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Zama, desafío financiero y técnico para Pemex: analistas

Decisión de la Sener de otorgar la operación del yacimiento a la estatal pinta más como un mensaje político sobre sus capacidades que una realidad operativa, opina Miriam Grunstein.

Foto: Reuters

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Petróleos Mexicanos (Pemex) enfrentará importantes retos al asumir el rol de operador del yacimiento Zama, que van desde sus capacidades financieras hasta aspectos operativos y de carácter político, coinciden analistas.

Miriam Grunstein, abogada del sector energético, explicó a El Economista que la decisión de la Secretaría de Energía de que Pemex funja como operador del nuevo pozo Zama perforado por la estadounidense Talos Energy y sus socios, puede ser más un mensaje político respecto a las capacidades de la estatal mexicana que una realidad operativa, ya que cabe recordar que en los contratos de servicios anteriores a la reforma Pemex quedaba como operador de campos que estaban completamente en manos de sus socios. 

La experta recordó que todavía faltan muchos procedimientos antes de la unificación del posible yacimiento y por lo pronto no se ha definido siquiera la participación de cada socio o se ha comenzado el diseño de un contrato de joint venture, por lo que, a pesar de los términos legales, la realidad operativa puede cambiar completamente.

"No podemos olvidar que Pemex pasó años dejando la operación de sus actividades prácticamente en manos de sus prestadores de servicios, de ahí surgieron tantas empresas que ya tenían experiencia para participar en las licitaciones, así que entre el acuerdo y la realidad puede haber muchos cambios", dijo la experta.

Además, recordó que el pozo Zama fue perforado desde el 2017 y aunque el volumen de recursos ha sido certificado por varias agencias -que incluso llegaron a declarar que tenía hasta 1,400 millones de barriles de crudo-, no es hasta la producción cuando realmente se observa la riqueza de un yacimiento, por lo que incluso a la propia empresa privada le resultaría más conveniente que Pemex asuma todo el riesgo en caso de que no sea posible la extracción comercial de todos los 800 millones de barriles de petróleo que se han prometido. 

En un artículo publicado en el rotativo The Wall Street Journal, Mary Anastasia O'Grady comentó también que Pemex tiene cero pozos perforados en el bloque, luego de que en el último plan de desarrollo de la asignación vecina de Zama, AE0152 Uchukil, canceló la perforación de Asab 1, a pesar de las recomendaciones de la CNH sobre la limitante que implicaría para la petrolera contar únicamente con información de laboratorio para operar el pozo.

En tanto, el consorcio privado perforó el pozo descubridor de un volumen de hasta 800 millones de barriles y otros tres delimitadores, invirtiendo 325 millones de dólares en exploración del área.

Entre los principales obstáculos que los especialistas ven para la operación de Pemex en Zama, es que se requiere acceso a la tecnología, financiamiento y capital humano, para una instalación de este tipo.

Además, Pemex típicamente utiliza plataformas clásicas en aguas someras de 115 metros de profundidad, cuando se requiere un equipo que alcance mínimo 170 metros bajo el nivel del mar en este proyecto.

En julio del año pasado la Secretaría de Energía dio la instrucción de unificar el yacimiento, y a pesar de que él tercero certificador Netherland, Sewell & Associates garantizó a Talos que en su fracción terrestre del contrato se encontraba 60% de los recursos, este lunes la titular de Energía, Rocío Nahle, reveló que ya se tomó la decisión de que Pemex opere el desarrollo del futuro campo.

La empresa estadounidense Talos, que durante la exploración ha sido el operador del consorcio confirmado también por la alemana Wintershall Dea y la británica Harbour Oil, manifestó decepción ante la decisión de la Secretaría de Energía, luego de que en enero pasado aseguró que podría acumular hasta 28,000 millones de dólares en regalías para el Estado mexicano a lo largo de la vida del proyecto, según Timothy Duncan, CEO de Talos.

Primer hallazgo de crudo de un privado

  • El yacimiento Zama fue el primer descubrimiento de hidrocarburos realizado por un operador distinto a Pemex tras la apertura del sector y se dio gracias a los trabajos realizados por el consorcio liderado por la estadounidense Talos Energy y sus socios Sierra Oil and Gas (hoy adquirida por Wintershall DEA) y Premier Oil, en el bloque 7 de la Ronda 1.1. 
  • Fue descubierto tras la perforación del pozo Zama 1, en mayo de 2017, mismo que costó 43 millones de dólares aunque el programa de exploración del Bloque 7 contempló un total de 250 millones de dólares por parte de los operadores.
  • El pozo Zama 1 fue perforado a lo largo de 57 días mediante un taladro semisumergible de tecnología estadounidense Ensco, para alcanzar una profundidad aproximada de 4,000 metros, donde hubo éxito gracias al hallazgo de crudo ligero.

karol.garcia@eleconomista.mx 

Karol García es reportera de Empresas y Negocios.

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