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Apoyos fiscales en pandemia, detrás de recuperación en el 2021
Expertos señalan que la economía mexicana sufrió un importante daño estructural a causa del modesto apoyo fiscal que recibió; la expansión más lenta que hace un año, sólo confirma que ante la estrategia adoptada México experimenta la recuperación más frágil de la región.
La poco agresiva respuesta fiscal de México (…) ha generado presión en los negocios y hogares y claramente contribuyó muy poco para contener el impacto económico de la pandemia”.
Moody’s
La recuperación económica que experimentaron las economías en el 2021 tras el Gran Confinamiento que provocó la pandemia es explicada por el estímulo fiscal que aplicaron los gobiernos y las condiciones productivas que tenían previo al choque.
Así lo explican economistas de la consultoría internacional Oxford Economics, la aseguradora de riesgo Coface y economistas de organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
Entre las economías pares de América Latina, Perú resalta como la que consiguió la expansión más alta en el PIB durante el 2021, de 13.3 por ciento.
Le sigue Chile, con una crecimiento de 12% y Colombia, que registró una expansión de 10.6% anual. El contraste de estos desempeños lo traen las dos economías más grandes de la región, Brasil y México, que alcanzaron avances de 5.1% y 5%, en su actividad económica del año pasado.
Para economistas de consultorías como Oxford Economics y el Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC), la economía mexicana sufrió un importante daño estructural a causa del modesto apoyo fiscal que recibió durante la pandemia.
El economista en jefe de Oxford Economics para América Latina, Marcos Casarín considera que “el hecho de que ahora se espere una recuperación aún más lenta que hace un año, sólo confirma que la decisión de no utilizar una política fiscal contracíclica tras la pandemia ha significado que México experimente la recuperación más frágil de la región”.
Con él concuerda José Luis de la Cruz, Director del IDIC, quien agrega que la estrategia que adoptaron las autoridades mexicanas, dejando que la economía enfrentara el choque de la pandemia con sus propios recursos motivó una destrucción de micro, pequeñas y medianas empresas de sectores que son determinantes para el desempeño del PIB, como es el de servicios.
Esta estrategia, en un contexto de caída en las inversiones y el aumento de precios en aspectos esenciales como los alimentos y derivados, ha pegado más a quien menos tiene, y también terminó por desalentar al consumo que había sido un factor positivo para la actividad en el 2021, resaltó.
Atorados en el agujero
La economista de la aseguradora de riesgo Coface, Patricia Krause, agrega que se tiene que asumir también el punto de partida de la actividad económica al recibir el choque del histórico confinamiento.
En efecto, cuando se decretó el cierre mundial de actividades ante la declaratoria de la pandemia, México había completado cuatro trimestres consecutivos en contracción. La economía mexicana creció 5% en el 2021, manteniéndose todavía 4% debajo del nivel previo a la pandemia, subrayó.
Para explicar porqué no se recupera la economía aún con una tasa positiva del PIB, De la Cruz toma de ejemplo una persona que cae en un agujero de 8.5 metros. En el 2021 logramos subir cinco metros, pero seguimos sin salir del hoyo.
Por su parte, la experta de Coface argumenta que las economías de América Latina en general no destacaban por sus fuertes expansiones desde antes del Covid-19, pues traían desempeños bastante débiles que limitaron su capacidad para recibir el golpe del cierre de actividades, expresó desde Brasil.
De acuerdo con Coface, que celebra esta mañana su Conferencia Anual número 26, el PIB regional alcanzó un crecimiento de 6.3% en el 2021, que será insostenible para este año, cuando proyecta que se conseguirá un avance de 2.1 por ciento.
Estamos regresando al crecimiento inercial previo a la pandemia, diría la Secretaria Ejecutiva de la Cepal, Alicia Bárcena.
De estímulos a estímulos
Apenas esta semana, el Banco Mundial divulgó un reporte donde detallaron que en las economías de ingreso medio el común denominador en la emergencia sanitaria fue otorgar amplios apoyos a las empresas y personas, por la vía fiscal y monetaria.
Mientras que en los países donde no había suficiente espacio fiscal para ayudar en la contingencia fueron las autoridades monetarias las que realizaron “grandes intervenciones”.
Al interior del “Informe sobre el Desarrollo Mundial 2022: Finanzas al servicio de una recuperación equitativa”, detallaron que en el caso de México, el desembolso de apoyos con cargo al erario fue de los más bajos del mundo, junto con el otorgado por Egipto.
Ambos países dieron estímulos fiscales inferiores a 2% del PIB, proporción que es la más baja entre más de 80 países y que contrasta con los programas de alivio con cargo al erario que otorgaron pares de México en América Latina como Perú (19% ) o Brasil y Chile, que extendieron ayudas por el equivalente al 15% del PIB.
Analistas de la calificadora Moody´s destacaron en un reporte sobre preguntas frecuentes que les han realizado inversionistas y clientes que “la poco agresiva respuesta fiscal de México (…) ha generado presión en los negocios y hogares y claramente contribuyó muy poco para contener el impacto económico de la pandemia”.
“Las quiebras de negocios continuarán afectando la demanda doméstica y la posibilidad de tener una rápida recuperación, pues dejarán una profunda cicatriz en la economía mexicana”, advirtieron el año pasado los analistas de Moody´s.