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¿Cómo se vive con la mancha de ?un fracaso?
No clasificar a Juegos Olímpicos ha significado para algunos jugadores el final de sus carreras futbolísticas.
Apenas seis días después de la eliminación de la Selección Mexicana de Futbol en el Preolímpico de la Concacaf del 2008, Luis Ángel Landín y Luis Omar Hernández se reencontraron en la cancha del Estadio Morelos, en la ciudad de Morelia.
Con la mente pensando una y mil veces en el partido que habían perdido ante Haití, el mismo que les costó no asistir a los Juegos Olímpicos que se realizaron en Beijing en el 2008, el defensa de Necaxa recuerda la ansiedad que experimentó su compañero de Selección, sobre todo cada vez que tocaba el balón y los insultos, rechiflas y desaprobación de la afición tenían un blanco identificado: el delantero de Monarcas.
Tenía el rostro desencajado, preocupado y consciente de lo que había pasado días antes .
En ese partido, porque lo que se recuerda es el último juego, ante Haití, nosotros nos sentíamos en deuda, porque nos habían dado todo y fracasamos , recuerda Luis Omar Hernández, futbolista que formó parte de esa generación que vio desvanecida la oportunidad de disputar la justa olímpica y que explica cómo es vivir y desarrollar una carrera en el futbol con esa marca indeleble, la del fracaso.
El defensa que entonces jugaba con el club Necaxa asegura que ese torneo marcó a una generación que se antojaba muy atractiva, la misma que incluía a campeones mundiales Sub-17 como César Villaluz, Edgar Andrade, Enrique Esqueda y otros con vasta experiencia en Primera División, como él y el mismo Landín.
Lo que quedó fue una mancha, de decir que ese Preolímpico fue un fracaso, y ver tu nombre ahí, en el fracaso olímpico, es un golpe muy fuerte , expresó Luis Omar.
Los testimonios de los participantes después de la eliminación en ese torneo coinciden en catalogar el juego ante los haitianos como trascendental en sus carreras.
Santiago Fernández, delantero que militaba en aquella época en el club Toluca, recordó que las primeras presentaciones que tuvo tras el torneo Preolímpico estuvieron llenas de reclamos, de silbidos por parte de los aficionados cada vez que participaba en el desarrollo del juego.
Luis Omar Hernández reconoce que los delanteros de aquel plantel fueron los más castigados por la afición, sobre todo por las fallas de gol ante el conjunto de Haití, y a quienes más trabajo les costó recuperarse, por la presión que se ejercía sobre ellos, pues se les adjudicaba gran parte de la derrota.
Yo recuerdo que, pasado algún tiempo, a esos jugadores los seguían castigando, les seguían exigiendo y criticando , dijo.
Siempre es incómodo trabajar así, cuando sólo están buscando algo malo para relacionarlo con el fracaso que tuvimos y muchos jugadores fueron ?desapareciendo , añadió el defensa que ahora juega con el club costarricense Herediano.
Y es que, como relata Luis Omar, jugadores como Santiago Fernández y Sergio Ávila terminaron su carrera futbolística prematuramente, mientras que otros como Luis Ángel Landín, Juan Carlos Silva y Alfonso Blanco han emigrado de Primera División a Liga de Ascenso y, de ahí, se han visto obligados a probar suerte en ligas extranjeras, como es el caso de Hernández, que desde el torneo pasado juega en el Herediano de Costa Rica.
Desafortunadamente, algunos han desaparecido de la órbita del futbol, otros seguimos en esto, tal vez no tenemos las carreras que nosotros mismos nos imaginamos, una carrera para seguir en Selección mayor, de jugar en otros países, en Europa u otro tipo de torneos, pero no se nos dio , reflexionó Luis Omar Hernández.
Ahora, con el paso del tiempo, el defensa asegura que aquella experiencia la toma con madurez, algo que fue bueno en mi carrera, porque no todos los jugadores tienen el privilegio de estar en la Selección nacional .
Asimilar la derrota también es parte del juego.
