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Bistronomie

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7 platillos icónicos de Yucatán: la joya gastronómica de Iberoamérica en 2025

Yucatán ha sido designada Capital Iberoamericana de la Gastronomía 2025, un reconocimiento que resalta su riqueza culinaria, resultado del mestizaje entre la cocina maya y las influencias europeas.

Yucatán ha sido nombrada Capital Iberoamericana de la Gastronomía 2025 en FITUR, un reconocimiento que destaca su vasta tradición culinaria y su impacto en la cocina de México y el mundo. La gastronomía yucateca es el resultado de una fusión entre la cultura maya y las influencias europeas, lo que ha dado origen a platillos con ingredientes autóctonos y técnicas únicas. Desde guisos cocidos en hornos de tierra (pib) hasta preparaciones con raíces coloniales, la cocina de Yucatán es un reflejo de su historia y biodiversidad. A continuación, exploramos algunos de los platillos más emblemáticos y peculiares de la región.

1. Cochinita pibil: manjar de los dioses mayas

El estandarte de la cocina yucateca. La cochinita pibil debe su nombre al proceso de cocción en pib, un horno de tierra que confiere al cerdo adobado con achiote y naranja agria su suavidad y sabor ahumado. En tiempos prehispánicos, este manjar se reservaba para grandes celebraciones y se preparaba con venado o pavo de monte. Un dato curioso: la auténtica cochinita se envuelve en hojas de plátano antes de su lenta cocción, lo que permite que la carne retenga su jugo y perfume.

Cochinita pibil.

Cochinita pibil.Shutterstock

2. Relleno negro: la magia del chilmole

Pocos platillos despiertan tanta intriga como el relleno negro, un guiso cuya profundidad de sabor proviene del chilmole, una mezcla de chiles tatemados hasta quedar completamente negros, lo que da como resultado un caldo espeso de un tono azabache. Se sirve con pavo deshebrado y but negro, una albóndiga de carne y huevo duro que absorbe la potencia del guiso. Originalmente, este platillo se preparaba en días de fiesta y es considerado un remedio infalible para la resaca.

Relleno negro.

Relleno negro.Shutterstock

3. Queso relleno: el guiño holandés en la cocina maya

Un platillo que narra la historia del comercio yucateco. En el siglo XIX, barcos holandeses llegaban con queso de bola Edam como lastre, y los yucatecos encontraron la forma de convertirlo en un manjar al rellenarlo con un picadillo de carne de cerdo, pasas, aceitunas y especias, bañándolo en una salsa blanca y otra de jitomate. La fusión de ingredientes europeos y locales lo hace único en el mundo.

Queso relleno.

Queso relleno.Shutterstock

4. Papadzules: los tacos prehispánicos

Los papadzules son uno de los platos más antiguos de Yucatán y se cree que ya se consumían antes de la llegada de los españoles. Se trata de tortillas de maíz rellenas de huevo cocido, bañadas en una salsa de pepita de calabaza y decoradas con un toque de jitomate. Su nombre proviene del maya "papak", que significa "remojar", y "dzul", un término que hacía referencia a los nobles.

Papatzules.

Papatzules.Shutterstock

5. Tzic de venado: un platillo con historia

Este guiso de carne deshebrada marinada con naranja agria, rábanos y cebolla morada es la muestra de cómo la caza ha sido parte fundamental de la alimentación yucateca. Aunque en la actualidad se suele preparar con res, en tiempos antiguos los mayas usaban venado cola blanca. Su sabor fresco y cítrico lo hace ideal para las altas temperaturas de la región.

de venado.

Tzic de venado.Shutterstock

6. Panuchos y salbutes: los bocados más crujientes

Nadie que visite Yucatán puede resistirse a los panuchos y salbutes, dos antojitos similares pero con diferencias clave: los panuchos se rellenan con frijol refrito y se fríen hasta obtener una textura crujiente, mientras que los salbutes quedan inflados y más suaves. Ambos se sirven con pollo, lechuga, tomate y cebolla encurtida. Aunque hoy son una comida rápida muy popular, su origen se remonta a los mercados tradicionales de Mérida.

Panuchos.

Panuchos.Shutterstock

7. Dulce de papaya con queso de bola: el postre 

Si hay un postre que resume la identidad yucateca, es el dulce de papaya con queso de bola. La papaya se cocina lentamente en almíbar de piloncillo y se sirve con lascas del mismo queso Edam que protagoniza el queso relleno. La combinación de dulce y salado sorprende a quienes lo prueban por primera vez.

La designación de Yucatán como Capital Iberoamericana de la Gastronomía 2025 no es una casualidad. Cada platillo de esta tierra es un legado de siglos de historia, mestizaje y técnica culinaria.

Periodista gastronómica. Ha colaborado en medios como Reforma, Uno Tv, Revista Fortuna, Contralínea, El Universal, Food and Travel y El Heraldo de México, en donde fundó en 2017 Gastrolab, ganador de Mejor Medio de Comunicación gastronómica en 2023 por Vatel Club México. Ganadora de la beca Women Deliver 2019.

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