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Falta de capacitación laboral impide a pymes crecer
Carecer de un plan de capacitación puede representar un rezago de competencia y como consecuencia detener el crecimiento de la compañía
Capacitar a los colaboradores permite que las empresas logren con éxito sus objetivos, de no hacerlo, la compañía puede estar en riesgo porque no se contará con el talento preparado para los retos que se presenten.
En el caso de las pequeñas y medianas empresas (pymes), la capacitación se vuelve más relevante debido a que los recursos y el talento suelen ser reducidos. Además, no contar con un plan de capacitación puede significar un rezago de competencia y como consecuencia, detener el crecimiento de la organización.
Datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, revelan que solo 55% de las pymes capacita a sus empleados, en gran medida porque consideran que el conocimiento y las habilidades son adecuadas; sin embargo, en un mundo de constantes cambios y avances tecnológicos, el talento requiere aprender nuevas habilidades constantemente.
Capacitar al colaborador trae diversos beneficios para la empresa: aumenta la calidad de las tareas, reduce el tiempo de las actividades, crea equipos de trabajo de alto desempeño, se desarrolla un ambiente de seguridad y autoestima, ayuda a retener el talento e incrementa las utilidades, revela la Procuraduría Federal de la Defensa del Trabajo.
Lissy Giacomán, cofundadora y CEO de Vinco dice que en los últimos años se registró una alta rotación en todas las industrias, derivado de la pandemia. Parte de esto se relaciona con la falta de habilidades de los colaboradores.
“El 54% de las empresas hace tres años decía que batallaba para reclutar el talento necesario para crecer, eso ha aumentado al 75%, es decir cada vez es más difícil”.
Por otro lado, la capacitación aumenta la productividad y ayuda a desarrollar el talento interno, ese que cuesta trabajo encontrar.
Por ejemplo, “si alguien se quedaba tres meses en una empresa, al ayudarle a pagar un título universitario, se queda de tres a cuatro años”, resaltó Giacomán.
Cómo diseñar un presupuesto
No existe un porcentaje exacto del presupuesto a designar para las capacitaciones, dependerá del perfil de colaborador que se busca desarrollar, las necesidades de la empresa y los programas requeridos; si los cursos son en línea o presencial.
Sin embargo, se requiere un mayor impulso que el que se ha tenido en los últimos años, pues los programas de entrenamiento fueron los primeros que sufrieron recortes durante la pandemia.
Según una encuesta de Degreed, 56% de los trabajadores en México señalaron que su empleador redujo las oportunidades de desarrollo durante la pandemia.
De acuerdo con el Foro Económico Mundial, los colaboradores pueden tardar de uno a cinco meses en desarrollar competencias de alta demanda, de ahí la importancia de una capacitación constante.
Al diseñar un plan de capacitación, Lissy recomienda iniciar por la detección de necesidades para aumentar la productividad. Por ejemplo si se está creciendo el área de marketing digital o e-commerce, analizar qué habilidades se requiere para tener ese semillero de talento en la compañía.
También se puede poner foco en la retención de talento, en aquellos perfiles que tienen mayor índice de rotación y ofrecerles apoyo para terminar sus estudios, un idioma o un certificado, y “cuantificar cuánto tiempo más se queda en la empresa, y si es necesario, crecer el presupuesto”, resaltó.
La empresa puede decidir las áreas a desarrollar, pero lo más importante es darle flexibilidad a los colaboradores, para que dentro de la preselección, el colaborador tenga flexibilidad y elija de acuerdo a sus intereses, es decir, encontrar el punto intermedio entre las necesidades de la empresa y las de los trabajadores.
“Cuando la empresa dice todos tienen que aprender Excel o llevar mejor administración de proyectos, para el colaborador significa: ‘me estás dando una capacitación adicional nada más para que sea mejor en mi trabajo”… y sí, para que crezcas en la empresa, pero también para que obtenga un título o certificado que le va a ayudar a crecer, ya sea en ésta empresa o en otro lado”.
Un error es solo considerar las necesidades de los líderes y no hacer un verdadero análisis de las necesidades del área.
Además de crear los programas de capacitación, no hay que olvidar medir los resultados, pues los colaboradores requieren ser evaluados al término del curso, y medir la efectividad de lo aprendido. De acuerdo con Ubits, al menos 70% de lo aprendido debe ser replicable.
Un estudio de la Universidad Anáhuac detalla que los empleados capacitados venden 23% más que los no capacitados.
Otros beneficios que brinda este sistema son la optimización de procesos y mayores niveles de creatividad e innovación, obteniendo un mejor posicionamiento de la marca corporativa.