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Ser editor es riesgoso pero muy divertido: Jorge Herralde
La industria editorial pasa por problemas ante la crisis económica; el fundador de la casa española asegura que sólo hay que adaptarse al nuevo mercado.
¿Escribir mis memorias? Cuando me jubile, a los 103 años, entonces, me dedicaré en cuerpo y alma hacerlo , bromea el editor español Jorge Herralde, cómplice de un sinnúmero de escritores que han pasado por Anagrama en más de 40 años. El editor habla de la crisis en el mundo editorial, del precio único del libro o el e-book (que, confiesa, no usa) y de que sigue recibiendo cientos de manuscritos en busca de una oportunidad.
¿Qué significa ser editor?
La vocación de un editor es tan auténtica como la de un escritor. Y es una profesión apasionante que tiene riesgo, azar y adrenalina ante el descubrimiento de una nueva voz o la consolidación de un autor Es un mundo que puede atrapar a cualquiera por la magia de la edición, si me permite decir una cursilería.
¿El mundo editorial ha cambiado mucho en estos años?
No sé si para bien. Pero estamos viviendo un momento perplejidades en cuanto al futuro. En el caso de los editores, trabajamos con la crisis económica, resistiendo y divirtiéndonos.
En España se viven ?tiempos muy duros...
El gran problema es la macrocrisis económica y las políticas paliativas que, en lugar de ayudar, han destruido el empleo y el poder adquisitivo.
Eso ha afectado a toda la cadena del libro, desde el best seller hasta el libro minoritario. Pero curiosamente, en medio de la crisis han aparecido nuevas editoriales porque es muy barato fundarlas gracias a las nuevas tecnologías; pero tienen el reto de persistir y resistir formando un buen catálogo.
¿Cuál es la situación de Anagrama?
Seguimos publicando 75 libros al año y 30 de bolsillo. Y lo que hemos hecho es reducir los tirajes en 50 por ciento. Si antes tirábamos 10,000 ejemplares, hoy es la mitad para adecuarnos a las ventas en el mercado y hacemos reediciones de nuestro catálogo y de libros que merecen una segunda oportunidad.
¿Sigue recibiendo muchas ?propuestas de nuevos escritores?
Al año nos llegan unos 2,000 manuscritos en español; otras vía e-mail y muchas ofertas internacionales que un equipo de lectores lee y son como filtro; luego los leo y vamos decidiendo qué puede funcionar.
¿Cómo ve el mercado editorial?
El editor y el escritor no van a desaparecer, lo que pasará es que se encogerá el mercado y las empresas disminuirán su tamaño; pero también habrá concentración de editoriales como sucede con Santillana o Random House que terminaran en grandes planetas.
¿Cuál sería la labor del editor ?en este nuevo escenario?
Para los editores como yo, es que hay que adaptarnos al nuevo terreno y reducir tirajes, hacer más promoción, usar redes sociales y todo lo que podamos hacer para vender pero sin rebajar contenidos ni calidad.
¿Usted utiliza el libro electrónico?
No necesariamente. El mundo tecnológico no es una de mis primeras opciones Yo leo en papel y no tengo la urgencia de cambiar el soporte porque lo importante es el contenido.
¿Pero lo ve como un negocio ?que puede crecer?
En Anagrama vendemos libros electrónicos desde hace tres años, pero son ventas chiquitas, que apenas representan entre 1 o 2 por ciento. Se venden y sé que hay gente que tiene mil en su dispositivo, pero eso no quiere decir que lean Creo que es más como un juguete con música y juegos.
Las librerías también han tenido que adaptarse a los nuevos tiempos.
Sí, claro, para sobrevivir tienen que ofrecer otros productos; ahora tienen bar, restaurante o una cafetería... La idea es atraer a la gente para que vaya a un sitio donde hay muchas cosas pero también libros.
Sobre los beneficios de la ley del ?libro y el precio único ¿qué opina?
Para Europa, el precio único ha sido fundamental y es muy importante para la conservación de buenas editoriales, proyectos y librerías. Pero el gran enemigo de las librerías es Amazon, que ofrecen descuentos y por el mismo precio te lo llevan hasta la casa.
¿Qué opina de lo que pasa ?en México?
Han aparecido grandes editoriales como Sexto Piso o Almadía y hay mucho talento con autores como Antonio Ortuño, Guillermo Fadanelli o Guadalupe Nettel. Para Anagrama, México es el mayor mercado de América Latina.
Con la venta de Anagrama a la editorial italiana Feltrinelli, ¿ya vive más tranquilo?
No, exactamente igual. Soy el máximo accionista y el director Tal vez en tres años las cosas cambien pero ya veremos. Pero no. No fundaría una nueva editorial (risas) por sí lo estabas pensando.
¿Va escribir un nuevo libro sobre sus experiencias como editor?
Lo que yo escribo son virutas editoriales que de pronto se empaquetan en libros; es como una autobiografía fragmentaria de lo que he vivido, nada más. Soy editor, no escritor.
vgutierrez@eleconomista.com.mx