Autocrítica, la cualidad de un liderazgo más humano y efectivo

En un ecosistema empresarial que está sometido a constantes cambios e incertidumbre, el principal reto de los líderes es adecuar y evolucionar a un modelo de gestión que les permita adaptarse a las necesidades de sus colaboradores y de la industria, y una de las cualidades más importantes que tendrán de desarrollar es la autocrítica.

La autocrítica puede tener diferentes definiciones e interpretaciones, dependiendo del momento y la circunstancia, pero en los líderes puede volverse una calidad fundamental dentro de su estrategia de gestión ante un escenario complejo.

La autocrítica es una forma de observar, reflexionar y evaluar tus propias acciones, de tal forma que se puedan tener claros cuáles son los errores o las áreas de oportunidad que se pueden trabajar, pero también para ver cuáles son los aciertos, sin perder el piso e intentado tener la mayor objetividad posible”, comentó Adolfo Tuñón fundador y director general de Mesa Consultores.

El experto señaló que en el momento en que los líderes tienen la capacidad de observar sus acciones y autoevaluar su desempeño generan un entorno de mejora continua con sus equipos, debido a que se crean canales de comunicación que le permiten a los colaboradores ser escuchados y expresar su punto de vista cuando se presente un escenario complejo en el cual se requiera encontrar soluciones.

“Un paso importante para que la autocrítica funcione de una forma positiva, es tener la capacidad de generar conversaciones con los colaboradores, cuando se tiene la apertura de escucharlos se crea una retroalimentación que le permitirá a los líderes tener un panorama más amplio de la situación, pues esta interacción permite que se reúnan distintos elementos que pueden ayudar en la toma de decisiones”, indicó Adolfo Tuñón.

Inteligencia emocional

Una parte fundamental que ayuda en la implementación de la autocrítica es la inteligencia emocional que se pueda desarrollar, saber gestionar sus emociones es un paso trascendental dentro de la preparación, pues si un líder tiene problemas en este sentido, genera un ambiente tenso sobre las cosas que no le parecen y una molestia continua en los resultados que no se están dando, dificultando la autoevaluación y la comunicación con sus colaboradores.

“Los líderes tienen que entender que no están solos y que hay forma de pedir ayuda, acudir a talleres que hablen de la inteligencia emocional les ayudará a tener un mayor autoconocimiento que les permitirá gestionar sus emociones, eso abrirá el camino de una autocrítica positiva en la que se tenga la humildad para escuchar y comunicarse de una forma efectiva con los colaboradores, retroalimentando y buscando un crecimiento profesional para todos”, explicó Adolfo.

Los líderes que aplican la autocrítica de forma efectiva como un método de crecimiento, pueden encontrar diferentes beneficios frente a los colaboradores, quienes ven a su líder como una persona capaz de reconocer sus propios errores y que tiene la apertura de escuchar y encontrar soluciones en conjunto, aumentando la confianza y el respaldo como grupo de trabajo.

Los colaboradores empiezan a ser un reflejo del líder, si ellos perciben y ven que existe la capacidad de la autoevaluación, ellos lo podrán generar (la autocrítica), porque hay un efecto espejo, eso ayuda a que todo el equipo esté en una inercia de crecimiento y comunicación. Además de impulsar un alto compromiso debido a que se tiene una conversación abierta en la que no existe el temor a decir me equivoqué, creando un ambiente más creativo al momento de encontrar nuevas soluciones”, expresó Adolfo Tuñón.

El experto concluyó que una de las tendencias más fuertes que existen en la forma de gestionar a los equipos es la implementación de un liderazgo más humano, que tenga la apertura necesaria para comunicarse y expresarse con los colaboradores, para ello es necesario tener desarrollado el autoconocimiento y la autoevaluación.