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Cuatro entidades apuestan por la contratación de mujeres
En Chiapas, Colima, Sinaloa y Tamaulipas, el género femenino tiene una participación superior a 50% en la generación de empleos formales.
En los primeros cuatro meses del año, sólo cuatro entidades del país registraron una participación de la mujer en la generación de empleo formal de cada territorio superior a 50%, es decir, el género femenino fue su principal apuesta.
De acuerdo con datos de la Secretaría de Trabajo y Previsión Social (STPS), las entidades que mostraron coeficientes por arriba de la mitad de creación de plazas aseguradas en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en el periodo de análisis fueron Chiapas (contribución de la mujer de 68.1% en el total generado), Colima (57.1%), Sinaloa (56.2%) y Tamaulipas (50.7 por ciento).
Raymundo Tenorio Aguilar, especialista del Tecnológico de Monterrey, manifestó que lo que subyace a estas entidades es el Régimen de Incorporación Fiscal, que sustituyó al Régimen de Pequeños Contribuyentes, permitiendo en primera instancia registrar a más mujeres de la informalidad a la formalidad.
“En Chiapas las mujeres deben entrar a trabajar debido a que la informalidad es muy alta, los salarios son muy bajos y eso acaba implicando que las mujeres tengan que trabajar para completar el gasto familiar”, señaló José Luis de la Cruz Gallegos, director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (Idic).
Además, agregó, han avanzado en la equidad, aunado a una mayor necesidad de mano de obra, donde se busca contratar tanto a hombres como a mujeres, “mientras que en estados como Tamaulipas, donde la inseguridad ha provocado expulsión de personas, termina implicando que las mujeres que residen ahí encuentren trabajo más rápido”.
En el otro extremo, los territorios que menos apostaron por el género femenino en el primer cuatrimestre del 2018 fueron Campeche (16.5% de la creación de puesto pertenece a mujeres), Nayarit (16.9%), Quintana Roo (18.8%), Baja California Sur y Veracruz (ambos con 20.9 por ciento).
“En Campeche las tradiciones han jugado en contra de que pueda haber políticas dirigidas para la inclusión y de este modo no han logrado elevar la participación laboral, también debido al bajo nivel de crecimiento que se ha tenido en las últimas décadas por la crisis petrolera, motivos que también afectan a Veracruz”, refirió Eufemia Basilio Morales, investigadora de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Tenorio Aguilar comentó que Nayarit, al tener vocación agrícola y ganadera, no ha desarrollado la industria de servicios donde la ocupación de la mujer es más alta, mientras en Baja California Sur, por las características de la manufactura, se demanda la ocupación de hombres, “que no significa una discriminación laboral”.
Indicó que la condición de Quintana Roo es atípica, ya que “sí se emplean mujeres en las áreas turísticas; sin embargo, no crecen tan rápido considerando que se parte de una base alta de empleo, que apunta a un aumento lento porque su economía está consolidada y tiene un comportamiento cíclico”.
Análisis en el mediano plazo
A nivel nacional, se crearon 455,651 trabajos asegurados en el IMSS en enero-abril, donde las mujeres contribuyeron con 35.7% del total; esta relación fue menor al registro de igual lapso del 2013, de 47.6%; no obstante, a partir del 2014 comenzó el trazo de una tendencia ascendente.
El resultado del 2013 se explica porque en la creación de nuevos puestos, el género masculino perdió fuerza en comparación anual, y el femenino aceleró.
El especialista del Tecnológico de Monterrey declaró que el comportamiento del país derivó del “mito” de lo que se esperaba lograr con la reforma laboral para las mujeres y que éstas alcanzaran trabajos por jornadas más cortas, “reforma que no ha impactado en las decisiones de los jefes”.
“Seis de cada 10 trabajadoras reciben dos salarios mínimos o menos al mes que los hombres, mostrando que las condiciones laborales han disminuido provocando que la inclusión laboral no sea homogénea, además de que los niveles de crecimiento y oportunidades laborales en todo el país han caído”, puntualizó Basilio Morales.
Por entidad, los mayores incrementos de la participación de la mujer en el mercado formal entre los primeros cuatro meses del 2013 y del 2018 se observaron en Durango, Chiapas, Oaxaca y Michoacán.
Es importante señalar que en el primer territorio, el dato total del 2013 fue pérdida de trabajos, aunque el género femenino sí creó plazas (el detrimento de hombre mermó al estado); en el mismo año, la mujer en las economías michoacana y chiapaneca presentó cifras negativas. Por ende, la brecha en puntos porcentuales se amplió.
El director del IDIC mencionó que en Durango la base de comparación es baja, por lo que un movimiento al alza motivado por cierta reactivación económica permite que exista una recuperación y se vea un mayor crecimiento, “pero no significa que sea tan alta la generación de empleo”.
“Los estados de la región sur son de los más pobres, cuya tasa de ocupación es relativamente baja, lo que obedece a que la mayoría de los empleos son informales y los salarios muy bajos, provocando que las mujeres deban trabajar”, ahondó.
La investigadora de la UNAM detalló dos factores que afectan al aumento de plazas para la mujer: el ascenso de las necesidades por la migración de hombres a otros estados y el sueldo bajo que antes percibían los jefes de familia, “que ya no alcanza para cubrir las exigencias básicas, por lo que las mujeres deben buscar la forma de generar ingresos y así completar el gasto familiar”.
Inseguridad
Los estados que disminuyeron en mayor magnitud la contribución femenina en el lapso de análisis fueron Tamaulipas (de 117.0 —se mostró pérdida en hombres en el 2013 por lo que el coeficiente es mayor a 100%— a 50.7%), Campeche (de 76.6 a 16.5%), el Estado de México (de 87.3 a 35.6%), Morelos (de 89.2 a 45.2%) y Tlaxcala (de 64.1 a 27.5 por ciento).
“Tamaulipas ha frenado su economía por la inseguridad que terminó por contraer la contratación de más mujeres; en Campeche, por la crisis económica que vive ha afectado los puestos de trabajo, particularmente de las féminas”, dijo De la Cruz Gallegos.
Para el Estado de México, Eufemia Basilio precisó que los niveles de inseguridad y violencia contra las mujeres en el último sexenio han sido un foco rojo, al igual que algunos estados del norte, ocasionando la baja de trabajo.
“En Morelos y Tlaxcala no ha habido crecimiento económico y el desarrollo de los servicios ha sido lento, además de que resulta más atractivo en el caso de Tlaxcala irse a Puebla y en Morelos, a la Ciudad de México”, añadió Raymundo Tenorio.
En términos absolutos, la mayor creación de trabajadoras aseguradas en el IMSS en los primeros cuatro meses del año se exhibió en la capital del país (20,685 plazas), el Estado de México (14,995), Nuevo León (14,292), Jalisco (11,708) y Baja California (11,643).