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Por cada mujer que asciende a un puesto de dirección otras dos dejan la empresa: McKinsey
Las razones principales son la búsqueda de mayores beneficios y comodidades como el teletrabajo, la flexibilidad horaria o un trato más igualitario
Uno de los efectos que generó la pandemia en el mercado laboral es la percepción de las mujeres respecto al trabajo. Y es que según el estudio "Women in the Workplace" de McKinsey y LeanIn, las mujeres ejecutivas abandonan sus puestos al ritmo más alto de la historia.
Las razones son principalmente la búsqueda de mayores beneficios y comodidades como el teletrabajo, la flexibilidad horaria o un trato más igualitario con sus compañeros hombres. La pandemia fue el gran detonante que demostró que los trabajadores, en su mayoría mujeres, estaban cansados de trabajar en exceso, mal pagados e insatisfechos.
Según el estudio, las mujeres líderes no solo están abandonando sus empresas a tasas más altas que antes, sino que la brecha entre mujeres y hombres líderes que renuncian es la más grande que jamás haya existido.
"Por cada mujer que es ascendida a un puesto de dirección, dos de ellas eligen abandonar la empresa. Este fenómeno provocó que el porcentaje de ejecutivas que renunciaron fuera de 10.5% en 2022 en comparación con el 9% de los hombres", enfatizó Rachel Thomas, cofundadora y directora ejecutiva de LeanIn
Es más, la coautora del informe advirtió que esta tendencia podría significar "un desastre" para las compañías, ya que por cada 100 hombres que ascienden a un alto cargo, 87 mujeres llegan a esa escala. Ese número se reduce a 82 para las mujeres de color. Y este año, el 60% de los gerentes son hombres en comparación con el 40 por ciento de mujeres, lo que permite decir que solo una de cada cuatro jefes es mujer.
Según los resultados del informe, en el que se toman en cuenta más de 40.000 empleados en más de 330 compañías de Estados Unidos y Canadá, "las ejecutivas se marchan porque ha quedado visible la dificultad para conciliar su vida personal con la laboral sumada al estancamiento de la reducción de la brecha salarial durante la crisis del Covid-19", explicó Thomas.
Además, explicó que las mujeres no se están separando del trabajo, sino que se están separando de las empresas. "Le están exigiendo más al trabajo: más oportunidades, más flexibilidad y un mayor compromiso con el bienestar", expresó. Casi la mitad de las encuestadas reconoce que la flexibilidad es clave para sumarse a un nuevo proyecto frente al 34% de los hombres.
Si bien hace ya unos años que las mujeres se sienten más libres para denunciar acoso en los entornos laborales, según el estudio, las ejecutivas todavía se enfrentan a microagresiones que socavan su autoridad y les envían señales de que les será difícil avanzar dentro de las compañías. Es más, el 37% de las encuestadas confirman haber tenido un compañero de trabajo que se atribuyó el mérito de alguna de sus ideas. Además, tienen el doble de probabilidades que los hombres de ser confundidos con un trabajador de un puesto inferior.