 años de prisión por corrupción.
Cabe mencionar que Da Silva hizo de conocimiento público sus intenciones de demandar a Netflix porque había producido una mentira más.
El mecanismo comienza con la narración de un oficial de policía que se especializa en delitos fiscales llamado Marco Ruffo (Selton Mello), quien está detrás de un cambista llamado Roberto Ibrahim (Enrique Díaz), de quien sospecha ha movido dinero ilícito (millones de reales), dinero que involucra a gente del gobierno. Ruffo tiene como aliada a Verena Cardoni (Caroline Abras), su compañera y aprendiz.
Una pieza clave de la historia es el juez Paulo Rigo (Otto Jr.), cuyas acciones serán fundamentales para la consignación de los responsables y, por supuesto, para hacer valer la justicia por encima de los intereses políticos. Este personaje está basado en el juez Sergio Moro, quien hizo posible el encierro de los implicados en el escándalo de corrupción de la operación Lava Jato y condenó a prisión al expresidente Lula da Silva. Conforme avanza la serie comenzamos a ver que nadie puede meterse con el cáncer de la corrupción sin mancharse, sin que haya consecuencias... sobre todo si las altas esferas políticas están involucradas, incluidos el expresidente (ficticio) de aquel país y la presidenta en turno (también ficticia). También están involucrados algunos de los más poderosos empresarios.
El mecanismo no es una serie de acción, es una mezcla de suspenso detectivesco, intriga política y un poco de drama, que genera horror e indignación conforme nos muestran la basura que esconden los actores de dichas corruptelas. La serie, creada por José Padilha (Narcos, Tropa de élite) y Elena Soárez, no intenta ser realista y dista mucho de ser un documental, pero contagia esas ganas de que alguien encierre a todos los aquellos políticos corruptos y sus secuaces.
No importa que sea en Brasil y no aquí... y es que de inmediato nos identificamos con este mal, más allá de que esté basado en un caso real en donde muchos países latinoamericanos fueron mencionados; como un acto de fe nos ponemos el saco y de inmediato entramos en la ilusión de que eso mismo ha pasado en nuestro país.
El mecanismo consta de ocho capítulos y es una de las mejores series disponibles en la plataforma Netflix. Su interés aumenta debido a los acontecimientos recientes que involucran al expresidente Lula da Silva.