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Arte e Ideas

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Gabinete de maravillas de Guillermo del Toro

Guillermo del Toro reveló la belleza oculta en cada una de las piezas que lo inspiran desde niño.

Se advierte que la exposición "En casa con mis monstruos", que forma parte de la colección Guillermo del Toro, es una reunión de personajes singulares, que evoca espacios misteriosos y que construye atmósferas densas.

Sin embargo, las historias de cada uno de estos personajes y atmósferas nos muestran una belleza distinta de la que creemos y nos conectan con nuestras propias imperfecciones.

Esta exposición que se inaugurará el 1 de junio en el Museo de las Artes de la Universidad de Guadalajara (MUSA) está montada a manera de set de grabación.

Todo lo que hay a la vista es una ilusión construída con detenimiento, esmero y mucho cariño de parte de dos grandes del cine, el propio Guillermo y su curador, también merecedor de un Premio de la Academia, Eugenio Caballero.

Al respecto Del Toro comentó que no trata de consagrarse con esta muestra, sino mostrar los hilos que fueron tejiendo su historia desde que era un niño, hasta lo que es y representa ahora.

“No es una museografía que aspire a consagrar, es un diálogo con los creadores comunes de México. Buscando decirles que lo que sea que les mueve es parte de su historia”, dijo.

Y aunque su trabajo, ingenio y curiosidad lo llevaron a crear un mundo propio de detalles y ser considerado como uno de los maestros de la cultura pop actual, lo que el mexicano busca con la última muestra de “En casa con mis monstruos" es que se aprecien los detalles de los objetos que le enseñaron el mundo desde distintas épocas.

“La exposición no se organizó en torno a las películas, es acerca de la identidad y la identidad que se forma en Guadalajara. Lo importante para mí es que la identidad narrativa, la identidad artística se puede forjar por cosas completamente disímiles que hablan de lo mismo, se puede abrazar con emoción la creatividad, la síntesis y la pasión”, explicó.

Infancia

La primera de las ocho salas que componen esta exposición se remonta a la niñez de Guillermo del Toro.

Siempre interesado en lo que está escondido pero que sorprende, la primera pieza de esta exposición es el Monolito que aparece en la película El Laberinto del Fauno.

Luego dos retratos de cuando era un niño. Una de las fotografías guarda el momento en que Guillermo juega con su hermana, él con dientes de vampiro, mientras ella yace en el suelo divertida.

Seguirán una escultura del Fauno hecha con silicona y fibra de vidrio, la muñeca diabólica del programa televisivo The Night Gallery, gacetas de El Mundo Ilustrado y conceptos artísticos de Mary Blair, quien es conocida por su trabajo en Disney.

El mundo de hadas en el que la estadounidense creó conceptos y personajes para películas como Pinocho, Alicia en el País de las Maravillas y Peter Pan.

Cuarto de lluvia

En la segunda sala Guillermo hace una reproducción exacta de su biblioteca en The Bleak House donde encuentra inspiración pero sólo al escuchar caer la lluvia.

En la habitación sentado en un sillón aparece una escultura de tamaño real del escritor de terror Edgar Allan Poe creada por el artista Thomas Kuebler.

Victoriana

No podía faltar en esta exposición la representación de la época victoriana de la que el artista retoma las galas, y su moda, además de romanticismo gótico  que se puede apreciar en la utilería y los vestuarios de La cumbre escarlata diseñado por Kate Hawley que también trabajó en el vestuario de la cinta Pacific Rim.

Magia y Ocultismo

En esta sala además de las ilustraciones lúgubres de Julio Ruelas quien fue sepultado en París en el cementerio de Montparnasse,también se muestran herramientas de la película Hellboy.

Así como bustos de magos reconocidos y maestros del terror como la estatua de tamaño real del escritor Howard Phillips Lovecraft, otro de los ídolos literarios de Del Toro.

Para finalizar esta sala se encuentra la experiencia de realidad visual llamado "La quimera" que recrea una escena del espinazo del diablo.

Cine, Cómics y Pop

Del coleccionista especializado en lucha libre Christian Cymet, en este espacio Del Toro homenajea a un héroe enmascarado, El Santo.

Incluye además una pila de cómics de sus autores favoritos y uno de los más preciados recuerdos de su infancia.

Se trata del puesto de periódicos de El Occidental, originalmente ubicado en las calles de Pedro Moreno y Robles Gil, al que él y su abuela iban a comprar historietas.

Frankenstein

Aquí destacan los errores de la ciencia, desde la idea misma de la forma, la belleza y lo deforme. Esculturas monumentales de Kuebler y Mike Hill rodean la sala, en la que además hay cigotos reales y La Mandrágora del pintor mexicano Diego Rivera. Mientras que la sala de "Los Otros / Nosotros / Los Monstruos", es una continuación de esculturas como la del Hombre Elefante y de los personajes de la película Freaks bajo una carpa de circo donde se les ve sonriendo.

Muerte y Más Allá

Para cerrar el ciclo de la vida y poder entrar al terreno de los muertos vivientes la exposición culmina con figuras vampíricas como Nosferatu y la única pieza que el director confesó que le dio miedo al crear, el Hombre Pálido.

Como elemento sorpresa Guillermo del Toro digitalizó sus libretas y diarios en donde, combinando pensamientos escritos en cursiva y alternando el inglés y español, reveló sus inquietudes de cada uno de los siniestros personajes que ha creado hasta el momento.

katia.nolasco@eleconomista.mx

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