SICT monetizará flujos futuros de ASA para financiar Bachetón

Los 4,000 millones de pesos que la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) destinará para el programa Bachetón, que implica mejoras urgentes en 44,600 km de la red federal de carreteras, provendrán de Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA).

El organismo descentralizado implementó este año un mecanismo financiero para obtener “flujos monetarios que le permitan desarrollar proyectos de inversión estratégicos”, los cuales se recibirán en el último trimestre del presente año y suman 4,570 millones de pesos.

La naturaleza de dicho mecanismo no fue detallada por la autoridad, pero la intención es monetizar los ingresos futuros generados por una o varias actividades de ASA, lo cual puede lograrse estructurando instrumentos financieros a partir de esa garantía.

Tras la desincorporación de aeropuertos que fueron entregados a las Secretarías de Marina y Defensa Nacional (Sedena), la principal y estable fuente de ingresos de ASA es el almacenamiento y venta de combustible (en el primer semestre del 2024 sus ingresos por dichos conceptos fueron por 24,090.8 millones de pesos).

Tras el anuncio de la Presidenta Claudia Sheinbaum de inicio del Bachetón, con videoclip incluido, el viernes pasado la SICT publicó en el sistema CompraNet 94 licitaciones relacionadas con las tareas de conservación (cuatro días antes se publicaron otras de trabajos de emergencia por desastres naturales), todas con la modalidad de invitación a cuando menos tres personas, en las que se detalló:

Para la ejecución de los trabajos objeto de la presente convocatoria, la Dirección General de Conservación de Carreteras, cuenta con el convenio de proyecto estratégico para el Programa de conservación rutinaria y periódica para carreteras federales libres de peaje, celebrado entre Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA) y la SICT representada por la Dirección General de Conservación de Carreteras (DGCC).

Sin recursos de presupuesto

Con base en la información pública, no se prevé que sean recursos presupuestales los que se utilicen para pagar a las constructoras privadas que se hagan cargo de las tareas, como ya lo había anticipado el anterior titular de la SICT, Jorge Nuño.

“El Estado mexicano tiene otros activos (aeropuertos, actividades de almacenamiento de combustibles) que generalmente tienen ingresos estables. Podemos aprovechar para traer a valor presente parte de los recursos y tenerlos disponibles ahora. Los recursos más difíciles de tener son los presupuestales porque tienen calendario”, dijo el exfuncionario en una reunión con ingenieros civiles el mes pasado.

Desde su perspectiva: de todas maneras, con lo que se necesita para conservar la infraestructura, más los intereses que se pudieran pagar por el financiamiento, no se supera ni con mucho el costo de no tener la red federal carretera en buen estado.

En línea con esa alternativa, en el Informe de gestión gubernamental 2018-2024 de ASA, se menciona con el mecanismo financiero que se implementó este año (el cual no fue detallado) no se genera impacto presupuestal para el organismo, ni tiene efectos sustantivos en su capacidad para cubrir sus obligaciones, obteniendo de manera anticipada recursos netos por 4,570 millones de pesos que se utilizarán en “proyectos de inversión estratégicos”.

En el documento se refiere que se aprobó que ASA emprenda todas las acciones y gestiones necesarias ante las autoridades competentes para obtener las autorizaciones, permisos y/o vistos buenos que se requieran, así como la celebración de los actos jurídicos necesarios con terceros, entre otros, para que le brinden asesoría y diseño de la estructura jurídica, selección, designación y contratación del fiduciario del fideicomiso de administración y fuente de pago.

Un 2024 complejo

En febrero pasado, la SICT decidió cancelar más de 500 licitaciones que tenía en marcha para el programa de Reconstrucción y conservación de carreteras, que contaba con 11,000 millones de pesos de presupuesto, debido a que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) le informó que se reservaba los recursos.

Posteriormente se hizo público que, de ese dinero, unos 5,000 millones de pesos serían destinados a la Sedena para mejorar las carreteras en el sureste que han sido afectadas por el paso de materiales para construcción del Tren Maya.

Tras los anuncios, el sector privado manifestó su descontento por la falta de mantenimiento a las carreteras en un contexto donde se pretende obtener beneficios por el nearshoring.

“El programa de conservación de carreteras requiere de un nuevo planteamiento y nuevos esquemas de financiamiento. Este año se relocalizaron recursos para otras prioridades, pero en la SICT sigue siendo prioridad. Desdoblamos títulos de concesión para obtener recursos. Ya tenemos recursos que vamos a poder destinar e implementar un programa de conservación arrancando en octubre, tenemos un primer saque. Ya no necesitamos esperar a que el Congreso apruebe”, explicó hace un par de semanas Nuño Lara.

Con dicho contexto, su sucesor Jesús Antonio Esteva Medina refirió la semana pasada que los trabajos a contratar se relacionan con tareas de conservación rutinaria, básicamente: bacheo, renivelación, desyerbe y la limpieza de cunetas de las obras de drenaje.

“Esto es importante en los procesos preventivos, para que no se genere daño adicional en las capas inferiores. Después, tenemos diseñados 134 frentes de trabajo simultáneos. La meta son 44,600 kilómetros, que es la longitud de la red federal de carreteras. Y el periodo de ejecución es noviembre del 2024 a febrero del 2025. Estaremos generando con esto 8,500 empleos”, agregó.