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Interjet busca quitas de hasta 80% en su deuda

La aerolínea ya negocia con sus acreedores (proveedores de equipos, aeropuertos, entre otros) y existe el interés para llegar a un acuerdo, destacó una fuente; el único acreedor que no acepta bajas es el SAT.

Foto: Cuartoscuro

Foto: Cuartoscuro

El concurso mercantil en el que está ya inmerso Interjet servirá para varias cosas, poner a la empresa a volar otra vez, renegociar la deuda con los acreedores, reestructurar pasivos y acomodar la participación accionaria. Por lo menos eso es lo que se espera al interior de la aerolínea 

Recientemente, el Instituto Federal de Concursos Mercantiles (Ifecom) pudo informar a la aerolínea mexicana de que existe un proceso en su contra, promovido por un acreedor que reclama el pago de 400 mil pesos. 

En el despacho Del Castillo y Castro ya se preparaba el proceso concursal y se analizaba la mejor opción para la reestructura de la empresa. 

Información de la aerolínea destaca que el monto de lo que se debe es de casi 1,250 millones de dólares, aunque los acreedores no son muchos. 

“Los acreedores no son muchos, el avance ha sido complicado por el tema de la huelga de los trabajadores. Los montos de la deuda son grandes, pero no el número. Los acreedores comienzan con el SAT, aeropuertos nacionales e internacionales, proveedores y arrendadores de equipos, proveedores de herramientas, refacciones y luego los chiquitos”, destacó la fuente que solicitó el anonimato. 

Cuestionado sobre la viabilidad del proceso, dijo que el despacho Del Castillo y Castro tiene mucha experiencia. Ese despecho ha participado en suspensión y quiebra de empresas como la Comercial Mexicana, la desarrolladora de vivienda Urbi, Sare, Vitro y Geo que fue en su momento la más grande constructora de casas en el país. 

El plan de la empresa es terminar con el concurso mercantil en menos de un año. Volver a volar, dependerá de lo rápido que se tengan los equipos, las autorizaciones, certificaciones, que se correrán en paralelo. 

Deuda chiquita  

La deuda de la empresa asciende a los 1,250 millones de dólares y se buscan quitas de entre el 70 y 80% de la deuda, el único acreedor que no aceptará bajas será el Sistema de Administración Tributaria (SAT). 

Se buscará, para tener capacidad de repago y margen operativo, esa cifra, que es muy viable en este tipo de proceso, destacó la fuente. 

Interjet, dijo, ya trabaja con proveedores de equipos, gobierno, aeropuertos y existe en todos ellos el interés para llegar a un acuerdo. 

La participación de la familia Alemán en la empresa y el interés de capitalizar a la empresa de ocho fondos es un tema que tratan los asesores financieros. La salida es un mecanismo en el que se emita deuda o se participe con un capital accionario, semejante a una compra. Una mezcla de capital de riesgo y crédito. 

En este tipo de proceso se tiene que convencer a los inversionistas que su dinero llegará a buen puerto, que la empresa volará de nuevo. Será, agregó el entrevistado, una situación de confianza de la gente, del sistema tributario, aunque no es un camino fácil. 

A nivel mundial es una industria con márgenes bien apretados y si montas que renace con una deuda importante, aunque tengas quitas. Nace un poco herida”, comentó una de las fuentes que solicitó omitir su nombre. 

El valor   

La pregunta obvia es por qué salir de nuevo al mercado. Obtener una concesión no es algo sencillo. Se debe buscar limpiar lo que se tiene, eso es mucho más fácil que comenzar de cero. Aunque será una empresa mucho más pequeña en el eventual regreso. 

Al hablar del SAT, los entrevistados, por separado, cambian el tono de voz. El resultado es incierto, explicaron, con los cambios al interior, las quitas que se puedan lograr, los tiempos de pago, el interés del gobierno de no tener quiebras e incluso la oferta de poner la base de la nueva Interjet en el nuevo aeropuerto que se está construyendo. 

El dueño de la aerolínea 

Alejandro del Valle es un empresario con 25 años de experiencia en temas de encuestas y telemarketing que se considera obsesivo. Poco se sabía antes de él antes del actual sexenio. En junio del 2020 hizo público su interés de comprar el 90% de Interjet, junto con su ex socio Carlos Cabal Peniche, mediante una inyección de 150 millones de dólares. 

La aerolínea está en huelga y sus planes para que retome el vuelo parecen cada vez más lejanos, pero insiste que lo hará, aunque podría llevarle más de 10 meses. 

Sabe que el tener vigente la concesión por parte de las Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), un solo sindicato con quien negociar y el interés manifiesto de unos tres inversionistas, de los que no ofrece muchos detalles, son sus fortalezas. 

De súbito, el año pasado entró al negocio de la aviación, aunque adquirió un avión privado a los 27 años y a una firma de taxis aéreos que ya opera. En su odisea se hace acompañar de Pedro Cerisola, ex directivo de Aeroméxico y ex titular de la SCT, a quien reconoce como su “mariscal de campo” y quien guía sus acciones. 

Con la operación, los fundadores de Interjet, Miguel Alemán Velasco y su hijo Miguel Alemán Magnani buscaban en ese momento evitar la quiebra de la aerolínea. 

Tras el anuncio de compra, la cual fue aprobada por la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) el pasado 18 de febrero, aunque hubo una multa por no informar a tiempo, los vuelos se mantuvieron con intermitencia y con solo cuatro aviones en los siguientes meses (en el 2019 tenía una flota de 69 aviones). 

Durante una reunión con medios de comunicación, en marzo reciente, reconoció que antes de la compra no hubo ningún análisis y que siguió una máxima de los negocios: las mejores oportunidades se presentan en tiempos de crisis. 

Yo no hubiera podido tener Interjet si no existiera la pandemia. No me la venden o lo hubieran hecho en lo que vale: 1,500 millones de dólares, aunque deba 1,000 millones de dólares”, dijo en el único encuentro en su tipo que ha realizado el presidente Internacional de la Cámara de Comercio Intercontinental de Houston. 

De la inversión prevista, precisó que desembolsó 60 millones de dólares: 28 millones de dólares en efectivo (a través de una de sus empresas: HBC International), más 32 millones de dólares en productos de salud (pruebas anticovid y cubrebocas). 

Y con ello es propietario del MRO de Interjet que tiene un valor estimado de 190 millones de dólares, “más algunos edificios y terrenos” con los que puede recuperar con creces su inversión. 

empresas@eleconomista.mx

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