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Slim tiene dos vías para que América Móvil llegue a la TV de México
Una filial de AMX busca una concesión para ofrecer televisión y/o video restringidos con la que podrá vender esos servicios en fijo o móvil y a través de plataformas distintas al televisor convencional, en días que AT&T o Televisa ingresan al negocio de Internet y telefonía de Telmex.
Una subsidiaria de América Móvil ha solicitado al Instituto Federal de Telecomunicaciones la autorización para comercializar productos de video y televisión restringida en México. Por el proceso legal se desconoce el nombre de la filial que hizo la petición y la etapa en la que avanza su trámite. Pero el regulador ha confirmado que el solicitante no es Telmex, debido a las regulaciones asimétricas y una restricción establecida en su título general de concesión de 1990 que pesan sobre esta telefónica, y que, por tanto, primero deben resolverse.
América Móvil (AMX) tiene dos caminos para conseguir esta autorización, con base en dos artículos transitorios de la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión (LFTR); en lo escrito en los Lineamientos Generales para la prestación de servicios adicionales de telecomunicaciones publicada por el IFT en mayo de 2014 y también, con base en el hecho de que en el negocio de la televisión y el video restringido de México no existe un agente dominante o con poder sustancial de mercado, y porque además ya está encaminado el proceso de la separación funcional de Telmex, factores que engrosaron el argumento del holding para solicitar en definitiva su ingreso a la TV de paga a cinco años de la reforma telecom y 28 años después de la privatización de Telmex, que desde entonces tiene vedada la oferta de servicios audiovisuales en el país.
Diversas fuentes consultadas en temas de regulación y competencia económica coincidieron en que América Móvil estaría buscando una concesión única a través de alguna de sus subsidiarias, que en adelante le habilitaría la prestación de cualquier tipo de servicio de telecomunicaciones o de radiodifusión en todo el territorio nacional. La otra vía posible es solicitar un servicio asociado para alguna de sus concesiones de red pública de telecomunicaciones vigentes, como la que permite la operación de Telcel.
En cualquiera de los casos, AMX también deberá dar cumplimiento a otras condiciones establecidas en los artículos décimo y undécimo transitorios escritos en la ley reglamentaria de la LFTR, publicada por el presidente Enrique Peña Nieto en julio de 2014, como haber cumplido con sus obligaciones de preponderancia por al menos dos años.
De acuerdo con los Lineamientos Generales y los transitorios de la LFTR, si el agente económico presenta la información que acredite el cumplimiento de las condiciones establecidas, entonces el regulador tendría sesenta días para analizar y confirmar o negar el ingreso de América Móvil a la televisión de paga en México, vía su subsidiaria. Tomando de referencia la información confirmada por el Instituto Federal de Telecomunicaciones el lunes durante una comida con la prensa como adelantó El Economista, este hecho pudiera ocurrir en marzo de 2019 y será el tema más comentado por la industria en todo ese año.
“Dado el avance de la separación funcional en Teléfonos de México, AMX habría argumentado que puesto que Telmex ya no es controlante de la red preponderante, no caben entonces las limitaciones para que finalmente consiga una concesión única que sí le permita prestar los servicios de TV o video, pero quedaría sujeta a la comprobación de esa separación funcional y otras decisiones del IFT para la habilitación y ligadas al cumplimiento de las obligaciones de preponderancia, que pueden traer nuevas controversias”, estima Gustavo Fontanals, investigador de la Universidad de Buenos Aires.
“Entonces, pedir la autorización por medio de otra unidad del grupo que no quede sujeta a estas restricciones, se presenta como la interesante movida para facilitar la aprobación del regulador, orientada a reducir controversias y/o reclamos como los plazos y separándolos de los requisitos de separación funcional y del cumplimiento de las obligaciones de preponderancia que sí pesan sobre Telmex (…) Y en el camino, AMX ya dejó varias evidencias de su decisión de ingresar plenamente a la TV en México, superando incluso coyunturas críticas desde el punto de vista regulatorio como el caso de Uno TV o de su peculiar relación con Dish”, añade Fontanals.
¿Por qué AMX pide ahora, formalmente, su entrada a la TV?
Un argumento de apoyo para América Móvil en su petición de ir a la TV y el video restringido es el hecho de que, según el mismo IFT y los tribunales, el mercado de la televisión de paga es uno muy competido en México; que si bien existe un actor que ha ido consolidando distintas cableras en una misma marca y al mismo tiempo creciendo su división satelital del ramo, otras marcas también se han extendido por cable y por el aire y además se han creado nuevos productos más accesibles al consumidor.
Ese fue el argumento del regulador para definir meses atrás que Grupo Televisa no es un agente con poder sustancial de mercado en la televisión de paga, una determinación que además fue confirmada por la Suprema Corte de Justicia de la Nación en marzo de 2018, al establecer que el Instituto Federal de Telecomunicaciones “se excedió” al determinar lo contrario en una ocasión anterior.
“América Móvil puede utilizar el argumento del propio IFT y las cortes, que un día determinó que no existe un agente con poder sustancial de mercado y que por tanto existe competencia y entonces no hay impedimento para que otras empresas puedan entrar a ese mercado; esto, partiendo de sus propias capacidades y potencialidades. Así, en la medida que entre otro gran agente a competir en la TV de paga, el mercado va a estallar con nuevos productos y beneficios para los consumidores y Televisa no tendría cómo quejarse, sólo en el caso de que fuera un agente con poder sustancial de mercado y que al tener medidas asimétricas, sí podría argumentar afectaciones y ventajas para este entrante”, plantea Agustín Ramírez, abogado especializado en telecomunicaciones del despacho Ouraboros.
“Ahora, parece venirse una redistribución y nuevo ambiente en ese mercado, con un actor que tiene el poder para ofrecer una recia y verdadera competencia al actual agente que es el que tiene la mayor capacidad de fuerza en este momento”, agrega Ramírez.
América Móvil es el principal operador de televisión de paga en América Latina, con 13 millones 548,500 accesos o el 19% del mercado, de acuerdo con datos de septiembre de 2018 de la firma de análisis Dataxis. Grupo Televisa, el tercer operador de la región, tenía en el mismo mes 12 millones 118,840 cuentas o 17% de ese segmento y con mayor presencia en México y Centroamérica. La cifra no incluye el traspaso de 227,802 clientes residenciales y Pymes de Axtel a Televisa por 4,713 millones de pesos (236 millones de dólares) anunciado este lunes por ambas empresas a los inversionistas en la Bolsa Mexicana de Valores.
¿Quién de AMX y para qué quiere la concesión de video/TV?
El negocio de la televisión de paga genera anualmente 2,885 millones de dólares, según Dataxis; en principio, es el objetivo de todos los actores, pero la innovación y los movimientos de otros actores del sector de telecomunicaciones es el motivo que lleva a América Móvil a ingresar al negocio y no con el fin de vender el producto como tradicionalmente ha ocurrido desde un televisor.
Ahora, el segmento móvil podría ser uno de los objetivos de AMX y ante el hecho de que AT&T está en posibilidad de hacerlo tras la compraventa de Time Warner y al tiempo que Movistar construyó una alianza con Netflix para alguno de sus mercados.
Televisa, Megacable, Telefónica, Axtel, AT&T han configurado nuevos productos de Internet inalámbrico fijo con video o Internet y/o telefonía a través de un operador móvil virtual, por lo que la petición de América Móvil serviría para vender video a través de la red 4.5 GigaRed de Telcel; para crecer Clarovideo o ClaroShop, UnoTV o para hacer combinaciones con Infinitum.
“Esta es una muy buena posibilidad para incrementar la competencia en el mercado, ya que muchas cableras compiten en TV paga, Internet y telefonía fija. Pero el sector de TV de paga en México es muy fuerte y quizá no estén muy de acuerdo con que América Móvil ingrese en su mercado”, dice Gerardo Mantilla, gerente de Proyectos Regulatorios de Telecom Business Review.
Inclusive, el logro de una concesión para TV de paga podría encajarse en eventuales planes de América Móvil para comprar el canal de paga de MVS Comunicaciones, que ahora ya transmite en televisión abierta luego de un acuerdo con Multimedios. AMX podría considerar si StarOne puede llegar a México con su flota de satélites, desde los que vende televisión de paga en Sudamérica, pero que también puede ofrecer Internet inalámbrico fijo y así abrir un frente contra Viasat y StarTV, que ya incursionan en ese negocio.
De acuerdo con el Registro Público de Concesiones, la filial StarOne de AMX no cuenta con una concesión para operar en México. Telcel mantiene concesiones de redes públicas de telecomunicaciones y de explotación de espectro. Queda por conocer los estados de UnoTV. Existe una empresa de “Claro Sat” para servicios satelitales con título de “autorización”, pero no de concesión y con sede en el Edificio Telcel de Plaza Carso. Aparte está la firma Aerocom, que se encuentra en proceso de renovación de título de concesión.
“Sea cual sea la empresa de América Móvil que solicitó la autorización, el IFT puede resolver este caso de manera muy rápida. Vendrá un análisis donde lo que se resolverá es un contexto de que lo que antes pudo haber sido prohibitivo, ahora puede ser permisivo y porqué”, adiciona Agustín Ramírez, de Ouraboros. “Y una vez que se autorice esta petición, si se autoriza, Televisa va a saltar con algún argumento de afectación de interés legítimo y vamos a ver que, posiblemente, todo esto puede llegar a los tribunales. Pero lo que es seguro, que Televisa y todas las demás firmas del sector van a saltar”.