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Cómo convertirse en potencia en 15 años

Un proyecto que inició en 1991 con trabajo infantil empieza a dar resultados para un país al que no era común ver entre los ganadores en la piscina.

Hubo un momento en su historia que Francia vio lejos, inalcanzables, a potencias como Estados Unidos y Alemania. Ahí, en las albercas, los franceses casi siempre se veían sin posibilidades de subir al podio. Hoy, los nadadores de aquel país no sólo están convencidos de que pueden colgarse medallas, sino también que pueden competirle a las grandes potencias.

Y es que en la última década, los franceses han logrado encontrar el camino para crecer en la natación y convertirse en una amenaza para atletas como los estadounidenses. Mientras en Barcelona 2003, Francia sólo se colgó dos medallas de bronce, 10 años más tarde, en la misma sede se adjudicó nueve preseas, cuatro de las cuales fueron de oro.

El impacto es fuerte si se considera que los nueve metales que consiguieron en el 2013, es el mismo número que los nadadores de ese país consiguieron en total entre 1973 y 1998.

Pero ¿qué han hecho los franceses para conseguir este crecimiento en la natación? Para Armando Sánchez, ex entrenador nacional de México y especialista en deporte acuáticos, la clave ha sido la paciencia. Ellos tuvieron proyectos con el objetivo de mejorar, pero entendieron que eso significaba tener un proceso, y les valió entre ocho y 10 años comenzar a mejorar , explica.

Un proyecto que inició tras los mundiales de Perth en 1991, evento en el que si bien consiguieron tres medallas gracias a Catherine Plewinski (plata en 50 y 100 metros libres y bronce en 100 metros mariposa) no estaban conformes con no lograr ningún título del orbe.

Francia quería medallas más continuas y numerosas. Entonces comenzaron a impulsar las escuelas para desarrollar desde las etapas infantiles a los nadadores.

Aunado a ello, se logró conjuntar un equipo interdisciplinario que ayudara a desarrollar las capacidades de cada uno de sus atletas, además del desarrollo económico que incentivó a que el deporte consiguiera más recursos no sólo para apoyarlos con becas, sino también para mantener y mejorar sus instalaciones deportivas.

Francia,en 15 años, consiguió hacer crecer su deporte y en Londres ganó cinco medallas , explica Armando Sánchez.

Una de esas medallas fue una de las más representativas: la que ganó Yannick Agnel en los 200 metros libres, pues el francés derrotó en la prueba al estadounidense Ryan Lochte, considerado uno de los mejores nadadores de su país.

Acaso la confianza que les dio el resultado en Juegos Olímpicos fue lo que los llevó, un año después en Barcelona, a conseguir cuatro títulos mundiales, dos de ellos en equipo (4 x 100 libres y combinados), demostrando así que su proyecto había funcionado.

Ahora, en Kazán, Francia tendrá la misión de mantener sus títulos, no sólo por la ausencia de Michael Phelps, sino porque saben que su talento y el trabajo que han hecho durante los últimos años ahora es suficiente para llevar a casa títulos, ésos que en un momento de su historia se veían inalcanzables.

cristina.sanchez@eleconomista.mx

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