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Arte e Ideas

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Invitan a una (r)Evolución sin violencia

El escritor y sus colegas lanzan una convocatoria ética en una plataforma digital a manera de manifiesto.

En el centro de todo, la conversación, saber escuchar, no imponer las ideas, sino esperar el turno. En el fondo, ésa es la manera de proceder de una persona digna. Así procede el escritor mexicano Guillermo Fadanelli en una plática amistosa, mientras bebe un licor de anís en la cantina del bar Covadonga. Tiene la cabeza gacha y escucha atento al interlocutor. Sonríe y hace bromas, se va por las ramas y después regresa, siempre regresa por más tragos que tenga encima. Es difícil que Guillermo pierda el hilo de las conversaciones.

En múltiples charlas con sinfín de amigos de este escritor, ya sea en ésta o cualquiera otra de las demás cantinas que frecuenta, surgió una preocupación y una idea: rebelarse contra el actual estado de cosas, desde la palabra, el lenguaje.

De esta idea emana un libro de ensayos recientemente publicado, Insolencia (Almadía, 2012), y una convocatoria ética que lleva por nombre (r)Evolución sin violencia.

Se trata de una convocatoria ética expuesta en una plataforma digital, una página web (www.revolucionsinviolencia.com), a manera de manifiesto, el cual surge de la conversación y el encuentro de opiniones entre personas que consideran crítica e insoportable la actual situación del país: una sensación bastante común en nuestros días , se dice en el sitio.

Se trata de un conjunto de principios o puntos de partida que buscan la reflexión, aprobación y apropiación de los lectores con el propósito de poner en marcha acciones civiles efectivas que no necesariamente tengan que pasar por instituciones o partidos políticos, es decir acciones que intenten poner límites a los agravios sociales y económicos que constantemente sufren las personas en su vida cotidiana , se escribe en la presentación del Manifiesto, en el que no se enumeran principios dogmáticos, sino puntos de encuentro para llevar a cabo reflexiones y acciones que ayuden a la comunidad a defenderse en una sociedad cada vez más injusta.

En conversación, Fadanelli comenta: Lo que se requiere en el fondo es restaurar la buena convivencia. Por eso hemos firmado este manifiesto, que es iniciar una conversación sobre la civilidad y hacer una crítica sobre el estado de cosas, que incluye los monopolios de la comunicación, la acumulación obscena de riqueza, la diferencia arbitraria entre la masa de los pobres mexicanos y la pequeña porción de los mexicanos más ricos, significa también una idea de política distinta que no pase nada más a partir de los partidos políticos, y que no son los partidos políticos quienes administran la fuerza política, sino más bien construir caminos alternativos de diálogo y conversación, de charla civil, para buscar coincidir en puntos muy sensibles. A ver si logramos, si no componer, si más o menos enderezar las cosas.

Hay un ensayo de Karl Popper en donde dice que los intelectuales -y yo diría también que los políticos- tienen que transmitir su conocimiento de forma sencilla. Si no logran hablar o comunicarse con los demás de una manera más o menos clara, deben callarse y trabajar hasta que lo puedan lograr. Quien logra transmitir ideas complejas a través de una expresión sencilla, a mí, me parece un hombre cabal y transmisor de conocimientos , dice Fadanelli. Tanto el libro Insolencia como el Manifiesto van por ese rumbo.

La literatura es una grieta propositiva, pues la lectura y la literatura, al ser conversación con el otro, se vuelven reflexión y crítica.

Toda crítica es rebelde porque expone al objeto de su crítica a la unión, a la observación y al desacato. Por eso, la lectura es insolente. Siempre esperamos obtener resultados precisos, moralejas, en los libros que leemos. Por eso los Sanborns y demás establecimientos están llenos de tanta basura moral y de tanto libro que recopila cómo vivir mejor, cómo ser mejor, cómo beber agua mejor, pero que, sin embargo, no tocan en absoluto las raíces de los problemas del ser humano, los problema cotidianos, los problemas de nuestra convivencia. Por eso, sigo pensando que la literatura, la escritura y la palabra son en sí mismas insolentes y críticas.

La conversación estimula la crítica y la conciencia de que el otro existe. La literatura te lleva a la rebeldía. Todo buen lector es un rebelde , dice Fadanelli.

Sobre (r)Evolución sin violencia y otras iniciativas civiles como el Movimiento #Yosoy132, dejó en claro que se da cabida a todo grupo, a toda persona que sea crítica y se rebele contra a desvergüenza económica y política. Sin embargo, alertó sobre la importancia de que todo sea cuidadoso porque están expuestos a ser engullidos llamémosle, por el poder .

aflores@eleconomista.mx

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