Buscar
Arte e Ideas

Lectura 4:00 min

Ida Vitale celebra “frenesí poético” de El Quijote

Lo que llamamos locura es frenesí poético, dice la uruguaya de 95 años de edad.

Uruguayan poet Ida Vitale receivies the Cervantes prize from Spain

Uruguayan poet Ida Vitale receivies the Cervantes prize from SpainAP, POOL EFE

La escritora uruguaya Ida Vitale homenajeó este martes el “frenesí poético” que alberga la obra cumbre El Quijote al recibir el Premio Cervantes, el máximo reconocimiento a la creación literaria en español.

“Muchas veces lo que llamamos locura del Quijote podría ser visto como irrupción de un frenesí poético, no subrayado como tal por Cervantes, un novelista que tuvo a la poesía por su principal respeto”, dijo la poetisa.

Figura destacada del esencialismo poético, Vitale es a sus 95 años la quinta mujer en recibir el galardón. Al anunciarlo, el jurado describió su poesía como “intelectual y popular, universal y personal, transparente y honda”.

Última sobreviviente de la llamada Generación del 45, que integraron figuras como Mario Benedetti, Juan Carlos Onetti, Amanda Berenguer y Ángel Rama, su primer marido, Vitale ha compaginado la docencia con la publicación de poesía, prosa y traducciones del francés, inglés, italiano y portugués.

Conmemorando la fecha de fallecimiento de Cervantes, el premio dotado con 125,000 euros (2.6 millones de pesos) se entrega cada 23 de abril en la cuna del autor de Don Quijote de la Mancha, el Paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares, a 45 kilómetros de Madrid.

Acompañada de su familia, Vitale recibió la medalla y la escultura de manos del rey Felipe VI, ante la mirada de la reina Letizia. “Ahora no me saldría leer el discurso, sino abrazar y decir cosas absurdas, pero que me saldrían del alma”, dijo la escritora tras subir a lo alto de un atril que se eleva sobre la sala.

Después comenzó a leer y durante más de 15 minutos reflexionó sobre la obra cumbre del Siglo de Oro de la literatura en español.

“No sé por qué atribuí a ese libro la capacidad de precipitar hacia mí la buena voluntad del azar”, afirmó la escritora. “Quizás simplemente buscaba una ocasión de dicha dispersiva, de claridad sin reserva, cuando el disfrute viene sin proponérselo a veces, acompañado de una sensación de penuria de gracias en la vida diaria y necesidad de gusto satisfecho”, expresó.

Reflexionar sobre la obra cervantina se ha convertido en una tradición por parte de los galardonados desde 1976, que incluyen al nicaragüense Sergio Ramírez (2017) o al barcelonés Eduardo Mendoza (2016), entre los más recientes.

Sólo cuatro mujeres antes de Vitale habían logrado el reconocimiento: las españolas María Zambrano y Ana María Matute, en 1988 y 2010, respectivamente, la cubana Dulce María Loynaz, en 1992, y la mexicana Elena Poniatowska en el 2013.

Vitale nació en Montevideo y creció en una familia culta, de origen italiano, durante años en los que Uruguay se erigía en remanso de paz y progreso dentro del continente. Pero cuando un golpe militar tomó control del país, la escritora se exilió a México, donde permaneció entre 1974 y 1985 y conoció a figuras literarias como Octavio Paz.

Posteriormente, Vitale vivió en Austin, Estados Unidos, y pasó largas temporadas en España, antes de regresar a Uruguay con su segundo marido, el poeta Enrique Fierro, fallecido en el 2016.

La luz de esta memoria, en 1949, su afamada Palabra dada, de 1953, y sus vivencias mexicanas recogidas el pasado año en Shakespeare Palace destacan entre la poesía y prosa de Vitale, publicada en docenas de libros y antologías.

La escritora ha recibido el Premio Internacional de Poesía y Ensayo Octavio Paz, en el 2009, el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, en el 2015, y en el 2018, el Premio FIL de literatura en Lenguas Romances, en México.

Temas relacionados

Únete infórmate descubre

Suscríbete a nuestros
Newsletters

Ve a nuestros Newslettersregístrate aquí

Últimas noticias

Noticias Recomendadas

Suscríbete