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Empresas más humanas, una herencia que deja el Covid-19
Se debe tener más comunicación con los colaboradores, cuidar su salud emocional y bienestar, y dar nuevas prestaciones
El coronavirus ha dejado importantes lecciones: la forma de trabajo ya no será la misma, nuevos protocolos de limpieza e higiene serán necesarios, y la forma de interactuar no será igual. Ahora se deberá desarrollar mayor empatía y cuidado hacia las personas, pero ¿cómo hacerlo?
Regresar a los centros de trabajo genera miedo y estrés por los riesgos que se pueden presentar y muchos seguirán haciendo home office, por lo que es obligatorio que las empresas rediseñen la experiencia que dan a sus empleados, tanto para que se sientan seguros y tranquilos, como para hacer del trabajo en la “nueva normalidad”, algo ameno y agradable.
“Las empresas deben atender tres temas para la ‘nueva normalidad’: resguardar el empleo, minimizar los riesgos y asegurar la continuidad del negocio”, explicó en entrevista con El Economista, Thierry Guihard, director general de Sodexo.
Añadió que en esta nueva etapa, como empleador se debe tener mayor responsabilidad social apoyando a las personas, más allá de tener medidas de protección para prevenir contagios, se requiere preocuparse por las personas y cubrir las nuevas necesidades que se presenten. Si los empleados se sienten cómodos, cuidados y felices, la lealtad se incrementará, lo que se traduce en mayor productividad y crecimiento del negocio.
En este sentido coincide José Francisco Rosas, director de Recursos Humanos en Siemens para la División de Healthcare en México y Centroamérica, quien afirma que en esta nueva normalidad hay que pensar como nunca antes en las personas y no verlos como un miembro más. Se trata de reconocerlos, apoyarlos e incluso incluir a las familias.
“Como organización hay que aprovechar este momento para crecer, generar confianza y ser más agradecidos, estar más conectados con los demás y ofrecer tratos personalizados. La escucha debe ser mucho más activa”, acercándose para saber cómo se sienten las personas y cómo se les puede ayudar, indicó Rosas.
Destacó que entre lo más importante será ser más flexible con las formas de trabajar y los horarios. Los canales de comunicación también deben mejorarse, siendo más transparente y directo.
Cambiar prestaciones
En la nueva normalidad, las necesidades de los trabajadores serán diferentes, por lo que las empresas pueden modificar sus prestaciones o agregar nuevas.
Guihard consideró que una prioridad son los vales de despensa, que desde el comienzo de la pandemia, muchas empresas siguieron otorgándolos e incluso los aumentaron para ayudar a la crisis.
Indicó que ese estímulo mensual es considerado valioso por los empleados y para la empresa también representa beneficios al poder ser deducible. El problema de que muchas no lo ofrecen es el desconocimiento del tema y que consideran que se requiere una gran inversión cuando no es así.
Otras opciones es ofrecer tarjetas para hacer pagos o hacer compras en internet, una de las tendencias que crecerá por la pandemia. Up Sí Vale, recientemente lanzó este tipo de iniciativa con una tarjeta que incluye un monto mensual para pagar el internet, luz y demás servicios utilizados al trabajar.
Rosas explicó que los programas de recompensas también son de gran estímulo para los colaboradores. En su caso, tienen uno en donde los empleados van acumulando puntos y al final, pueden cambiarlos por diferentes premios.
Las prestaciones tecnológicas son otras opciones, sobre todo para el trabajo a distancia. Se trata de dar las facilidades para que se pueda trabajar a la distancia y tener mayor productividad.
Los beneficios para el cuidado de la salud como revisiones médicas o seguro de gastos mayores, serán de los más valorados por los colaboradores.
Cuidar la salud mental
Rosas resaltó que además de la salud física, las empresas deben reforzar el cuidado de la salud emocional. Una opción es el servicio psicológico, sobre todo si en este periodo se han presentado casos de ansiedad, depresión o temor por perder el empleo. “Como organización, se debe entender que hay quienes se adaptan fácil y otros no, y a todos hay que ayudar”.
Como parte del bienestar, dijo, está la parte del mobiliario, hacer de las oficinas lugares agradables, abiertos sin lugares asignados, con áreas que permitan relajarse y desconectarse un momento de las labores, o con espacios para realizar alguna actividad física.
En su caso, indicó que cuentan con centros de descanso que tienen juegos de mesa, se dan clases como de yoga que imparten los mismos colaboradores y se planean actividades de interacción. Durante esta fase de confinamiento, esto se siguió implementando en línea, donde los colaboradores tenían clases, asesorías nutricionales y de cuidado, al igual que actividades de convivencia como karaoke o shows de magia.
“Todo es diseñado para los colaboradores pero hay que extenderlo a las familias que son parte vital de la empresa. Cosas así son definitivas para trabajar en una u otra empresa”, finalizó