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Avanzan en solución de transporte transfronterizo
Funcionarios de México y EU crearán un grupo de trabajo para poner fin a la disputa de la entrada de camiones a territorio estadounidense, sin embargo, una solución rápida aún se antoja lejos.
Monterrey.- Funcionarios de México y Estados Unidos se comprometieron el lunes a crear un grupo de trabajo para solucionar una disputa por la entrada de camiones de carga mexicanos a suelo estadounidense, lo que pone fin a las esperanzas de una rápida salida al asunto.
Ante la negativa en Estados Unidos para permitir el acceso de los transportistas mexicanos, el Gobierno impuso el año pasado aranceles a casi una centena de productos estadounidenses.
"Los países establecerán un grupo de trabajo para considerar los pasos a seguir en el programa de camiones de transporte transfronterizo", dijeron el secretario de Transporte de Estados Unidos, Ray LaHood, y su contraparte mexicana, Juan Molinar, en un comunicado conjunto tras reunirse en la norteña ciudad de Monterrey.
En marzo, LaHood dijo a legisladores de su país que la administración del presidente Barack Obama estaba "finalizando un plan" para resolver la disputa por los camiones de carga.
Pero el establecimiento de un grupo de trabajo para estudiar los siguientes pasos anticipa que la solución al viejo problema aún no está a la vista.
Un portavoz del Departamento de Transporte de Estados Unidos dijo que no cuenta con información sobre quienes integrarán ese grupo ni si se han establecido fechas límites para completar los trabajos.
En el comunicado, Molinar y LaHood dijeron que resolver la disputa tiene una alta prioridad.
Estados Unidos accedió a abrir su mercado a los camiones de México bajo el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), que entró en vigor en 1994, pero el sindicato de transportistas estadounidense y las personas que les apoyan en el Congreso han logrado frenar la entrada de los mexicanos.
Hace un año, el Congreso estadounidense canceló los fondos para un programa piloto lanzado bajo la administración del presidente George W. Bush, que permitía la entrada de cierto número de camiones de transporte mexicanos.
La medida no fue bien recibida por México, que en respuesta impuso aranceles a una serie de exportaciones estadounidenses, desde algunas frutas y verduras hasta productos industriales.
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