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Mantenimiento de? la lengua, fundamental
Para lograr un mejor desarrollo y la felicidad de los habitantes de la región, se están elaborando indicadores económicos, sociales y medioambientales.
Las comunidades, las instituciones gubernamentales y académicas trabajan juntas en la zona del Totonacapan, Veracruz, para preservar y fortalecer la lengua indígena, ese aspecto intangible pero fundamental de la cultura.
En Veracruz hay cerca de 650,000 hablantes de las 15 diferentes lenguas indígenas, y representan cerca de 10% del total de hablantes en el país, por lo que el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (Inali) y la Academia Veracruzana de Lenguas Indígenas (Aveli) realizan trabajos en conjunto con niños y jóvenes para que no sólo entiendan el totonaco, sino que lo hablen y escriban.
Como parte de las actividades de Cumbre Tajín 2015, se ofreció una charla sobre la falta de aplicación de la Ley General de los Derechos Lingüísticos de los Pueblos Indígenas y la poca existencia de intérpretes profesionales.
Cumbre Tajín nos permite reflexionar sobre la esencia de la cultura totonaca, sus costumbres, tradiciones, pero también sobre la lengua; siempre atrae más lo visual: los trajes, las danzas, pero también es muy importante lo intangible y una no se entendería sin la otra; sin la tradición oral no se transmitiría la cultura , comentó Lucía Tepole Ortega, directora general del Aveli.
De acuerdo con la funcionaria de origen totonaco, la ley de derechos lingüísticos debería ser entendida en toda su dimensión y no sólo enfocarla en la enseñanza de los maestros de lenguas indígenas. Es un tema que debería ser transversal y ser tomado en cuenta para las políticas públicas, lo que abriría muchas puertas, una de ellas sería la impartición de justicia o capacitación a funcionarios para disminuir la discriminación .
Pero también se está trabajando con las comunidades para que conozcan y hagan efectivos sus derechos; que sepan las ventajas o desventajas de hablar una lengua indígena y que los maestros respeten los derechos de los alumnos indígenas. Algunos de estos materiales son libros, juegos y talleres que se imparten a niños de primaria y secundaria en los que ellos no sólo escuchan la lengua totonaca, sino que aprenden a escribirla y a hablarla. Un problema ha sido el poder incidir en los padres para que éstos dejen aprender a sus hijos y así no pierdan su origen lingüístico.
También se ha logrado que en algunas comunidades se coloquen letreros en lenguas indígenas para que los habitantes conozcan la pluriculturalidad y diversidad lingüística. Esto lleva a otro reto, que es crear campañas para hablantes no indígenas que los hagan reflexionar y sensibilizarlos sobre la situación y derechos de los indígenas.
De acuerdo con Fabricio Gaxiola, representante del Inali en Veracruz, la Constitución obliga a todos los estados a reconocer sus pueblos indígenas; sin embargo, 14 entidades no los reconocen y sólo cinco cuentan con una institución gubernamental enfocada a las lenguas indígenas.
Esto lleva a que en el país existan únicamente 600 intérpretes expertos en justicia, salud o programas sociales para un universo de 7 millones de habitantes de lenguas indígenas.
Tenemos una deuda enorme porque nos falta avanzar en que todos los pueblos con habitantes de lengua indígenas tengan servicios; a la ley le falta mucha difusión y, por ende, cumplimiento , comentó Gaxiola.
Trabajar más en colaboración, eficientar recursos, dar resultados tangibles a las comunidades, hacer los proceso más cortos, avanzar en los temas legales y lograr una visión transversal son algunos de los pendiente que se tienen con las comunidades indígenas, concluyeron los expertos.
El santuario de la? cultura totonaca
El Centro de las Artes Indígenas (CAI) tiene desde diciembre del 2012 el reconocimiento de la UNESCO como Buena Práctica de Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial.
En este marco, se hizo oficial la colaboración entre la UNAM y el Centro de Artes Indígenas (CAI) para conocer el estado de desarrollo económico, social, cultural y artístico de la región totonaca de Veracruz y Puebla.
El objetivo es encontrar mejores herramientas para que el centro (de Artes Indígenas) logre un mejor desarrollo y felicidad de la región; buscar el buen vivir del que los totonacas hablan pero también hacer efectivo el conocimiento de la multiculturalidad y lograr una transmisión intergeneracional , comentó Acosta en entrevista.
A lo largo de cuatro años, el CAI y miembros del Programa Universitario de Estudios de la Diversidad Cultural y de la Interculturalidad de la UNAM han evaluado distintos factores al finalizar la Cumbre Tajín, entre ellos indicadores económicos, medioambientales, de salud y migración. Pero será hasta este año que se evalúen los impactos negativos y positivos del evento en las personas de la región.
El resultado será la publicación en papel, digital y online con los resultados y comentarios, además de la creación de un centro de documentación e información en el Parque Takilhsukut. Algunas conclusiones ya las tenemos, pero no tenemos fecha por falta de presupuesto , explicó el director del CAI.
Otra de las metas es tener un seminario permanente de arte indígena y ampliarlo a otros pueblos indígenas con expertos de nuestro país o con experiencia en países con habitantes indígenas, como Chile y Bolivia.
A 15 años de haberse creado este proyecto, el mayor éxito ha sido que el indígena totonaca está más orgulloso de su identidad, a decir del director general, Salomón Bazbaz, y de personas que desde jóvenes se acercaron al Parque Takilhsukut para desarrollar sus habilidades, ya sea como voladores, poetas o artistas y que ahora forman parte de Cumbre Tajín y son embajadores culturales con la firme convicción de que éste es un proyecto único que tiene como base la enseñanza tradicional de la cultura totonaca y reafirmar su identidad.
Gracias a la Escuela de Voladores ahora no sólo hay alumnos en el Parque Takilhsukut, sino en cuatro comunidades más que tienen unos 70 alumnos cada una y de tener unos 200 alumnos en las diferentes casas de oficios en el CAI ? como alfarería, madera, música, comunicación y producción, textileros, sanadores, gastronomía, entre otras , ahora hay unos 1,000 integrantes.
Cabe mencionar que hasta hace un par de años las casas-escuelas de enseñanza eran seis, ahora hay 15. Este año se abrieron la casa de la música, la de la palabra florida y la de teatro.