Buscar
Empresas

Lectura 4:00 min

Industria prende focos intermitentes en agosto

El indicador de actividad rompió una racha de cinco meses de avances y mandó una nueva señal de desaceleración económica al arranque del segundo semestre del año, tras las débiles lecturas en rubros como exportaciones, consumo e inversión.

RECORRIDO POR LA PLANTA HONDA EN CELAYA, GUANAJUATO. LOS MOTORES DE LA MARCA PASAN POR LA ULTIMA REVISION UNA VEZ ARMADOS.

RECORRIDO POR LA PLANTA HONDA EN CELAYA, GUANAJUATO. LOS MOTORES DE LA MARCA PASAN POR LA ULTIMA REVISION UNA VEZ ARMADOS.ESPECIAL

Aunque la figura general es de estancamiento, la gran mayoría de los componentes se contrajeron, lo que nos hace pensar que las futuras revisiones ajustarán la cifra a la baja”. 

Marcos Arias, Analista del Grupo Financiero Monex

La actividad económica acumula avisos de lo que se perfila como una inminente pérdida de dinamismo en la segunda parte del 2022. En esta tónica, la actividad industrial del país tuvo en agosto un ligero retroceso de 0.04% mensual, tras una racha cinco meses de avances, de acuerdo con cifras divulgadas ayer 12 de octubre, miércoles por el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi).

Para fines prácticos se trata de un estancamiento pero, visto en detalle, el indicador refleja la debilidad de la mayor parte de sus componentes, pues de un total de 29 subramas de actividad medidas por el Inegi en su Indicador Mensual de la Actividad Industrial (IMAI), 21 tuvieron retrocesos.

La mayor se observó en el renglón de fabricación de maquinaria y equipo, correspondiente a la rama de manufactura, con un descenso de 12.5 por ciento.

Le siguieron la industria de la madera (-3.9), de bebidas y tabaco (-3.5%) y, ya correspondiente a la rama de construcción, la subrama de obras de ingeniería civil (-3.2%); el top cinco de caídas lo completa la industria de fabricación de textiles (excepto ropa), con un retroceso de 2.5 por ciento.

Por sectores de actividad y en orden ascendente, las mayores variaciones fueron las de la construcción (-1.7%), los servicios públicos (electricidad, gas y agua, -1.7%), la manufactura (-0.1%) y la minería (0.4 por ciento).

“El dato refuerza la noción que ha surgido a raíz de la publicación de otros indicadores de que la economía ha perdido momentum en los meses recientes. De hecho, aunque la figura general es de estancamiento, la gran mayoría de los componentes se contrajeron, lo que nos hace pensar que las futuras revisiones ajustarán la cifra a la baja y que el deterioro en la tendencia de crecimiento será más notorio durante septiembre”, dijo en un reporte Marcos Arias, analista del Grupo Financiero Monex.

En julio los dos motores internos más importantes para el crecimiento económico, el consumo privado y la inversión fija bruta, ya mostraron señales de agotamiento. En el primer caso, se hilaron dos meses de estancamiento que le han impedido regresar a su último nivel pico (mayo), mientras que la inversión fija bruta tuvo un retroceso de 1.4% y se ubicó 2.6% por debajo de su último pico, observado en abril pasado.

Paralelamente, las exportaciones de mercancías, el otro gran motor –externo– de la economía mexicana, hilaron en agosto dos meses con caídas en el margen (-0.4% en julio y -0.9% en agosto).

También en el octavo mes del año, los indicadores adelantados que reporta el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF) mostraron reducciones que fueron interpretados por la organización como una señal de que la economía mexicana estaba entrando en una “fase de claroscuros”.

Contraste prepandémico

En su comparación anual, la actividad industrial fue 3% superior en agosto y durante los primeros ocho meses del año acumula un alza de 3.2%; sin embargo, si este acumulado se contrasta contra los primeros ocho meses del 2019, previo a la pandemia, persiste un descenso, de 1.5% en este caso.

Frente al período prepandémico, la construcción es el sector más rezagado, con una caída de 14%, seguida de los servicios públicos (-2.5 por ciento). En tanto, la minería tiene un avance de 3% y la manufactura –el sector de mayor peso en el indicador–, un diferencial positivo de 2.5 por ciento.

“Aunque algunas obstrucciones en las cadenas de proveeduría podrían seguir cediendo, consideramos que los principales retos para la actividad surgen por el lado del gasto (consumo, inversión, exportaciones), el cual esperamos que se enfríe ante una elevada inflación, mayores costos financieros y creciente incertidumbre económica”, opinó por su parte Ángel Huerta, analista del Grupo Financiero Ve por Más.

octavio.amador@eleconomista.mx

Únete infórmate descubre

Suscríbete a nuestros
Newsletters

Ve a nuestros Newslettersregístrate aquí

Últimas noticias

Noticias Recomendadas

Suscríbete