La austeridad y la revisión de objetivos

La situación económica y comercial del mundo para el año que viene tendrá muchos retos a afrontar, por un lado, la inestabilidad de algunas regiones del planeta, que además son proveedores muy relevantes de recursos naturales y agropecuarios, y por otro lado la inestabilidad de los precios y las amenazas a la implementación de medidas proteccionistas de algunos países y regiones.

Todo lo anterior puede generar una mayor presión sobre los precios internacionales de bienes y servicios, así como sobre el costo del capital, mismo que puede aumentar para algunos países, incluyendo el nuestro, a raíz de que las calificadoras basadas en sus estudios determinen que es necesario bajar la calificación a las economías de los países y de las empresas que se desenvuelven en ellos.

Otro de los retos que se van a enfrentar, específicamente en nuestro país, es el de un recorte presupuestal por parte del gobierno federal, que puede afectar tanto el volumen de dinero que se pone en circulación en el país, como a aquellas empresas, que basan sus operaciones en la proveeduría de bienes y servicios al gobierno. En este aspecto es necesario recordar que es la actividad productiva la que paga impuestos y salarios, y son estos que a su vez pagan los impuestos, y que los beneficiarios de los programas sociales normalmente no lo hacen.

Los encargados del gobierno corporativo y de la administración de las entidades en general, tendrán que revisar sus objetivos y priorizar aquellos que contribuyan a la generación de ingresos, y en su caso, resolver sobre aquellos que puedan ser pospuestos para mejores épocas o aquellos que es mejor cancelar.

Adicionalmente, la administración tiene que llevar a cabo una revisión muy detallada de la productividad, desde el nivel general hasta el particular para determinar aquellas áreas de oportunidad que puedan aportar a una mayor eficiencia y eficacia.

Cualquier revisión de eficiencia y eficacia, tiene que partir de un análisis crítico e independiente que permita excluir asuntos personales y subjetivos en la evaluación de las funciones de cualquier puesto de trabajo y de cualquier área. Así también debe permitir evaluar cuando los recursos tecnológicos están siendo desaprovechados para justificar más puestos de trabajo de los que requiere una función haciendo uso de dichos recursos.

Así también la revisión tiene que llevarse a cabo sobre la eficiencia en el uso de los recursos materiales y financieros de la entidad, basado en el hecho de que todos los bienes, sean financieros o materiales, de los que dispone la entidad deben aportar valor al cumplimiento de los objetivos de la misma.

En muchas ocasiones, la entidad se hace de propiedades y equipos para desarrollar ciertas actividades, mismas que con el tiempo son abandonadas o bien dejan de ser prioritarias, sin embargo, los bienes quedan en la entidad utilizando esfuerzos administrativos y costos de mantenimiento que ya no son útiles para la entidad.

La decisión de establecer una política de austeridad, siempre debe estar fundamentada en un análisis de los objetivos y las prioridades de la entidad y de la forma en que cada componente de la organización contribuyen a esos objetivos.