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Topes, transparencia y reestructura, los retos
En materia de endeudamiento, los estados tienen tres grandes pendientes: reglamentar los compromisos financieros a corto plazo, estipular límites prudenciales y aumentar la transparencia en cuanto a registros de deuda adquirida.
En materia de endeudamiento, los estados tienen tres grandes pendientes: reglamentar los compromisos financieros a corto plazo, estipular límites prudenciales y aumentar la transparencia en cuanto a registros de deuda adquirida.
Especialistas consultados por El Economista coincidieron en que si bien los montos por endeudamientos de las entidades federativas en su totalidad no representan un peligro inminente para las finanzas públicas, todo proyecto de reestructuración de deuda llevado a cabo, ya sea por la Federación o las administraciones locales, debe poner énfasis en estos puntos.
Gerardo Carrillo, analista de la calificadora Fitch Ratings, explicó que en la mayoría de los estados no se encuentra estipulado en cuánto tiempo consiste una deuda a corto plazo, debido a que se puede considerar como tal desde un compromiso que no exceda un año fiscal o el tiempo que tarda una administración en salir del poder.
Aunado a esto, los montos implicados en deudas de este tipo pueden ser muy altos, lo que desde un principio los hace sujetos a una imposibilidad de pago.
Los estados toman montos muy importantes que no son para solventar obligaciones financieras, sino que son para compensar la volatilidad de los ingresos federales y para financiar obra de largo plazo .
Largo plazo sí, pero con restricciones en montos
Por otra parte, Adrián Garza y Francisco Uriostegui, analistas crediticios de Moodys, explicaron que se debe priorizar el endeudamiento a largo plazo, aunque también debe estar sujeto a límites que no permitan ser contraídos bajo cualquier circunstancia. Una solución podría ser que la deuda que se pretende adquirir no pudiera superar algún porcentaje de los ingresos corrientes de los estados o que no rebasara un límite establecido respecto de algún indicador de flexibilidad financiera como el ahorro interno.
Por último, los expertos consultados coincidieron en que la transparencia en el registro de la deuda contraída debe fortalecerse ya que, aunque los estados dejen de llamarle deuda a algunas obligaciones financieras de corto plazo, este tipo de compromisos involucran recursos públicos y deben ser reportados y registrados de manera puntual, situación que distorsiona la realidad crediticia de las entidades.
eramirez@eleconomista.com.mx