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Pedro Sánchez dice que subirá los impuestos a quienes "tienen dinero en el banco para vivir 100 vidas"
El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, aseguró este miércoles que "trabajará por la aprobación de Presupuestos Generales del Estado que lleven la marca, el sello del Gobierno progresista" y que incluirán una fiscalidad más progresiva en la que paguen más los "que más tienen".
El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, aseguró este miércoles que "trabajará por la aprobación de Presupuestos Generales del Estado que lleven la marca, el sello del Gobierno progresista" y que incluirán una fiscalidad más progresiva en la que paguen más los "que más tienen".
Pedro Sánchez ha dado este miércoles el pistoletazo de salida al nuevo curso político y económico, que se preludia uno de los más difíciles e inciertos de los últimos años. Lo ha hecho en el Instituto Cervantes ante un centenar y medio de representantes sociales de diversos ámbitos y arropado por la plana mayor de su Gobierno... Con una notable excepción, la de la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, que a esas horas comparecía en el Senado en un pleno urgente "para informar sobre el secesionismo fiscal que ha acordado con sus socios de forma bilateral y fuera del sistema de financiación de comunidades autónomas de régimen común", tal como rezaba, literalmente, el orden del día de la Cámara Alta.
Sonriente y entre aplausos, Sánchez arrancó su intervención reivindicando la gestión política y económica de su Gobierno en los últimos años, en los que el mundo se ha enfrentado a "grandes desafíos", entre ellos la pandemia del Covid, "a los que España se ha enfrentado con éxito".
Y arremetiendo contra los gobiernos del PP, a los que ha culpado de la corrupción, de la quiebra territorial y de los recortes del Estado del Bienestar. "Hoy hay un Gobierno limpio que nació hace seis años como respuesta a la corrupción", afirmó Sánchez, quien ha añadido que es "todo un éxito de país, no del Gobierno en exclusiva, sino del conjunto del país".
El jefe del Ejecutivo, cuyo discurso ha estado salpicado en todo momento de críticas a la oposición y, en especial al modelo de baja fiscalidad de Madrid, ha asegurado que "vamos a trabajar por la aprobación de unos Presupuestos Generales del Estado que lleven la marca, el sello de este Gobierno progresista", anticipando que en esas Cuentas, cuya mayoría parlamentaria para salir adelante está hoy en el aire, profundizarán en una "fiscalidad más progresiva en la que paguen más los que más tienen".
"Se van a acotar beneficios que tienen ciertas élites y vamos a gravar a quienes tienen en el banco dinero para vivir 100 vidas", afirmó Sánchez, de cuyas palabras se trasluce una ofensiva fiscal en toda regla contra los altos patrimonios, a pesar de que aseguró que "lo haremos no para perjudicar a los millonarios, sino para proteger a las clases medias y trabajadoras de un sistema que continúa siendo extraordinariamente injusto".
Una ofensiva y una ráfaga de críticas en la que Madrid, que meses atrás ya tuvo que recuperar el Impuesto de Patrimonio prácticamente por imposición gubernamental, se sitúa en el epicentro.
"De cada 10 euros que el Gobierno ha dado a Madrid, han usado tres para hacer regalos fiscales a los más ricos", afirmó Sánchez, quien reprochó que algunas comunidades autónomas, en alusión a las gobernadas por el PP, denuncien que no se les da "los suficientes recursos públicos" cuando su Gobierno "habrá transferido a las comunidades un total de 935,000 millones de euros, un 32% más de lo que transfirió la Administración del PP en el mismo tiempo cuando le correspondió gobernar", aseguró, el presidente, quien anticipó que en el próximo Consejo de Ministros se aprobará de nuevo el techo de gasto, paso previo a la confección de los Presupuestos y que Junts tumbó antes del verano.
Pacto fiscal con Cataluña y financiación autonómica
Sobre el controvertido pacto fiscal sellado con ERC a cambio de investir a Salvador Illa presidente de la Generalitat y que amenaza con poner patas arriba todo el sistema de financiación autonómica, Sánchez pasó casi de puntillas, aunque comprometiéndose a dar "más recursos" a las CCAA para templar lo ánimos sobre la financiación singular y bilateral con Cataluña e intentar acallar las críticas internas.
"Les garantizo, me comprometo, a que la reforma del sistema de financiación autonómica, todas las comunidades, recibirán más recursos de los que recibieron mientras gobernaba el PP porque nuestra intención es duplicar los recursos". Sin entrar en detalles ni explicar cómo, el jefe del Ejecutivo aseguró que "vamos a impulsar la creación un sistema de financiación autonómico que sea más justo, que reduzca las diferencias territoriales, que atienda las singularidades y garantice la suficiencia del gasto público y exija la corresponsabilidad de los gobiernos autonómicos".
En el marco de su nuevo discurso de tintes federalistas, Sánchez defendió que "la descentralización, que forma parte del ADN federal y autonómico de nuestro Estado compuesto, es perfectamente compatible con garantizar la solidaridad y la equidad entre territorios".
Vivienda, migración, competitividad...
Entre las grandes líneas en las que, según Sánchez, se desarrollará la acción política de su Gobierno en el nuevo curso resalta la vivienda, que el presidente quiere que sea el tema nuclear de la próxima Conferencia de presidentes autonómicos, que se celebrará en Cantabria, y no, paradójicamente, la financiación autonómica. Aunque anunció que, en el transcurso de las próximas semanas, "convocaré bilateralmente a todos los presidentes autonómicos a una reunión de trabajo" en Moncloa.
Sánchez, que avisó de que su Gobierno va "para largo", con tres años por delante aún de legislatura, defendió su gira por África y su apuesta por los acuerdos de migración circular para hacer frente a la grave crisis migratoria que sufre el país, con la entrada masiva de inmigrantes irregulares a través de Canarias y, en menor medida, por Ceuta y Melilla, rechazando las "deportaciones masivas de otros" y enarbolando la bandera de "una política que respete el derecho internacional humanitario".
Además, aseguró que su Gobierno pondrá el acento en la "mejora de la competitividad, la forma en la que crecemos", y anunció que invertirá 3,100 millones de euros para "continuar con la reindustrialización de España" y se pondrán en marcha doce nuevos módulos universitarios para impulsar ese nuevo modelo productivo, "apostando por la innovación, la ciencia y el talento".
En su declaración de intenciones, Sánchez aseguró que su Gobierno reducirá la jornada laboral a las 37.5 horas semanales "para que todos los españoles puedan trabajar para vivir y no vivir para trabajar"; y defenderá y fortalecerá los pilares del Estado del Bienestar y los servicios públicos, porque "la sanidad, la educación, las pensiones no son mercancías, son derechos que tenemos que blindar y expandir frente a aquellos que quieren recortar y convertir en negocio para unos pocos".