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Arte e Ideas

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En México no hay una cultura tecnológica: Amexcomp

El sistema educativo debe fomentar la investigación y desarrollo tecnológico de alta calidad.

Nosotros estamos acostumbrados a ver los productos tecnológicos en nuestras manos; computadoras, tabletas, celulares, son parte de la vida cotidiana y traen grandes beneficios a nuestra sociedad, se trata de un poder que incluso en el futuro nos va a transformar de manera radical y nos va a ayudar a resolver nuestros problemas básicos en el mediano y largo plazo , aseguró Luis Alberto Pineda presidente de la Academia Mexicana de Computación (Amexcomp).

Sin embargo, el especialista aseguró que para el mexicano no es tan común pensar en la concepción de estos productos y de cómo es el mercado laboral que lo crea, éste es un tema lejano para nosotros; sin embargo, el recurso humano que se requiere es del más alto nivel, son ejércitos de investigadores, tecnólogos, ingenieros y científicos que se dedican cotidianamente a esto .

Pero estas miles de personas, estos mercados laborales de alto nivel, y la gran derrama económica, no los tenemos en México a pesar de ser grandes consumidores, nos estamos limitando a una parte de la riqueza generada en tecnología .

En entrevista, Pineda explicó que el diferencial del costo que tiene la fabricación de una computadora y el costo final al cliente es enorme, pues recordemos que lo que cuesta millones de dólares es el desarrollo de estos productos, pero una vez desarrollados su manufactura es muy barata.

Hoy México se ha limitado a la segunda parte, que, aunque es indispensable, nos deja fuera de la creación de tecnología. Somos creadores de mediana tecnología y así actúa nuestro ecosistema, por ejemplo, el sector educativo en nuestro país se limita a desarrollo de sistemas, fábricas de software, mantenimiento operación y análisis de sistemas a mediana escala, esto por la necesidad de que la tecnología que ya nos llega se habilite a la sociedad, éste es nuestro panorama. La educación está orientada a niveles técnicos y quienes deciden llevar sus estudios a grandes niveles no encuentran espacio laboral, se dedican a la docencia o emigran .

Dijo que otro tema a destacar se da cuando la industria, e incluso el gobierno, requieren de servicios técnicos especializados de alto nivel, éstos acuden a la academia, y acuden a ella porque no hay un mercado laboral de compañías de alto nivel que den este tipo de soporte, entonces la academia se convierte en un proveedor sustituto de servicios tecnológicos. Esto, aunque pareciera bueno por la vinculación del mercado con la academia, también tiene efectos negativos en varios aspectos .

Añadió que, por un lado, la dinámica de creación de servicios, lleva diversos pasos y la academia no está equipada para eso, porque la vocación de la academia es la investigación y la formación de recursos humanos .

Además, la academia, hace los trabajos a muy bajo costo valiéndose de los estudiantes, lo cual limita las posibilidades de hacer las cosas con calidad, pues para los estudiantes la meta principal son sus estudios.

La cadena natural debería ser que la academia formara recursos humanos y éstos crearan las empresas tecnológicas proveedoras de dichos servicios, pero no sucede así .

Primeros pasos para?cambiar el panorama

Con este panorama es que la Amexcomp, creada en el 2015, presentó el libro Políticas y Estrategias para el desarrollo de la Computación en México. La idea es plantear ante la sociedad cómo es que los especialistas ven el ecosistema, que no es precisamente la visión ni del gobierno, los industriales e incluso de la academia formal.

Queremos presentar cuáles son las consecuencias de que este ecosistema funcione de esta forma y un análisis que hacemos los computólogos sobre el estado de la comunidad en investigación y docencia de alto nivel, además de la manera en que debería ser estimulada, pues aquello que no se estimula tiende a vivir de una manera muy débil y muchas veces desaparece .

Entre las reflexiones que el libro recopila se menciona a la educación como un primer eslabón, desde la formación básica y cambiando la manera de enseñar enfocándola a un pensamiento computacional.

Otro aspecto es la evaluación a varios niveles: individuos, grupos e instituciones para que se fomente la investigación y desarrollo tecnológico de alta calidad.

Además de una reorganización de catálogos de disciplinas y especialidades científicas y tecnológicas, la creación del Instituto Nacional de Investigación en Computación, la definición y reglamentación de políticas, marco legal y generación de patentes.

La computación seguirá creciendo y su importancia estratégica se incrementará conforme nos adentremos en el siglo XXI, por lo que su desarrollo y fortalecimiento deberían ser una prioridad nacional , concluyó también el investigador y coautor del libro.

nelly.toche@eleconomista.mx

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