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La muestra que puso a Guillermo del Toro en el centro del MoMA
Hasta el 15 de abril, el visitante podrá vivir la experiencia de estar en el set de filmación de Pinocho y conocer cómo se logró la película en stop-motion con la que el cineasta mexicano ganó recientemente su tercer Oscar.
Este sábado 15 de abril, el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA) despide a Pinocho, de Guillermo del Toro, quien fue por cinco meses otro de los grandes mexicanos huéspedes en la Meca del arte, como ha sucedido con Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros, Frida Kahlo, Jose Clemente Orozco y Rufino Tamayo.
El museo neoyorquino dedicó al cineasta mexicano, ganador de tres premios Oscar, una exposición-tributo que muestra el proceso de elaboración de su última creación cinematográfica, ganadora este año de la estatuilla a Mejor película de animación. “Anination is a medium, not a genre”, es la frase de Guillermo del Toro que recibe al visitante.
“Ninguna forma de arte ha influido más en mi vida y en mi trabajo que la animación; y con ningún personaje en la historia he tenido una conexión tan personal y profunda como con Pinocchio”, ha afirmado el aclamado director de cine nacido en Guadalajara.
Un mundo de marionetas
Estos días, cerca del final, la exhibición Guillermo del Toro: Crafting Pinocchio luce abarrotada por los visitantes al recinto de Nueva York que tradicionalmente buscan tomarse la selfie junto a la Noche estrellada de Van Gogh u otras obras de Picasso, Dalí o Magritte, pero cambian el curso para ir a ponerse en primer plano con la marioneta gigante de Pinocho detrás, que cuelga del techo, e intentar captar en la foto a Pepe Grillo, que asoma desde un hueco junto al corazón del niño de madera.
Organizada por Ron Magliozzi, curador de cine del MoMA, la exposición se despliega en tres salas, haciendo de Guillermo del Toro un verdadero protagonista del recinto y mostrando todo el proceso artístico y artesanal de la primera película stop-motion del realizador mexicano: ocho sets de filmación a escala real realizados en Portland por diseñadores mexicanos, ingleses y estadounidenses; las marionetas estelares de la cinta, planos, partituras, los moldes con los que se hicieron los títeres, las mil caras de Pinocho con sus diferentes expresiones y estados de ánimo y que transportaban en cajas de pizza.
Estos y otros detalles de utilería que amueblan los escenarios reales de la filmación y brindan la sensación de ser parte de la producción. El visitante puede vivir la experiencia de estar en el set y pasear por la casa-taller de Geppetto, donde aparece el viejo carpintero borracho al pie de la escalera, y el muñeco de madera yace inerte en la mesa de trabajo junto a la ventana; o por el campo de entrenamiento de las juventudes fascistas y la aldea italiana recreada con el lema "Credere, Obbedire, Combattere", que sitúan al espectador en la época de Benito Mussolini, entre otros escenarios.
Completan la exposición una disección del cuerpo de Pinocho para apreciar cómo está articulado y cómo funciona la marioneta, las pruebas de movimiento y videos de alta velocidad que documentan el complejo proceso de animación stop-motion que dio vida a los personajes del cuento de Carlo Collodi, y un diagrama hecho a mano, probablemente garabateado por el propio cineasta, lo más parecido a un cuadrado semiótico de Greimas, donde libran batalla unos oponentes, los temas fundamentales que nutren la cinta: vida, muerte, y resurrección; amor, bondad y maldad.
En suma, Guillermo del Toro: Crafting Pinocchio es un tributo a Del Toro y a su creación fílmica, naturalmente, pero sobre todo es un reconocimiento al ingenio humano, al de todo el equipo técnico que dio vida en un set a personajes inertes como los títeres y marionetas de Pinocho, demostrando que, bien lo dijo Del Toro, la animación ha llegado a otro nivel.
Mirar la obra del cineasta
En la galería multimedia que cierra la muestra, tres videoensayos diseñados por el cineasta Javier Soto, quien ha trabajado con Guillermo del Toro desde El espinazo del diablo, exploran los leit motiv o paralelismos que Pinocho comparte con otras obras anteriores de Del Toro: la muerte, la resurrección y los monstruos. Además, el editor de sonido y diseñador Nathan Robitaille, quien trabajó con Del Toro en La forma del agua, creó un paisaje sonoro con referencias acústicas a las películas del cineasta tapatío .
La próxima parada de Guillermo del Toro: Crafting Pinocchio es, de junio a septiembre, en el Museo de Arte de Portland, ciudad donde se instalaron los sets de rodaje de la película. Está en veremos si la exposición llega a México en 2024. La moraleja de la película es que todo lo que se desea con verdadero amor, se consigue.
De Cronos a Pinocho
Los mundos que ha creado Guillermo del Toro por más de 30 años son testimonio de su obsesión por entrelazar lo gótico y lo fantástico con el mundo cotidiano o con emociones tan universales como el amor -el sacrificio por amor, más precisamente- ya sea en un laboratorio de la década de 1960 donde habita una criatura anfibia, en La forma del agua, o el espeluznante mundo de fantasía ambientado en 1944 en la España de Franco, en El laberinto del fauno.
El MoMA exhibe otras referencias fílmicas sobre Del Toro:
- Cronos (1992)
- El espinazo del diablo (2001)
- Blade II (2002)
- Hellboy (2004)
- Hellboy II (2008)
- El laberinto del fauno (2006)
- Titanes del Pacífico (2013)
- La forma del agua (2017)
- El callejón de las almas perdidas (2021)
- Pinocho (2022)
Guillermo del Toro: Crafting Pinocchio
Museo de Arte Modernode Nueva York
Hasta el 15 de abril
Próxima parada: Museo deArte de Portland
De junio a septiembre