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Tenerías, en la mira de León

En total, 178 tenerías en León tendrán que renovar un convenio o bien cumplir en mudar sus procesos húmedos fuera de la mancha urbana de León, de lo contrario serán clausuradas. Con eso se busca eliminar la contaminación de residuos tóxicos que van al drenaje.

León, Gto. En total, 178 tenerías en León tendrán que renovar un convenio o bien cumplir en mudar sus procesos húmedos fuera de la mancha urbana de León, de lo contrario serán clausuradas. Con eso se busca eliminar la contaminación de residuos tóxicos que van al drenaje.

Algunas de estas tenerías están asociadas a la Cámara de la Industria de la Curtiduría (Cicur), a la Cámara Nacional de la Industria Curtidora (Canalcur) y otras a la Asociación de Industriales de la Curtiduría (Adicur). Otras más no pertenecen a ninguna.

El sistema de agua potable de León (Sapal), ya inició el proceso de notificación en 5 tenerías: tres fueron clausuradas ayer por la mañana, otra continúa trabajando porque el propietario acudió ante la autoridad para llegar a un acuerdo, y en otro caso el ambiente se tornó violento al impedir que se clausurara el drenaje.

El director de Sapal, Enrique Torres López, confía en que los propietarios acudan para llegar a un acuerdo, ya que cuentan con 12 notificaciones jurídicas más, que se entregarán en la primera semana de agosto.

La inversión que se requiere para reubicar las tenerías es incuantificable, por lo que otra opción es que modifiquen sus procesos de curtiduría. Además, a esto se suma los adeudos que tienen por no cubrir la cuota de saneamiento, que van desde los 5,000 pesos hasta 300,000 pesos o más.

De estas 178 tenerías, 29 no han buscado un acercamiento con la autoridad, con cinco ya se procedió jurídicamente, 12 más están pendientes y el resto se siguen investigando. Los propietarios de 18 curtidurías firmaron recientemente un convenio que no puede excederse de seis meses para hacer los ajustes para trabajar y 130 convenios más están por vencer en los próximos meses.

Por lo que Enrique Torres dejó claro que estas tenerías también podrían ser sujetas a procesos jurídicos, este es un procedimiento que establece el reglamento y la intención no es afectar a nadie sólo que se cumpla con la disposición ambiental y el reglamento de SAPAL para su funcionamiento, no deben descargar sulfuro, ni cromo .

Y agregó, con las que estamos procediendo son aquellas que no hubo ningún tipo de respuesta, seguían incumpliendo los parámetros que marca el propio reglamento y no podíamos continuar así, todas las empresas tienen la posibilidad de firmar el convenio, mismo que establece un plan de acción que deben de cumplir".

Arturo Alba, uno de los curtidores que trabaja en la tenería que se clausuró y luego se abrió, reconoció que la pérdida de su producción sería de 300,000 pesos o más al tener en proceso más de 1,000 cueros en húmedo.

Nosotros sólo queremos trabajar, no contaminamos, estamos tomando las medidas necesarias en nuestro proceso , comentó preocupado ante el cierre de la tenería y que después de lograr un convenio con Sapal se reabrió.

estados@eleconomista.com.mx

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