Lectura 5:00 min
¿Volveremos a vacunarnos de la viruela?
Hasta hace nada, la viruela del mono o monkeypox era una enfermedad vírica que sólo ocurría en zonas rurales de África central y Occidental, de la que poco sabíamos los países occidentales. La situación cambió por completo 14 de mayo, cuando la Agencia Nacional de Seguridad Sanitaria de Reino Unido notificó dos casos sin antecedente de viaje reciente o contacto con un caso importado. Desde ese momento se ha convertido en una infección de la que todo el mundo habla.
Un mes después de que aparecieran esos primeros casos, a fecha 20 de junio los casos confirmados en España ya sumaban 500, y había más de 1 800 en toda Europa, a los que hay que añadir más de 300 en el resto del mundo.
La mayoría de ellos presentan síntomas leves que no necesitan ingreso y ninguno ha fallecido. Casi todos son hombres jóvenes con una mediana de edad de 36 años con antecedente de relaciones sexuales consideradas de riesgo.
Riesgo moderado de momento
La OMS actualmente considera el riesgo de salud pública de este brote como moderado. Al fin y al cabo, es la primera vez que se notifican simultáneamente muchos casos de esta infección en países endémicos y no endémicos de zonas geográficas muy dispares (28 países).
Pero, aunque el riesgo actual para la salud humana y para la población en general es bajo, el riesgo para la salud pública podría llegar a ser alto si este virus se establece en países no endémicos.
Asimismo, puede suponer un riesgo para el personal sanitario, en caso de no utilizar las medidas adecuadas de prevención y control de la infección o no disponer de equipo de protección personal adecuado, así como para otros grupos de población vulnerables como niños o personas con inmunosupresión.
Garantizar la detección y el diagnóstico precoz
Este brote ha supuesto un nuevo reto que abordar a nivel mundial. En España, desde el Ministerio de Sanidad, se ha trabajado para garantizar la detección y el diagnóstico precoz de los casos de viruela del mono.
En primer lugar, se abrió una alerta a nivel nacional y se realizó una evaluación del riesgo. También se aprobó un procedimiento para la detección precoz y gestión de casos ante la alerta de viruela del mono. A continuación se revisó la disponibilidad y utilidad de vacunas y se elaboraron recomendaciones de vacunación para la situación actual.
Las vacunas vuelven a salir a escena frente a una infección inesperada. Pero en este brote, ¿es la vacuna la solución?
Los mayores de 50 años están protegidos
Por un lado, está demostrado que la vacunación previa frente a la viruela puede conferir protección frente a la viruela del mono. En España, la vacunación frente a la viruela se administró entre 1903 y 1979. Pero a partir de 1972, año en el que se eliminó la viruela en España, las coberturas de vacunación fueron declinando. Por eso se considera que la población mayor de 50 años puede estar protegida, al menos frente a la enfermedad grave.
Por otro lado, en la Unión Europea no se dispone de una vacuna autorizada frente a viruela del mono. La vacuna IMVANEX (de Bavarian Nordic), autorizada en 2013 por la Comisión Europea, tiene indicación de inmunización activa frente a la viruela en adultos (≥18 años). Sin embargo, en 2019 esta misma vacuna se autorizó en Estados Unidos (con nombre comercial JYNNEOS) para la prevención de la viruela y la viruela del mono.
Además, contamos con la experiencia de utilización de las vacunas frente a viruela ACAM2000 e IMVANEX en brotes previos en Estados Unidos y Reino Unido, que muestra que la vacunación postexposición temprana con vacuna frente a la viruela puede prevenir la infección por el virus de la viruela del mono. Y si no, al menos reducir la gravedad de los síntomas.
Vacunar a los contactos estrechos identificados en 4 días
Teniendo en cuenta el escenario actual de disponibilidad limitada de vacuna, se recomienda ofrecer la vacunación a los contactos estrechos identificados en los 4 días tras el contacto con un caso confirmado. Desde el Ministerio de Sanidad se vigilará la evolución del brote y se dispondrá de más vacunas próximamente, pero parece poco probable la extensión de la vacunación a la población general, aunque se disponga de cantidad de dosis suficiente.
Estas recomendaciones están en línea con las del ECDC y la OMS. Es buen momento para recordar que siempre se trabaja a nivel internacional, compartiendo la información disponible y debatiendo entre países para conseguir una respuesta conjunta y armonizada.
Mª Aurora Limia Sánchez, Jefa de Área Programas de Vacunación en la Dirección General de Salud Pública, Ministerio de Sanidad (España) y Laura Sánchez-Cambronero Cejudo, Jefa de Sección del Área Programas de Vacunación, Ministerio de Sanidad (España)
Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.