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Segob corrige: cuatro casas bajo el alud
Desde temprano se informó que el alud había sepultado al menos 300 casas. La Secretaría de Gobernación afirmó que desde las primeras horas de ayer el gobierno federal había enviado militares para el rescate de las familias sepultadas.
Desde temprano se informó que el alud había sepultado al menos 300 casas. La Secretaría de Gobernación afirmó que desde las primeras horas de ayer el gobierno federal había enviado militares para el rescate de las familias sepultadas.
La Segob informaba que al no poder acceder ni aterrizar en la zona fueron elementos militares los primeros en llegar a pie a la zona afectada; asimismo, la dependencia refirió que se había ordenado la activación del Sistema Nacional de Protección Civil (Sinaproc) para atender la emergencia.
Por la noche, Francisco Blake precisó que se estableció el Plan Nacional de Protección Civil, por lo que se ordenó movilizar a la zona elementos de la Secretaría de Marina, de la Defensa Nacional y Policía Federal, así como personal de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, de la Comisión Federal de Electricidad, de Petróleos Mexicanos y de la Coordinación General de Protección Civil. Contando también con el apoyo de paramédicos y rescatistas de la Cruz Roja.
Conforme a los primeros reportes, se tuvo con una magnitud de 200 metros el deslave, lineales, 60 de ancho aproximadamente, afectando directamente a cuatro viviendas, el cual ha cambiado considerablemente con la información original que se tuvo: dos casas quedaron sepultadas, según estos últimos reportes, y dos fueron sepultadas mientras que otras 30 viviendas se encuentran sobre el canto del deslave, las cuales se consideran de alto riesgo , explicó.
Reportó que de manera preliminar se reportan 11 personas desaparecidas, entre las cuales se encontrarían ocho niños y tres adultos.
En tanto, el presidente Felipe Calderón por primera vez en lo que va de su sexenio no concretó una gira de trabajo porque el avión presidencial no pudo aterrizar ayer en el aeropuerto de Villahermosa, Tabasco, donde supervisaría los daños que dejaron las lluvias.
En medio de la turbulencia, el Presidente habló de la situación en Santa María Tlahuitoltepec, Oaxaca. Estamos muy consternados por esta tragedia, muy tristes, pero muy decididos a hacer todo lo posible por salvar hasta donde Dios lo permita a las víctimas que se encuentren con vida en el derrumbe, en el deslave, y desde luego ayudar a la población , comentó.
Adelantó que habló con el gobernador Ulises Ruiz y que al parecer había siete muertos por el accidente, pero el mal tiempo no permitía que la ayuda llegara al lugar ni los sobrevuelos en la zona.
politica@eleconomista.com.mx