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Arte e Ideas

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Munal reúne los paisajes sublimes del Dr. Atl

El ideólogo del movimiento muralista en México.

Este 11 de abril se inaugura en el Museo Nacional de Arte (Munal) la primera exposición dedicada por la pinacoteca para “el hombre volcánico”, Gerardo Murillo: Atl, fuego, tierra y viento; sublime sensación, una muestra de las obras representativas del célebre paisajista jalisciense.

“Dr. Atl, fue un personaje de amigos pero también de enemigos, como David Alfaro Siqueiros y José Juan Tablada, en un ambiente cultural mexicano que atravesaba una transición y que Gerardo Murillo habría estudiado desde el positivismo. También empezó a incluir en su obra conceptos como la mecánica y comenzó a retratar el paisaje como la carta de presentación de México, algo que retoma de las vanguardias. Él era un amante de Italia, incluso ahí estudió vulcanología”, mencionó durante un recorrido el curador del acervo del siglo XIX en el Munal, Víctor Rodríguez Rangel.

Serán diferentes las herramientas que acompañarán esta colección en el museo nacional, pues su directora, Carmen Gaitán Rojo, anunció que además de la muestra se publicarán hojas de salas en seis espacios, incluidos la biblioteca del recinto, donde se realizarán  actividades paralelas a la muestra: una publicación impresa, un curso didáctico para los asistentes que explica cómo Dr. Atl se arriesgaba con sus grupos de alumnos a observar la naturaleza y pintar desde la cima de las montañas, y por último habrá en línea el catálogo digital de la exposición con información adicional de las biografías de los 10 pintores que forman parte del legado de Dr. Atl en la pintura de estilo paisajístico con prácticas alpinistas.

La primera exposición en nombre de Atl

Ésta será la primera muestra de 130 piezas que recuperan la obra y legado del Dr. Atl, que tendrá lugar en el segundo piso de este recinto, que alberga más de 6,000 piezas de arte, y cuyo espacio está listo para exhibir una selección de dibujos a lápiz y carbón, óleos, litografías y fotografías que fueron donadas por el artista en 1950 al gobierno de Miguel Alemán y que ahora son procedentes de los fondos artísticos y nacionales del INBAL que el Munal recibió para su resguardo en el 2007.

En entrevista, el curador de la exposición Atl, fuego, tierra y viento; sublime sensación dijo que se cuenta con 104 piezas pertenecientes al acervo autónomo del museo, pero que también se incluyeron cinco piezas que son de colecciones particulares y otras  obras, 21 procedentes del Museo de la Acuarela.

Las imágenes de esta compilación dedicada a Dr. Atl abordan los fenómenos telúricos, en especial el nacimiento y la erupción del Paricutín, en el estado de Michoacán durante los años 1943 a 1945, que el artista plasmó varias veces.

“Era científico, pero tenía la mente tan abierta que no negaba la influencia del cosmos en los fenómenos naturales. Buscaba en estas manifestaciones lo sublime y lo amenazante, dándole a su obra energía y vitalidad”, relata el curador de la exposición del artista, quien realizó diversas visitas a los volcanes de la meseta central de México y desde sus cúspides retrató las lejanías acentuando las circunferencias de los horizontes, siguiendo la propuesta espacial del pintor Luis G. Serrano, quien fuera su contemporáneo.

Los seguidores de Atl

Al importante conjunto pictórico de monumentales paisajes de una escuela de alpinistas-paisajistas que se inspiraron en el Dr. Atl o que le precedieron se suman las obras de Eugenio Landesio, José María Velasco, Carlos Rivera, Cleofas Almanza, Joaquín Clausell, Francisco Goitia, Luis Nishizawa, Pedro Flores, Mario Almela y Jorge Obregón, quien es el único artista vivo que ofrecerá un testimonio este jueves durante la inauguración de la muestra.

En la penúltima de las salas, la sala maestra, se encuentran obras de algunos de estos alumnos como Joaquín Clausell y Luis Nishizawa con estilos impresionistas, así como las obras de Velasco.

De tintes dantescos, en las imágenes aparecen pintadas la lava, erupciones, fuego y gases, claves del paisaje sublime en las que Atl transmite cualidades poéticas y naturalistas en esta exposición que permanecerá abierta al público hasta el 2 de julio.

katia.nolasco@eleconomista.mx

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