La clase media no es igual en toda América Latina

En Latinoamérica hay 87 millones de hogares de clase media y son el segmento de ingresos más dinámico de crecimiento en la región, no obstante todavía distan de tener acceso a los mismos bienes y servicios de un hogar de clase media de economía avanzada, reveló el estudio De la Base de la Pirámide a las clases medias realizado por la firma de investigación de mercados Euromonitor International.

Sería erróneo asumir que las clases medias en Latinoamérica son pudientes. Muchos han escapado recientemente de la pobreza y aún cuentan con ingresos relativamente bajos además de no contar con muchos de los bienes duraderos que las clases medias en las economías avanzadas dan por sentado , manifestó la firma en su estudio.

Por ejemplo, en el caso de automóviles, se tienen resultados mixtos en la región, pues mientras en México el 41.5% de los hogares tiene un auto propio en Bolivia menos de la mitad de dicha tasa poseen uno, en tanto que los lavavajillas son raros en toda la región, refirió Euromonitor International.

De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) en México el 39.2% de la población total del país y el 42.4% de los hogares son de clase media, siendo el promedio que dichos hogares cuenten con al menos una computadora y gaste alrededor de 4,400 pesos al trimestre en alimentos y bebidas fuera del hogar.

Chile tiene la mayor proporción de hogares en Latinoamérica que se encuentran en la banda de ingresos de clase media, con casi tres cuartos de hogares con una renta disponibles entre 10,000 y 45,000 dólares en el 2013, detalló la investigación de Euromonitor.

Chile también es la principal economía menos desigual de la región, con un índice Gini comparable a la mayoría de los demás países de la OECD dice la agencia de investigación de mercados, que acota que Chile es el país con una vibrante clase media.

La importancia de la clase media como consumidores, explica el estudio, radica en que su ingreso es un indicador de que existe suficiente poder adquisitivo para consumir bienes no esenciales y para muchas empresas este segmento es considerado como su principal consumidor objetivo.

claudia.tejeda@eleconomista.mx