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La NBA es gobernada por una dinastía

Los Warriors arrasaron con los Celtics en Boston en el Juego 6 de las Finales para ganar su cuarto campeonato en ocho temporadas. Una embestida de 21-0 que abarcó el final del primer cuarto y el comienzo del segundo le dio a Golden State una ventaja que fue demasiado para que Boston la superara en una final de 103-90.

Foto: AFP

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Aún no sonaba la chicharra, quedaba cerca de un minuto para el final y Stephen Curry empezó a llorar, con las manos en las rodillas y mordiendo a su estilo el protector bucal. Los Celtics ya solo botaron el balón un poco y empezaron enseguida los abrazos, las felicitaciones. Por cuarta vez en los últimos ocho años, los Golden State Warriors son campeones, luego de vencer 103-90 a los Boston Celtics en el Juego 6 de las Finales de la NBA en el TD Garden.

“Tomamos los riesgos para mantenernos en estas finales, se trata de no hablar tanto, sino de ejecutar. Combinando la experiencia y el hambre de ganar, algo construido en 10-11 años. Aprendimos a ganar y  este equipo sabe cómo es el camino al triunfo”, dijo Stephen Curry en el estrado junto a toda la familia Warriors, el trofeo Larry O'Brien (el cuarto de su carrera) y el trofeo que le faltaba en su trayectoria: el MVP Finals.

En el último juego, Curry, una vez más, abrió el camino para Golden State en el lado ofensivo y finalizó la victoria que aseguró la serie con 34 puntos, siete rebotes y siete asistencias, el máximo del equipo, agregando otro capítulo a su ya histórica carrera. El resto de los Warriors le ofrecieron ayuda, ya que Andrew Wiggins, Jordan Poole, Draymond Green y Klay Thompson también anotaron en cifras dobles. En el otro extremo, los Celtics fueron liderados por Jaylen Brown quien hizo todo lo que pudo con 34 puntos, siete rebotes y tres asistencias pero no fue suficiente para extender un partido más.

Después de quedarse atrás 14-2 al comienzo del juego, los Warriors finalmente tomaron el control de las cosas gracias a una racha de 30-8 que se extendió desde el final del primer cuarto hasta el segundo. Si bien los Celtics finalmente pudieron reducir el déficit a un solo dígito en el último cuarto, a Stephen Curry y los Warriors no se les negaría otro campeonato, ya que aparentemente tenían una respuesta para cada carrera que Boston hizo en la recta final.

Jaylen Brown lideró a Boston con 34 puntos, pero Jayson Tatum (13 puntos en 18 tiros) ayudó poco en la derrota. Fue un final terrible para una serie llena de luchas para la estrella del equipo. Al Horford anotó 12 de sus 19 puntos en el tercer cuarto, dando vida a los Celtics, pero tampoco fue suficiente.

Curry mandó a descansar a los Celtics con un gesto de buenas noches y pasó los últimos tres minutos celebrando el cuarto campeonato de una carrera histórica.

deportes@eleconomista.mx 

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