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Beijing 2022, la organización que exigió más presupuesto
Las mejoras en infraestructura relacionada a los Juegos Olímpicos de Invierno en China añadieron un desembolso extra de 38,500 millones de dólares, aún así, la justa se mantiene detrás de lo exorbitante que fue Sochi 2014.
“Sencillo, seguro y espléndido”, así describió el presidente de la República Popular China, Xi Jinping, a los Juegos Olímpicos de Invierno que la nación estará albergando del 4 al 20 de febrero. Con un presupuesto de 3,900 millones de dólares, Beijing 2022 pretendía, en el papel, ser el mega evento menos costoso de las últimas dos décadas. Sin embargo, una investigación de Insider argumentó que deben añadirse costos de renovación y construcción de infraestructura relacionadas al evento, lo que eleva el monto real a un estimado de 38,500 millones de dólares, es decir, 10 veces el presupuesto oficial.
Según el informe de Insider, China no contó en su presupuesto “docenas” de gastos, ya que muchos se clasificaron como “mejoras de capital” en lugar de costos oficiales, entre estos, un tren bala automatizado de 9,200 millones de dólares.
Si bien, se aprovecharán algunos de los recintos ‘legado’ de los Juegos de 2008, como el Estadio Nacional de Beijing y el ‘Cubo de Agua’, el reporte explicó que se requirió de una inversión de 3,790 millones de dólares en nuevas sedes y 20.9 millones en infraestructura en las tres zonas que albergarán los Juegos, que incluyó la remodelación del aeropuerto de Zhangjiakou, inversiones en el distrito de Yanqing y mejoras a la red de transporte de Hebei, además de 773.5 millones en la línea del metro de Beijing.
A esta edición de los Juegos de Invierno falta agregar los costos originados por la pandemia de Covid-19, pues la organización creó una burbuja de circuito cerrado para evitar la propagación del virus y, para minimizar el contacto, los Juegos Olímpicos emplearán a robots para servir alimentos, desinfectar pisos y brindar indicaciones a los visitantes.
La pandemia también ha provocado que los recintos permanezcan casi vacíos. Si bien, el boletaje no es la principal fuente de ingresos de unos Juegos Olímpicos, en esta ocasión sólo se espera que alrededor de 150,000 personas asistan a los eventos en Beijing y Zhangjiakou. Estas entradas no se venderán públicamente, sino que se implementarán en un esquema especial para invitar a los espectadores.
Reducir costos de organización es una necesidad que toma fuerza en cada edición y la preocupación del excesivo gasto se elevó con la pandemia de Covid-19. Ejemplificando, los responsables Tokio 2020 preveían, cuando fue elegida en 2013, que el costo del evento sería de 7,300 millones de dólares pero al término del certamen la cifra oficial fue de 13,600 millones, aunque de acuerdo a un estudio de la Universidad de Oxford el costo real debió rondar los 15,840 millones. El retraso de un año de los Juegos y las medidas de bioseguridad ayudaron a incrementar el monto.
De acuerdo a las cifras oficiales, los de Tokio han sido los Juegos más costosos de la historia, aunque es difícil calcular con exactitud los montos reales de inversión en un país anfitrión, pues “el problema es separar lo que es un gasto olímpico de un gasto de infraestructura general que de igual forma se hubiera realizado, pero se aceleró para la realización de la justa”, como indicó Victor Matheson, Profesor de Economía en el Colegio de Holy Cross.
Tomando en cuenta este tipo de gastos en infraestructura, los de Invierno de Sochi, Rusia, en 2014, tienen el récord con un aproximado de 50,000 millones de dólares, mientras que los Juegos de verano en Beijing hace 14 años también ocupan un lugar importante en esta categoría, pues el recuento de gastos alcanza los 42,000 millones, según han reportado medios como Insider, Reuters, Front Office Sports y ABC.
Si bien, la pérdida de ingresos por turismo debido a la ausencia de fanáticos extranjeros será un problema para los negocios y empresas locales, el Comité Olímpico Internacional (COI) seguirá ingresando sumas importantes, además de por sus patrocinadores top, que aportan más de 110,000 millones de dólares anuales a la organización, según Bloomberg. También por los derechos de transmisión, pues de acuerdo a datos de Statista, los derechos de los Juegos Olímpicos de Invierno han visto aumentos significativos a lo largo del tiempo: en la edición de Pyeongchang en 2018 fueron de casi 1,500 millones de dólares.
Los Juegos de Beijing 2022 marcarán el inicio de un nuevo acuerdo con la cadena NBC de Estados Unidos, quien en 2014 aseguró los derechos de los Juegos hasta 2032 por un monto récord de 7,750 millones de dólares divididos de la siguiente manera: 2,500 millones para los Juegos Olímpicos de 2022 y 2024; 2,550 millones para las ediciones de 2026 y 2028; y 2,600 millones para 2030 y 2032, más un bono por la promoción de las justas que corría de 2015 a 2020.
De acuerdo a información de SportsPro e Inside the games, en 2014 y 2015 el COI también cerró tratos con cadenas de Europa y Asia. En el mercado europeo, Discovery Communications adquirió los derechos de 2018 hasta 2024 por 1,500 millones de dólares. A su vez, CCTV adquirió los derechos del mercado chino por 550 millones de dólares por cuatro ediciones hasta 2022.
Transmisiones en México
Claro Sports y Marca Claro, propiedad de América Móvil, tienen los derechos exclusivos de transmisión en televisión de paga y plataformas digitales de los Juegos Olímpicos de Invierno Beijing 2022 para México y Latinoamérica.
En 2017, la compañía y el COI firmaron un acuerdo que le otorgó a la empresa del magnate Carlos Slim los derechos de todos los eventos olímpicos desde 2018 hasta 2024, que incluyeron los Juegos Olímpicos de verano de Tokio 2020 y los próximos de París 2024; los de Invierno de PyeongChang 2018 y Beijing 2022; así como los Juegos Olímpicos de la Juventud en Buenos Aires 2018 y Lausana 2020.
Por el momento, ningún otro canal de cable o de televisión abierta ha confirmado la transmisión total o parcial de los Juegos Olímpicos Beijing 2022.