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Mano de obra, efectos de la injusticia interiorizada
La película ganadora de dos Ariel evidencia los daños colaterales de la corrupción sistemática que invade al país, permeada hasta en la ética de sus ciudadanos.
Entrevista a David Zonana, cineasta ganador del Ariel a Mejor Ópera Prima
Mano de obra inicia con la caída de un albañil desde el techo de una casa. Se trata del hermano de Francisco (Luis Alberti), quien cae mientras trabaja y muere en el accidente, como ocurre con frecuencia en las construcciones. A partir de este hecho, Francisco exige la indemnización para su cuñada por el fallecimiento de su familiar, pero una serie de trabas y procesos burocráticos le echan en cara la verdad: el patrón no está mínimamente interesado en ayudarlo. Esto, sumado a otras injusticias acumuladas en relación a sus condiciones laborales, conducen a que los albañiles decidan hacer justicia por mano propia. La trama descrita se compone por varios giros argumentales que sorprenden al espectador por la metamorfosis discreta, pero radical, del carácter de sus protagonistas.
La película de David Zonana muestra la corrupción que aqueja a México en sus instituciones, pero también en la ética de sus ciudadanos, la cual exhibe mediante las decisiones de su protagonista. Al respecto, el director comenta “Quería retratar el olvido de los ideales iniciales de una revolución, como hemos visto en la historia de Latinoamérica, donde los líderes se convierten en lo que peleaban. Aquí no lo estudio desde una perspectiva económica o política, sino desde la falta de empatía y los ciclos de corrupción que terminan por erradicar los valores. También quería retratar la evidente necesidad de justicia después de años de opresión racial y clasista para no repetir patrones de comportamiento en el país”. Así, vemos en los personajes de Mano de obra que la injusticia ha permeado su comportamiento hasta causarles una sed de venganza que no discrimina hacia quienes se ejerce, sino que se ha interiorizado en su moral.
Aquí la urgencia por un cambio no es paciente como en Zama (Lucrecia Martel), ni es iracunda como en Parásitos (Bong Joon-ho), sino simplemente paralizante. Como consecuencia de la precariedad sistemática, en Mano de obra ya no existen posibilidades de reimaginar la existencia, sino solo conductas que perpetúan la mentalidad contra la que se luchaba, pero que se vuelve el único referente de pensamiento y forma de actuar a la que accedemos.
David Zonana demuestra que no hay buenos ni malos en esta historia, sino muchos tonos y circunstancias que moldean el comportamiento de alguien en determinado momento. En sus palabras “Quería retratar los matices que tienen los seres humanos, esas ambigüedades en las que ocurren los conflictos más complejos. Francisco refleja los sistemas en los que estamos envueltos y que terminamos por repetir, fomentando una disparidad social cada vez más amplia y una búsqueda de justicia cada vez más violenta”.
Además de señalar los efectos de la corrupción en el carácter de sus personajes, Mano de obra revela los contrastes extremos que caracterizan este país. Podemos observar planos generales de lujosas casas en las que los albañiles trabajan, para confrontar los opuestos que resultan sus hogares en cuanto a tamaño y comodidades. Cabe destacar que las locaciones del filme son en verdad las casas de los actores, que son en su mayoría constructores que fueron contratados para dar mayor veracidad a la película. Sobre el tema, comenta Zonana: “Hay poca ficción en ese sentido. La casa lujosa es real, lo mismo que las de los albañiles, así que los contrastes no son un invento y confrontan con el hecho de que, aunque Mano de obra es una ficción, contiene elementos casi documentales. Eso es lo triste: no hay necesidad de modificar mucho en la realización de una película cuando los contrastes son visibles en la realidad de México todos los días”.
De entre la enorme gama de injusticias que ocurren en México, Mano de obra se centra en las que afectan las condiciones de trabajo de las construcciones. Un foco importante para conversar en torno a los derechos laborales de los albañiles y sobre las repercusiones psicológicas en el hecho de construir algo con sus propias manos que saben que nunca van a tener porque el sistema no se los permite (o al menos no por las vías legales, posibilidad que en Mano de obra queda justificadamente descartada).
Mano de obra
- En 2019, fue la película mexicana que estuvo en más certámenes fílmicos nacionales y extranjeros.
- Obtuvo reconocimientos en el Festival Internacional de Cine de Los Cabos, Toronto International Film Festival, Festival de San Sebastián, Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana, Festival de Cine de Londres, entre otros.