México requiere orden en trigo

El segundo cultivo de mayor importancia en el país, después del maíz es el trigo, no sólo por la superficie cosechada y la producción obtenida dentro del grupo de los cereales, sino por su consumo.

El crecimiento promedio anual de la producción de trigo desde el 2005 ha sido de 1.6%, después de que cuatro años antes había disminuido. La expectativa de precios altos que actualmente se tiene podría incrementar la superficie sembrada y los rendimientos de cultivos como trigo y algodón.

México produce básicamente dos variedades de trigo, el duro o cristalino y el suave. El primero de ellos es utilizado para la industria de pastas y sopas, mientras que el trigo suave se emplea en la industria del pan y las galletas, somos deficitarios.

En caso de trigo cristalino somos autosuficientes, porque es claro que ante la crisis económica la gente consume más pastas, no se compara el precio con los cárnicos o de otros productos, ahí se da el aumento en la demanda , dijo Homero Melis Cota, vicepresidente del sector agrícola del Consejo Nacional Agropecuario (CNA).

Explicó que actualmente existen buenos esquemas de cobertura que permiten amarrar los contratos sin verse afectados por la volatilidad de los precios, pero admite que es importante que se considere una mayor producción de trigo para la panificación.

Debemos reconvertirnos y empezar a producir más trigo para llegar al equilibro y no tener excedente en cristalino y llegar a cubrir la demanda de la industria de panificación , añadió.

La distribución del trigo en México se va, aproximadamente, a la industria (700,000 toneladas); a la exportación (500,000) y para el sector pecuario (800,000 toneladas).

pmartinez@eleconomista.com.mx