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El Empresario

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Orden y disciplina, los elementos básicos de éxito

En cualquier actividad humana, la disciplina y el orden son esenciales para llevar a cabo las tareas.Cuando yo empecé a trabajar, mis jefes tenían la costumbre de siempre tener muchos papeles en sus escritorios, recuerdo que una de las características para demostrar que uno trabajaba mucho, era tener el escritorio lleno de papeles, hasta que alguna vez un amigo me dijo que me cambiarían el escritorio por una mesa de un metro por un metro para que no pudiera acumular papeles. De ahí entendí que no había que acumular los papeles sino procesarlos lo más pronto posible para terminar y pasar a la siguiente tarea.

Las características de un empresario exitoso son, en primer lugar, ser emprendedor, además, la perseverancia, la previsión y la anticipación son características esenciales. Sin embargo, dos características que pueden asegurar el éxito son el orden y la disciplina.

Cuando el empresario o una entidad busca poner en marcha un proyecto, elabora un presupuesto, hace planes diseña logística, designa al personal adecuado y cualquier otro elemento que sea necesario para que el proyecto tenga éxito. Sin embargo, si el orden y la disciplina no son valores que sean impuestos desde el principio, el proyecto quedará expuesto a factores de incertidumbre provocados por el olvido o el descuido.

En muchos otros casos, también son elementos cuya ausencia pueden poner en riesgo cualquier empresa exitosa. La mayor parte de las veces el estigma de la tercera generación en las empresas no tiene que ver tanto con el hecho de que sean nietos o que no hayan sido los generadores del éxito inicial, sino que esa generación carece de esos dos factores.

Estas dos características deben ser fundamentales en los encargados del gobierno de la entidad, y de ahí permear hacia abajo en la estructura. Uno de los elementos más directos de influencia y ejemplo de orden y disciplina en la organización son los administradores.

Ellos los encargados de lograr que las tareas sean ejecutadas cuándo y cómo sea más conveniente para la administración, es decir, que está en los administradores imponer el ritmo y orden de trabajo para lograr los objetivos de la entidad, por algo se les llama directores, por que su principal encargo es dirigir, al igual que un director de orquesta tiene que lograr que todos ejecuten su parte en la música en el momento correcto para conservar el ritmo y la armonía, en las organizaciones el director tiene que lograr lo mismo.

Los principales problemas de orden y disciplina en las empresas empiezan por las cabezas. Cuando el administrador o director general no mantienen la disciplina y muestran desorden en sus actividades generan descontrol en sus subalternos.

Cuando en la organización existe un ambiente en el cual la administración da instrucciones contradictorias, cambia las prioridades continuamente, no supervisa con oportunidad y cuando los resultados no son los deseados, llama la atención indiscriminadamente y genera descontento.

En la actualidad, puede haber una confusión entre el orden y la disciplina y el horario fijo. La tendencia entre la gente joven es que prefieren un horario flexible de trabajo. La disciplina aplica siempre aún cuando sea en un horario flexible, el personal tiene que entregar los resultados cómo y cuándo la operación de la entidad lo requiere.

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