Cuando falla La Masía... aparece Coutinho

Barcelona concluyó cuatro meses después la operación que restituye la salida de Neymar, con el fichaje de Philippe Coutinho, una transferencia por 120 millones de euros, más 40 millones en bonificaciones, que rejuvenece el ataque blaugrana con el futbolista brasileño en su mejor momento futbolístico, revaloriza a la plantilla que falló como alternativa al tridente ofensivo y como recambio generacional, así como la confirmación del fracaso de la cantera en la formación de un killer propio.

El último significado del fichaje de Coutinho es el fracaso de La Masía, la cantera blaugrana de donde surgió Lionel Messi, no ha sido capaz de formar a un delantero similar y actualmente sólo Gerard Deulofeu es el único canterano.

En 10 años, Barcelona ha vendido a siete delanteros surgidos de La Masía, por los que obtuvo 54.5 millones de euros. En la lista se encuentran jugadores que fueron proyectado como los acompañantes de Messi o los que darían continuidad con su legado, como Bojan Krkic (quien en dos operaciones de venta dejó 13.8 millones), Giovani Dos Santos (6 millones de euros), Pedro (27 millones) Cristian Tello (4 millones) y Jeffren Suárez (3.7 millones).

La última joya de la cantera era Munir El Haddadi, futbolista que acumula dos préstamos y que actualmente juega para Alavés.

Los 222 millones de euros de la cláusula de rescisión que pagó PSG por Neymar, sirvieron para la compra de Ousmane Dembele (105 millones) y Philippe Coutinho (120), y que en la suma de ambas operaciones apenas significan 3 millones de euros más que la venta del brasileño, aunque a esa cantidad se le podrían sumar 60 millones por bonificaciones por logros obtenidos de los nuevos fichajes.

Barcelona ficha a Coutinho en su mejor momento futbolístico, incluso superior a los resultados individuales de la temporada pasada, cuando Barcelona hizo el primer intento por ficharlo. Philippe suma 12 goles en 20 partidos, un promedio de un gol cada 125 minutos, la mejor frecuencia goleadora desde su llegada al futbol europeo, hace ya siete años y medio.

El futbolista que procede de Liverpool nunca se destacó como goleador, en su paso por la Premier League en su mejor año marcó 14 anotaciones, tampoco se destacó como pasador, no llegó a instalarse entre los mejores tres pasadores del torneo inglés y justo antes de dejar la Premier sumaba nueve asistencias, su mejor producción de pases de gol. En su mejor temporada, Philippe marcó 14 goles y nueve asistencias.

Pero el activo más importante de Coutinho es su juventud, 25 años, y su valor como futbolista, 90 millones de euros que lo colocan como el octavo futbolista más valioso del planeta (no confundir con el valor del fichaje), y comparte con Paul Pogba y Kylian Mbape el cetro de futbolista más valioso de 25 años de edad o menos.

La multifunción en ataque hacen del brasileño una oportunidad para acabar de la dependencia de Messi y Suárez. Coutinho ha jugado en ambas bandas, mediocentro y mediapunta, como mediocampista interior en ambos lados de la cancha.

Philippe llega a una delantera, que estaba en peligro de envejecer y donde los fichajes y alternativas de jóvenes no respondieron. Con Messi y Luis Suárez con más de 30 años, además de Arda Turán (30 años), así como la falta de respuesta de Paco Alcacer y Gerard Deulofeu.

La devaluación del ataque blaugrana sumó 35 millones de euros, repartidos entre Luis Suárez, que disminuyó su valor de 90 a 85 millones de euros; Alcacer perdió siete millones, de 25 a 18 millones y Arda Turán mostró el descenso más significativo, al perder 23 millones de valor, al ubicarse actualmente en 12 millones de euros, con nula participación en club.