Pochettino, ancla para masificar futbol en Estados Unidos

El glamour de la Champions League desfila en el banco de la selección de futbol de Estados Unidos. No sólo por jugadores como Christian Pulisic y Weston McKennie, del Milan y Juventus, sino por el estreno de Mauricio Pochettino como entrenador.

“Estamos en Estados Unidos, así que creo que es realmente importante convencer a nuestros fans de la estética de nuestro equipo. Queremos jugar un buen futbol: emocionante y de ataque”, mencionó un sonriente Pochettino en su presentación a mediados de septiembre.

Nacido en Argentina, un país que por sí mismo es semillero de entrenadores y futbolistas históricos, forjó su carrera como director técnico en Europa, entre España, Inglaterra y Francia en clubes de la jerarquía del PSG y Tottenham. Ahora, a sus 52 años, vive su primera gestión al frente de una selección nacional.

No hay mucho margen de error. Con Estados Unidos su vista está fija en el Mundial 2026, en el que dicho país será coanfitrión junto a México y Canadá.

Para Pochettino es importante dejar un sello futbolístico en el equipo de las barras y las estrellas lo más pronto posible. Debutó con triunfo 2-0 contra Panamá en la Fecha FIFA de octubre, misma que cerrará contra México en visita al estadio Akron de Guadalajara.

“Más allá de lo que pueda hacer México en el juego, somos nosotros. Debemos saber cómo vamos a competir. Ellos tienen información sobre nosotros, pero lo que importa es cómo le vamos a sacar a ellos el protagonismo, ese es el desafío”, mencionó Pochettino en la conferencia previa al duelo contra México.

Para Paul Tenorio, reportero de la selección de Estados Unidos en The Athletic, “el equipo necesitaba un entrenador de alto perfil, alguien que pudiera aportar entusiasmo al equipo y devolverle la esperanza a un grupo que tiene muchas expectativas y potencial”, diagnosticó para El Economista.

Estados Unidos ya fue sede de un Mundial en 1994, sin embargo, su contexto futbolístico es totalmente diferente. En aquel entonces ni siquiera había nacido su principal liga de futbol, la MLS, mientras que ahora tienen decenas de jugadores exportados en Europa.

Se le conoce como ‘la generación dorada’. Es liderada por el capitán, Christian Pulisic, actualmente en Milan pero con pasado en Borussia Dortmund y Chelsea. Le acompañan Weston McKennie y Timothy Weah en Juventus, Tyler Adams en Bournemouth, Gio Reyna en Dortmund, Yunus Musah en Milan, Joe Scally en Borussia Monchengladbach y muchos más en ligas top del Viejo Continente.

En el Mundial Qatar 2022, la llamada ‘generación dorada’ tuvo su primer gran termómetro internacional, pero se quedó corta al ser eliminada en octavos de final por Países Bajos. El Mundial 2026 debe ser un escenario diferente bajo la guía de Pochettino.

“Su principal reto es alinear realidad con expectativas. Este es un grupo con mucho potencial, pero el potencial no te convierte en una generación dorada. Tienen que obtener los resultados, estar a las alturas de las expectativas y obtener crecimiento”, recalca el especialista.

Masificación a través del triunfo

A la par del desempeño futbolístico está otra tarea para Pochettino: aumentar el número de aficionados a este deporte en Estados Unidos.

“El futbol está un poco atrasado con respecto a otros deportes en Estados Unidos. Necesitamos que los niños comienzan a crecer no sólo para ir al beisbol, baloncesto o futbol americano, sino que sea para ir al futbol, que vean a sus estrellas y sientan que por eso van a empezar a jugar futbol”, dijo Pochettino en la conferencia previa.

No es una tarea explícita para él. Más bien se trata de un proyecto de la Federación de Futbol de Estados Unidos (US Soccer) para que, con base al atractivo de la selección mayor varonil, las nuevas generaciones se inspiren y los patrocinadores se sigan sumando.

“Hay dos objetivos: uno de corto plazo para el equipo y otro de largo plazo para el deporte”, explica el reportero de The Athletic.

“La de corto es avanzar lo más posible para inspirar esperanza y captar a nuevos aficionados, inspirar a una nueva generación. La de largo plazo es que el torneo más importante del mundo haga que el deporte crezca aún más de lo que ha crecido hasta ahora. El Mundial 1994 inició una liga en Estados Unidos, la MLS. Ahora, el Mundial 2026 debe llevar la liga y el deporte a un nivel superior”.

Estados Unidos vive una situación similar a México. Ambas selecciones fueron eliminadas en primera ronda de la Copa América de este verano, que se jugó en suelo estadounidense, por lo que sus federaciones decidieron cambiar de entrenador.

Gregg Berhalter fue cesado del conjunto norteamericano para dar paso a una personalidad reconocida a nivel internacional como Mauricio Pochettino. Con él se espera generar un círculo virtuoso: despertar a ‘la generación dorada’, conseguir triunfos y atraer más aficionados y marcas.

“Uno de los grandes aspectos negativos de la gestión anterior fue que había tanta esperanza y creencia en esta ‘generación dorada’ que, como resultado, cuando las cosas iban mal, toda la culpa recaía en el cuerpo técnico. La reputación de Pochettino significa que ahora, cuando haya malos resultados, los jugadores tendrán que asumir parte de responsabilidad. Es una de las cosas más importantes que agregó la contratación de Pochettino: responsabilidad para los jugadores que ayudará al crecimiento del equipo”.

El crecimiento del futbol es evidente en Estados Unidos. De acuerdo con un estudio de For Soccer revelado hace un mes, en los últimos cinco años ha habido un crecimiento anual de 400% respecto a los nuevos fans de este deporte.

Sigue estando detrás del futbol americano, beisbol y basquetbol, pero en un país con más de 333 millones de habitantes hay cabida para todos. El soccer, como se le conoce allá, cuenta con figuras como Lionel Messi y Luis Suárez, pero ahora quiere darle el mismo peso de ídolos a sus seleccionados con Mauricio Pochettino, un elemento reconocido.

“Probablemente se le considere como un perfil más grande que Jurgen Klinsmann porque su reputación como entrenador es mayor. Klinsmann tenía un buen historial como jugador y, por supuesto, dirigió a Alemania, pero había dudas sobre él como entrenador. Pochettino, en cambio, es un entrenador exitoso y por eso veo esta contratación como algo más importante”, califica Paul Tenorio.

El último entrenador de la élite europea que llegó a la selección varonil de Estados Unidos fue el alemán Jurgen Klinsmann (entre 2011 y 2016), pero no prosperó más allá de octavos de final de un Mundial (Brasil 2014).

Pochettino, con un salario récord estimado en 6 millones de dólares anuales, es ahora el referente para que Estados Unidos brille en su Mundial y mantenga la inercia de captación de fans.

El partido amistoso contra México este mes puede ser un buen inicio para la credibilidad de Pochettino, que en sus años dirigiendo a clubes europeos logró un subcampeonato de Champions League (2019 con Tottenham) y tres títulos con PSG (entre 2020 y 2022).