Lectura 5:00 min
El desarrollo de competencias ha crecido en México, pero no al ritmo de Latam
Nuestro país registra buenos avances en la formación de habilidades de alta demanda, especialmente las digitales, pero todavía con un rezago en comparación con lo observado en economías como Brasil, Colombia o Perú
“Algo que ha cambiado mucho con la pandemia es el crecimiento de personas en México buscando desarrollar nuevas habilidades”, afirma en entrevista Renzo Casapía, líder de Latinoamérica para Coursera. Sin embargo, a pesar de que nuestro país ha tenido avances en este tema, la evolución es a un ritmo menor en comparación con otras economías de la región.
De acuerdo con el Reporte global de habilidades 2022 de Coursera, los niveles de desarrollo de competencias muestran un crecimiento importante, pero aún están rezagados respecto a lo observado en otras naciones de América Latina. En el ranking mundial de habilidades nuestro país ocupa la posición 89, sólo superando la calificación de economías como Panamá, Guatemala, Jamaica y República Dominicana.
En el último año, el nivel de competencias en México tuvo una ligera mejoría, pero sigue en una posición más baja que Argentina, Colombia, Chile, Uruguay, Ecuador, Brasil, Costa Rica o Perú.
El crecimiento que mostró nuestro país en sus niveles de competencias se explica por un incremento de 53% en el desarrollo de habilidades tecnológicas y un 41% en el dominio de competencias vinculadas con la ciencia de datos.
Sin embargo, aunque los mexicanos han mostrado mayor interés por desarrollar habilidades digitales, en buena medida por la automatización en algunas industrias, el avance en estas competencias suele ser menor que el que tienen economías como Chile, Uruguay o Perú, este último con el incremento más alto en su nivel de competencias en este renglón.
Para Renzo Casapía, esto se explica por el avance que está teniendo la digitalización en los países sudamericanos. “Cuando tú vez el mapa de emprendimiento en Latinoamérica, en dónde están naciendo las fintech. Perú y Colombia, por ejemplo, son países que durante muchos años no tuvieron la escala que tuvo México, y una vez que han comenzado a crecer los mercados de tecnología, estos países han dado saltos enormes”.
La posibilidad de pagar productos o el mismo transporte público con códigos QR en algunas economías de Latinoamérica representa saltos tecnológicos muy grandes y, con ello, se profundiza la necesidad de tener habilidades digitales, explica el directivo.
“En México, el abandono de un carrito de compra en línea es del 50%, y lo hacen porque muchas veces para pagar tienes casi que colocar tu signo zodiacal. Cuando observas la facilidad de los sistemas de pago en otros países de la región, también se observa una mayor necesidad de habilidades y eso es lo que empuja el progreso. Este es un claro ejemplo”, señala Renzo Casapía.
Pero no todo el panorama es complejo, de hecho la tendencia de desarrollar competencias digitales que se observa en México es positiva. A diferencia de lo observado en economías avanzadas, en nuestro país el enfoque en habilidades relacionadas con tecnología o ciencia de datos es favorable.
“Sabiendo que en Latinoamérica vamos a necesitar tres millones de desarrolladores de software para el 2025, nuestro foco debería estar en habilidades digitales, porque son las que permiten una entrada rápida al mercado, que dan la flexibilidad de trabajar desde casa, que pagan bien y además te da oportunidades globales”, expone el líder de Latinoamérica para Coursera.
De acuerdo con el reporte de la plataforma, el crecimiento en las competencias digitales es un área de oportunidad que deben aprovechar las instituciones educativas. Por otra parte, Renzo Casapía opina que nuestro país necesita impulsar desde la economía los cambios tecnológicos. “En el momento que estos cambios se den, el rezago se terminará”.
¿Qué se puede hacer para avanzar?
Entre las áreas de oportunidad en la formación y reentrenamiento del talento, el directivo de Coursera percibe que la concientización de las personas en torno a la importancia de desarrollar nuevas habilidades es uno de los puntos medulares.
“Esto es un esfuerzo individual y es un reto como llevar una dieta”, apunta. Esto implica pensar en que la formación estará fuera de los modelos tradicionales y será necesario tener en cuenta las habilidades que el mercado laboral está demandando y que muchas de éstas serán transversales.
Sin embargo, los esfuerzos individuales para desarrollar competencias van a requerir de un apoyo desde el sector privado. “Las empresas tienen que transformarse y la apuesta por el talento tiene que ser más concreta y dirigida hacia un reskilling y upskilling”.
Además de esto, otro desafío que recae en las organizaciones es reconocer que no a todas las personas les gusta su trabajo y, en función de ello, apoyar en el desarrollo de planes de carrera será fundamental.
Por último, el papel de las universidades será importante para mejorar el nivel de competencias, incluyendo las habilidades de alta demanda en sus planes de estudio. “Desde hace años se viene diciendo que las competencias con las que sales de la universidad no son las que necesita el mercado, pero hoy por fin hay una manera más concreta de saber qué habilidad necesitas para el mercado laboral y certificarlas”.